domingo, 30 de diciembre de 2018

La causa de beatificación de John Bradburne, el “Vagabundo de Dios”, avanza. Bradburne sirvió a los leprosos de Rhodesia antes de ser asesinado durante la guerra civil del país en 1979. Los soldados de Mugabe capturaron a Bradburne, un misionero inglés, veterano de la Segunda Guerra Mundial, que había servido como cuidador de la colonia de leprosos de Mutemwa desde 1969. Fue asesinado, pero sus verdugos al momento de su muerte OYERON y VIERON CANTICOS y LUCES CELESTIALES inexplicables, las cuales provocaron un gran temor como la huída del lugar...


Los hechos

Tras quince años de guerra intestina, en 1979, Rhodesia estaba vislumbrando el fin de la batalla entre el gobierno, de la minoría blanca, contra las alas militares de dos partidos nacionalistas africanos, incluida la Unión Nacional Africana de Zimbabue, dirigida por Robert Mugabe.
Aunque no se les había dicho que lo hicieran, algunos de los soldados de Mugabe capturaron a Bradburne, un misionero inglés, veterano de la Segunda Guerra Mundial, que había servido como cuidador de la colonia de leprosos de Mutemwa desde 1969.
Los rebeldes lo llevaron ante su comandante, quien los reprendió por su acción. Ellos respondieron que su prisionero debía ser asesinado porque “era blanco” y por lo tanto “un opresor”.
El comandante respondió que su prisionero era conocido y amado en el distrito circundante por la fidelidad con la que había servido no solo a los leprosos, sino a los pobres de la zona. Además, matar a un civil blanco reduciría la ira de los servicios de seguridad nacional, lo último que necesitaban en esta etapa de la guerra.
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El comandante y sus hombres discutieron durante horas. Finalmente, el comandante exigió la liberación del prisionero y lo envió, aparentemente a su casa, bajo vigilancia.
Fue la noche del 5 de septiembre, y mientras los soldados escoltaban a Bradburne de regreso a Mutemwa, que su líder decidió desobedecer al comandante. Empujaron a Bradburne a un lado del camino de tierra hacia la maleza junto a un río.
Allí, evidentemente sabiendo lo que venía, el prisionero se arrodilló por un rato. Entonces, cuando comenzó a levantarse, el líder dio la señal a uno de sus hombres. Ese hombre vació su AK-47 en la espalda de Bradburne.


© SALVATOR

Escuchar la muerte de un santo

Los soldados de Mugabe informaron, más tarde, que en ese momento escucharon hermosos cantos. Ante el temor de que los aldeanos estuvieran cerca, huyeron, dejando el cuerpo del “Vagabundo de Dios”, aunque su intención era enterrarlo donde nadie lo encontrara.
Volvieron más tarde por la noche. Al principio hubo silencio. Luego, a medida que se acercaban al cuerpo, el canto comenzó de nuevo, más fuerte y aparentemente más cerca que antes. Nuevamente los rebeldes huyeron.
Posteriormente volvieron por última vez. Esta vez, tres luces rodearon el cadáver de Bradburne y ascendieron al cielo nocturno, una roja, otra blanca, la última azul, y cuando las tres se levantaron, se fusionaron en una sola luz. Asustados, los soldados salieron del lugar, dejando a la gente encontrar el cuerpo del misionero después del amanecer.

Fuente: https://es.aleteia.org/2018/12/29/el-vagabundo-de-dios-camino-a-los-altares/

sábado, 29 de diciembre de 2018

La Santísima Virgen María salva de caer en el Infierno, a importante directora de orquesta: Fui operada en Lyon, la cirugía fue un éxito, pero entonces mi corazón se detuvo, me sentí privada de la vida y que DESCENDÍA a una velocidad indescriptible e introduciéndome un TÚNEL NEGRO. Fue entonces cuando apareció una mujer con la silueta de la VIRGEN, revestida de un blanco cegador que extendió su mano, y dijo: ‘AHORA NO’. Me envió de vuelta mucho más rápido de lo que estaba CAYENDO”


Damiana Natali tiene una especial devoción a la Virgen, a la que dice que debe la vida
Damiana Natali es una mujer que ha dedicado su vida a la música, una pasión que desarrolló junto a la fe que le transmitieron y de la que ahora hace gala orgullosa. Esta italiana del Piamonte es una de las pocas directoras de orquesta que hay en el panorama italiano e internacional, a lo que hay que sumar su vertiente como compositora.
“Cuando dirijo las notas que me llegan de lo Alto, pasan por mis manos y las devuelvo como si fuera un instrumento que coordina algo ya presente en la inmensidad”, explica esta mujer, que además es la fundadora de Ars Armónica una orquesta formada por profesionales de la música y que tiene un fin social.
Una composición dedicada a la Virgen
Para Damiana, música y fe son prácticamente una unidad desde que con cinco años en la sala de estar de su abuela imitara a los directores de orquesta.Ahí empezó el germen de lo que es ahora, donde da gracias a Dios, y también a la Virgen por la vida que ha tenido. Y eso que no lo ha tenido nada fácil.
En una entrevista con el semanario Credere, Damiana Natali afirma que “tengo en el corazón el deseo de componer un Ave María para voz solista y orquesta, dedicada a la figura de la amada Virgen María. Espero estar inspirada y que sea digna de ser ejecutada”.
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Este, confiesa, es un deseo que viene de lejos, y para el que necesita tiempo y paz interior, pues no quiere componer cualquier cosa. Para ella, la Virgen María es algo más que una figura de la historia, sino que la une un vínculo profundo y personal desde que intercedió para curarla de una grave enfermedad.
El día que la Virgen la rescató de la muerte
Esta directora y compositora recuerda que “a los 18 años me dieron unos pocos meses de vida, debido a que nací con una malformación a nivel cardiovascular, un síndrome raro. Fui operada en Lyon, la cirugía fue un éxito, pero entonces mi corazón se detuvo, me sentí privada de la vida y que descendía a una velocidad indescriptible e introduciéndome un túnel negro. Fue entonces cuando apareció una mujer con la silueta de la Virgen, revestida de un blanco cegador que extendió su mano, y dijo: ‘ahora no’. Me envió de vuelta mucho más rápido de lo que estaba cayendo”.
Mientras relata este testimonio explica que en la ciudad francesa de Lyon “se encuentra la estatua dorada de la Virgen en la gran colina en la que se encuentra la basílica de Nuestra Señora de Fourvière”.
Precisamente, cuando Damiana despertó de la operación días después asegura que “cuando abrí los ojos, me encontré colgada en la pared, cerca de mi cama en el hospital una imagen de aquella Virgen y de la basílica. Más tarde me di cuenta también de que era visible desde la ventana, iluminada por el sol y el blanco de la nieve”.
Una segunda oportunidad 
Debido a la operación, perdió la movilidad de un brazo, aunque después de un duro año  pudo volver a moverlo y a hacer vida normal. Ella tiene claro que “me dieron una segunda oportunidad que iba más allá de cualquier expectativa que había sobre mí, sólo pude darle la bienvenida con gratitud y dar gracias por esta nueva vida”.
“Nunca me habría imaginado poder volver a la música y más aún a la dirección, pero aquí estoy”, asegura esta música italiana.
Desde entonces, la vida de Damiana ha sido una continuación de retos, metas y éxitos fruto del sacrificio, la pasión y todo ello combinado con la capacidad de confiar en el Señor. Para ella, “la música es la voz de Dios, un instrumento con el que nos habla y muestra la belleza del universo”.
Con la pasión que muestra por la música insiste en que “es el lenguaje universal, utilizado en todo el mundo con los mismos símbolos. Es el alfabeto más corto que existe, pero puede expresar cada emoción, sin limitaciones sociales, de lugar y tiempo, nacionalidad, raza o sexo”.
Influencia religiosa en su obra
Y con estas simples siete notas, Damiana Natali ha compuesto ya varias piezas de inspiración religiosa, como Dona Pacem, donde muestra su deseo de paz para toda la humanidad, el bien universal y la comunión. En 2001 también compuso Soffio di luce, dedicado a San Juan Pablo II, escrito para flauta, solista de violín y orquesta de cuerda. “Está dedicado a un hombre que trajo luz al mundo, incluso si su vida fue corta, como un soplo, en comparación con la eternidad. Es una oración breve”.
Entre concierto y concierto, y sus clases en el Conservatorio de Milán, esta italiana siempre ha tenido una especial dedicación a los más jóvenes. En su opinión, “la música, a menudo, se acerca a los niños, especialmente a los de más talento, sin que ellos lo busquen. El talento es algo que tienes que cultivar y hacer fructificar, tal vez con dificultad, como enseña la parábola de los talentos. Nuestra tarea como profesionales y docentes es encontrar aquellos talentos que a menudo están bajo tierra y ayudar a quienes lo poseen para hacerlos crecer”.

Fuente: https://carifilii.es/la-virgen-extendio-su-mano-y-me-dijo-ahora-no-asi-fue-rescatada-de-la-muerte-esta-directora-de-orquesta

martes, 25 de diciembre de 2018

(Homilía de Navidad del Santo Padre S.S. Francisco) En Belén Dios se hizo pequeño “para ser nuestro alimento” y así el hombre pudiera “renacer en el amor y romper la espiral de la avidez y la codicia”. “Una insaciable codicia atraviesa la historia humana, hasta las paradojas de hoy, cuando unos pocos banquetean espléndidamente y muchos no tienen pan para vivir” ¡ OREMOS Y REFLEXIONEMOS EN FAMILIA !


En Belén Dios se hizo pequeño “para ser nuestro alimento” y así el hombre pudiera “renacer en el amor y romper la espiral de la avidez y la codicia”, afirmó el Papa Francisco este 24 de diciembre en la Misa por la Solemnidad de la Natividad del Señor que celebró en la Basílica de San Pedro.

El Santo Padre presidió la Misa por la Solemnidad de la Natividad del Señor y fue concelebrada con cardenales, obispos y sacerdotes. La Eucaristía fue precedida por el canto de la Kalenda, que es el canto del anuncio de Navidad.

Asimismo, un grupo de niños presentó unas ofrendas florales, entre los que estaban dos menores panameños de 6 y 10 años de edad.

En su homilía el Pontífice recordó que Belén significa “casa del pan”. Dios, señaló, “sabe que necesitamos alimentarnos para vivir. Pero sabe también que los alimentos del mundo no sacian el corazón”.

Francisco explicó que con el pecado original “el hombre se convierte en ávido y voraz”, deseoso de acumular cosas como si fuera el sentido de la vida. “Una insaciable codicia atraviesa la historia humana, hasta las paradojas de hoy, cuando unos pocos banquetean espléndidamente y muchos no tienen pan para vivir”, indicó.

Sin embargo, señaló, con su nacimiento en un pesebre en Belén “Dios se hace pequeño para ser nuestro alimento. Nutriéndonos de Él, Pan de Vida, podemos renacer en el amor y romper la espiral de la avidez y la codicia”.

“Ante el pesebre, comprendemos que lo que alimenta la vida no son los bienes, sino el amor; no es la voracidad, sino la caridad; no es la abundancia ostentosa, sino la sencillez que se ha de preservar”, afirmó.

Francisco explicó que desde el pesebre hasta el cenáculo Cristo “se ha ofrecido a nosotros todos los días” y lo sigue haciendo hoy en la Eucaristía, pues “llama a nuestra puerta para entrar y cenar con nosotros”. “En Navidad recibimos en la tierra a Jesús, Pan del cielo: es un alimento que no caduca nunca, sino que nos permite saborear ya desde ahora la vida eterna”, afirmó.

En ese sentido, el Papa invitó a los fieles a preguntarse “¿cuál es el alimento de mi vida, del que no puedo prescindir?, ¿es el Señor o es otro? (…). ¿Necesito verdaderamente tantas cosas, tantas recetas complicadas para vivir? ¿Soy capaz de prescindir de tantos complementos superfluos, para elegir una vida más sencilla?”.

“Jesús es el Pan del camino. No le gustan las digestiones pesadas, largas y sedentarias, sino que nos pide levantarnos rápidamente de la mesa para servir, como panes partidos por los demás. Preguntémonos: En Navidad, ¿parto mi pan con el que no lo tiene?”, preguntó.

Asimismo, el Papa invitó a seguir el ejemplo de los pastores que fueron a adorar al Niño tras el anuncio del ángel, que los llamó a no temer. “Resuena muchas veces en el Evangelio este ‘no temáis’: parece el estribillo de Dios que busca al hombre”, indicó.

Además, los pastores de Belén enseñan “cómo ir al encuentro del Señor. Ellos velan por la noche: no duermen, sino que hacen lo que Jesús tantas veces nos pedirá: velar. Permanecen vigilantes, esperan despiertos en la oscuridad, y Dios ‘los envolvió de claridad’. Esto vale también para nosotros”.

Sin embargo, explicó que al Señor no se le puede esperar “en el sofá, durmiendo”. Recordó que los pastores fueron a la gruta corriendo, “dejan el rebaño sin custodia, se arriesgan por Dios. Y después de haber visto a Jesús, aunque no eran expertos en el hablar, salen a anunciarlo”.

“Esperar despiertos, ir, arriesgar, comunicar la belleza: son gestos de amor. El buen Pastor, que en Navidad viene para dar la vida a las ovejas, en Pascua le preguntará a Pedro, y en él a todos nosotros, la cuestión final: ‘¿Me amas?’. De la respuesta dependerá el futuro del rebaño. Esta noche estamos llamados a responder, a decirle también nosotros: ‘Te amo’. La respuesta de cada uno es esencial para todo el rebaño”, señaló.

Francisco indicó que así como entonces, el camino también “es en subida: se debe superar la cima del egoísmo, es necesario no resbalar en los barrancos de la mundanidad y del consumismo”.

“Quiero llegar a Belén, Señor, porque es allí donde me esperas. Y darme cuenta de que tú, recostado en un pesebre, eres el pan de mi vida”, expresó el Papa.

Al final de la Misa el Papa fue acompañado por el grupo de niños para colocar la imagen del Niño Jesús en el pesebre elaborado dentro de la basílica vaticana.

Fuente: Prensa Vaticana (ACI Prensa)

sábado, 22 de diciembre de 2018

(LA MEDALLA DE SAN BENITO) EL SACRAMENTAL CON PODER DE EXORCISMO QUE COMBATE A SATANÁS Y AL INFIERNO: Todo lo que Necesitas Saber de la Medalla de San Benito con sus ORACIONES Incluidas, que da Protección contra los Demonios y te Bendice !


Esta medalla es muy estimada por la Iglesia ya que a menudo se ha dado a los que están afligidos o acosados espiritualmente y ha tenido efectos maravillosos.

Se nos asegura favores extraordinarios mediante la combinación de la medalla con las devociones especiales en honor de San Benito, a menudo los martes. El camino de la cruz es también muy recomendable y, a menudo asociado con una devoción al santo.

Una vez que hayas adquirido una medalla, asegúrate de mantenerla contigo. Cuando se usa con fe, sin duda te llevará a un mayor amor y aprecio de Dios.

LA HISTORIA DE SAN BENITO

San Benito de Nursia, Italia (AD 480-543), hermano gemelo de Santa Escolástica, es considerado como el padre del monacato occidental, y su “Regla de San Benito” vino a ser la base de la organización para muchas órdenes religiosas (la propia Orden tiene su base en Monte Cassino, Italia, a unos 80 kilómetros al sur de Roma).
Benito nació en Nursia. Fundó monasterios en Subiaco y sus alrededores y luego en Monte Cassino. Enseñó a sus discípulos a cantar las alabanzas a Dios en la Liturgia de las Horas; a tomar como guía el Evangelio, a trabajar cuidando todo lo que hay en la creación como “vasos sagrados del altar”, a vivir en el amor y el servicio mutuo y a responder a las necesidades del pueblo de Dios.
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Para comprender el simbolismo de la Medalla, debes saber de este evento en la vida de San Benitohabía estado viviendo como un ermitaño en una cueva durante tres años, famoso por su santidad, cuando una comunidad religiosa llegó a él después de la muerte de su abad y le pidió a Benito tomar su relevo.
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Algunos de los más perezosos y disolutos monjes lo querían fuera, por lo que conspiraron para envenenar su pan y vino. Místicamente advertido de la traición, Benito hizo la señal de la cruz sobre la comida y el plan fue frustrado.

En su bendición, la copa de vino quedó destrozada y mandó a los dos cuervos que siempre lo acompañaron para llevarse el pan envenenado y depositarlo en un lugar donde no podía hacer daño a nadie.


EL LEGADO DE SAN BENITO

La mayoría de las personas, incluidos los católicos, no se dan cuenta de cómo la Iglesia Europa y el mundo están en deuda con de San Benito de Nursia.

La sola presencia de sus monjes en sus monasterios se convirtió en un factor de estabilización y de civilización sin importar donde se plantaron.

Fue a partir de estos centros de gran aprendizaje y oración que los monjes y monjas se dedicaban a su celoso trabajo de evangelizar.
Cabe señalar que muchas de las ciudades más grandes de Europa comenzaron como poco más que los monasterios benedictinos destartalados. “Munich” es la palabra alemana para “monje”; “Mónaco” en la Riviera francesa, es la palabra italiana para “monje”.
Casi todos estos monasterios alojaron escuelas para los más jóvenes en los monasterios. Muchas de estas escuelas se convirtieron en última instancia en las primeras universidades del mundo.
san benito en monasterio de subiaco fondo

LOS ORÍGENES ANTIGUOS DE LA MEDALLA

Es dudoso cuando se originó la Medalla de San Benito. Durante un juicio por brujería en Natternberg cerca de la abadía de Metten en Baviera en el año 1647, las mujeres acusadas declararon que no tenían ningún poder sobre Metten, que estaba bajo la protección de la cruz.
La investigación descubrió una serie de cruces pintadas, rodeadas por las letras que se encuentran ahora en la medalla benedictina, que fueron encontradas en las paredes de la abadía, pero su significado había sido olvidado.
Por último, en un viejo manuscrito, escrito en 1415, se encontró un cuadro que representa a San Benito sosteniendo en una mano un bastón que termina en una cruz, y un pergamino en la otra.
Estaban escritas por completo las palabras de las cuales las misteriosas letras eran las iniciales.

Originalmente, la medalla tenía la forma de una cruz y la tradición católica enseña que Bruno de Egisheim-Dagsburg, el futuro Papa León IX, cuando era un joven benedictino, casi murió de una mordedura de serpiente. Él atribuyó su eventual recuperación de la cruz benedictina.

Estaba demacrado e incluso perdió la capacidad de hablar, y la mayoría de la gente se dio por vencida. Fue entonces cuando Bruno recibió una visión de una escalera luminosa que alcanzaba al cielo. Tras la escalera, vio a San Benito con una cruz radiante con la que tocó a Bruno para curarlo al instante. La aparición desapareció rápidamente.
Cuando se convirtió en Papa en el año 1049, León IX la rediseñó como una medalla a las que atribuyó bendiciones e indulgencias.

LA MEDALLA DEL JUBILEO DE SAN BENITO

La medalla de uso corriente es la Medalla de Jubileo diseñada por el monje Desiderio Lenz, de la Escuela de Arte de Beuron.
frente y reverso de ledalla de san benito

FRENTE

Un lado de la medalla lleva la imagen de San Benito, con una cruz en la mano derecha y la Santa Regla en la izquierda.
De un lado de la imagen está una taza, por el otro, un cuervo, y por encima de la copa y el cuervo están inscritas las palabras: “Crux Sancti Patris Benedicti” (Cruz del Santo Padre Benito). En el margen de la medalla se representa la leyenda“Ejus en obitu nostro praesentia muniamus”(Permite que en nuestra muerte, ser fortalecido por su presencia).

REVERSO

En la parte superior de la cruz, por lo general se encuentra la palabra Pax(paz) o el monograma IHS (Jesús).
El reverso de la medalla lleva una cruz con las letras iniciales de las palabras: “Crux Sacra Sit Mihi Lux” (La Santa Cruz sea mi luz), escrito hacia abajo en la barra perpendicular; las letras iniciales de las palabras: “Non Draco Sit Mihi Dux “ (No permitas que el dragón sea mi guía), en la barra horizontal, y las letras iniciales de “Crux Sancti Patris Benedicti”en los ángulos de la cruz.
Alrededor del margen están las letras iniciales del dístico: “Vade retro Satana, Nunquam Suade Mihi Vana – Sunt Mala Quae Libas, Ipse Venena Bibas”(Vete, Satanás, no me sugieras tus vanidades – mal están las cosas que tú pretendes, bebe tú, tu propio veneno).

LA HISTORIA DE LA MEDALLA DEL JUBILEO

La medalla que acabamos de describir es la medalla llamado del jubileo, que llamó la atención por primera vez en 1880, para conmemorar el catorce centenario del nacimiento de San Benito. La Archiabadía de Monte Cassino tiene el derecho exclusivo de esta medalla.
La medalla de San Benito ordinaria por lo general difiere de la anterior en la omisión de las palabras “ejus en obitu etc”, y en algunos detalles sin importancia. (Para las indulgencias conectadas con ella ver Beringer, “Die Ablassé”, Paderborn, 1906, p. 404-6).
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La diseñó el monje Desiderio Lenz, de la Escuela de Arte de Beuron en 1880 para el 1400º aniversario del nacimiento de San Benito, bajo la supervisión del prior de Monte Cassino, Rev. Bonifacio Krug (1838-1909) de Monte Cassino, Italia.
A Monte Cassino se le dio el derecho exclusivo de esta medalla, con la que se adjuntaron indulgencias especiales.
La Medalla del Jubileo fue producida por primera vez en la Archiabadía de San Martín, Beuron, Alemania, a petición del Prior Bonifacio, que era natural de Baltimore y originalmente un monje de la Archiabadía San Vicente, Latrobe, Pennsylvania, hasta que fue elegido para convertirse en Archiabad de Monte Cassino.
Una vez en Alemania, las medallas fueron repartidas en Europa y el mundo. Ellas fueron aprobados por primera vez por Benedicto XIV el 23 de diciembre 1741 y 12 de marzo de 1742.
San Vicente de Paul tenía una fuerte devoción a este sacramental y pidió a sus Hermanas de la Caridad que fijaran la medalla a sus cuentas del rosario, la que sigue siendo una costumbre común hoy en día.
san benito y santa escolástica
San Benito y su hermana gemela Santa Escolástica

LA PROTECCIÓN DE LA MEDALLA

Según Dom Guéranger, la medalla se considera eficaz para:

proteger a las personas que son tentadas, engañadas o atormentadas por espíritus malignos
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destrucción de los efectos de la brujería y todas las demás influencias diabólicas;
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obtención de la conversión de los pecadores, sobre todo cuando están en peligro de muerte; 
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pedir por la paz sanidad interior / espiritual;
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pedir por la paz entre individuos o entre las naciones del mundo;
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curar aflicciones corporales, especialmente como protección contra las enfermedades contagiosas;
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curación de las personas que sufren de heridas o enfermedades;
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protección contra las tormentas y relámpagos;
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proteger a los niños de las pesadillas;
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protección de una madre y sus hijos durante el parto;
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protección de los animales infectados con la peste u otras enfermedades;
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protección de campos infestados por insectos nocivos;
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protección o para contrarrestar los efectos del veneno;
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quienes lleven la medalla de San Benito, como un sacramental que es, a la hora de la muerte serán protegidos de todo mal siempre que se encomienden al Padre Celestial, se confiesen y reciban la comunión o al menos invoquen el nombre de Jesús con profundo arrepentimiento

estatua de san benito abad

CÓMO USAR LA MEDALLA

En una cadena alrededor del cuello;
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adjunta a un rosario;
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en el bolsillo o en el bolso,
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colocada en su coche o en casa;
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situada en los cimientos de un edificio;
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situada en el centro de una cruz.

El uso de cualquier artículo religioso es concebido como un medio de recordar a Dios y de inspirar la voluntad y el deseo de servir a Dios y al prójimo.

No es considerado como un amuleto de buena suerte o un dispositivo mágico.

No es talismán o un objeto encantado para traer la “buena suerte” o repeler el mal, ya que sería una blasfemia. La medalla no tiene capacidad mágica intrínseca, porque todo el poder en el universo está en manos de Dios y no se encuentra en otros lugares.
Para que tenga efecto debe estar bendecida y es fuente de Gracias cuando se piden rezándole a San Benito las oraciones que publicamos más abajo.

BENDICIÓN DE LA MEDALLA DE SAN BENITO

Según el Monasterio Benedictino de la Santa Cruz, las medallas de San Benito pueden ser bendecidas por cualquier sacerdote, no necesariamente un benedictino; así se desprende de la instrucción dictada en tal sentido por la Iglesia de Roma el 26 de Septiembre de 1964.
Si el sacerdote al que tu acudas con la medalla para que la bendiga no conoce  —es raro que suceda— la siguiente fórmula específica para dicha bendición,basta con que la imprimas y se la lleves tu mismo, porque de ninguna manera tal sacerdote puede negarse.
denario de san benito

Bendición y Exorcismo de la medalla de San Benito


Exorcismo

Oficiante: Nuestra ayuda nos viene del Señor.
Portador de la medalla: Que hizo el cielo y la tierra.
O: El Señor esté contigo.
P: Y con tu espíritu.
O: Yo exorcizo esta medalla por Dios Padre + Todopoderoso, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.
Que todo el poder del enemigo, todas las fuerzas y asaltos del demonio, toda tentación diabólica, sean destruidos y expulsados de esta medalla.
Que aquellos que la usen gocen de salud del alma y del cuerpo. En nombre de Dios Padre omnipotente y de Jesucristo, su Hijo y Señor nuestro y del Espíritu Santo paráclito y en el amor del mismo nuestro Señor Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos por medio del fuego.
P: Amén.

Bendición

O: Señor, escucha mi oración.
P: Y llegue a ti mi clamor.
O: El Señor esté contigo.
P: Y con tu espíritu.

Oración

O: Oremos. Dios Todopoderoso, dispensador de todos los bienes, te suplicamos que, por la intercesión de san Benito, bendigas esta medalla a fin de que el que la use y practique buenas obras, merezca obtener la salud del alma y del cuerpo, la gracia de santificarse y las indulgencias que nos son concedidas. Que pueda, con el auxilio de tu misericordia, rechazar todas las acechanzas y engaños del demonio y presentarse, un día, santo e inmaculado ante tu presencia.
P: Amén.
Seguidamente, el oficiante rocía la medalla con agua bendita.

INDULGENCIAS DECRETADAS POR LA IGLESIA

El usuario habitual de la medalla del jubileo puede ganar todas las indulgencias conectadas con la medalla ordinaria y, además:

1) Todas las indulgencias que se podrían obtener al visitar la basílica, la cripta y la torre de San Benito en Montecasino (Pío IX, 31 de diciembre de 1877)
2) El 12 de marzo de 1742, el Papa Benedicto XIV, otorgó indulgencia plenaria a la medalla de San Benito si el cristiano o cristiana que la lleva consigo se confiesa, recibe la Eucaristía, ora por el Santo Padre en las grandes fiestas y durante esa semana reza el santo rosario, visita a los enfermos, ayuda a los pobres, enseña la Fe o participa en la Santa Misa.  Las grandes fiestas son Navidad, Epifanía, Pascua de Resurrección, Ascensión, Pentecostés, la Santísima Trinidad, Corpus Christi, La Asunción, La Inmaculada Concepción, el nacimiento de María, y la de San Benito.
3) La indulgencia plenaria en la fiesta de Todos los Santos (desde alrededor de las dos de la tarde del 1 de noviembre al atardecer del 2 de noviembre), varias veces al día (toties quoties), después de la confesión y la Santa Comunión, visita a una iglesia u oratorio público, orando allí de acuerdo a lasintenciones del Papa, a condición de que se vea impedido de visitar una iglesia u oratorio público de los benedictinos por enfermedad, recinto monástico esté a una distancia de por lo menos 1000 pasos. (Decr. 27 de febrero 1907, en el Acta S. Sedis, LX, 246).
4) Indulgencias parciales.
200 días de indulgencia, si uno visita una semana a los enfermos o visita la Iglesia o enseña a los niños la Fe.
7 años de indulgencia, si uno celebra la Santa Misa o está presente, y ora por el bienestar de los cristianos, o reza por sus gobernantes.
7 años si uno acompaña a los enfermos en el día de todos los Santos.
100 días si uno hace una oración antes de la Santa Misa o antes de recibir la sagrada Comunión.
Cualquiera que por cuenta propia por su consejo o ejemplo convierta a un pecador, obtiene la remisión de la tercera parte de sus pecados.
Cualquiera que el Jueves Santo o el día de Resurrección, después de una buena confesión y de recibir la Eucaristía, rece por la exaltación de la Iglesia, por las necesidades del Santo Padre, ganará las indulgencias que necesita.
Cualquiera que rece por la exaltación de la Orden Benedictina, recibirá una porción de todas la buenas obras que realiza esta Orden.

LA CRUZ DE LA BUENA MUERTE

rosario de san benito

Este crucifijo es conocido como “La Cruz de la Buena Muerte”, no sólo debido a las propiedades exorcísticas de la medalla y la imagen del Cuerpo de Cristo, sino también por el patrocinio especial de San Benito basada en su muerte.

El Papa San Gregorio Magno (AD ca 540-604) describe su muerte en su diálogo:
Seis días antes de dejar este mundo él dio órdenes para que su sepulcro se abriera, y al instante cayó en una fiebre intermitente, que lo quemaba, y cuando ya la enfermedad aumentaba día a día, en el sexto día mandó a sus monjes a llevarlo al oratorio, donde recibió el Cuerpo y la Sangre de Cristo nuestro Salvador, y su débil cuerpo después de haber sostenido las manos de sus discípulos, se levantó con sus propias manos y las levantó hasta el cielo, y como estaba en modo orante, entregó su espíritu.
La indulgencia plenaria se concederá en las condiciones habituales para alguien que, en la hora de su muerte, bese, acaricie, o haga otra reverencia al crucifijo, y encomiende su alma a Dios.

ORACIONES A SAN BENITO


CORONILLA DE SAN BENITO

La Corona de San Benito es muy fácil de rezar. Se comienza rezando el Credo, seguido por tres cortas jaculatorias tomadas de la Medalla de San Benito. Cada jaculatoria se dice tres veces y al final se acompaña de un Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Se finaliza con una oración, unas letanías a San Benito y otra oración final de intercesión y de petición de una gracia o favor.

CREDO

Creo en Dios Padre, Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

JACULATORIAS DE LA MEDALLA DE SAN BENITO

¡Que la Santa Cruz sea mi Luz,
y que el demonio no sea mi guía! [Tres veces] Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
¡Retrocede, Satanás,
no me persuadirás de cosas vanas! [Tres veces] Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Lo que me presentes, será inútil…
¡bebe tú mismo de tu propio veneno! [Tres veces] Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

ORACIÓN

Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad.
Oh! Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
(Si se deseas, se puede rezar también una Salve).

LETANÍAS DE SAN BENITO

Señor Ten piedad……Señor Ten piedad.
Cristo Ten piedad……Cristo Ten piedad.
Señor Ten piedad……Señor Ten piedad.
Cristo, Ten piedad……Cristo Ten piedad.
Cristo escúchanos……Cristo escúchanos.
Padre del Cielo Dios……Ten piedad de nosotros
Hijo Redentor del mundo……Ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo Dios……Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad Único Dios……Ten piedad de nosotros.
Santa María ……Ruega por nosotros.
Santo Padre Benito……Ruega por nosotros.
Gloria de los Patriarcas……Ruega por nosotros.
Cumplidor de su Santa Regla……Ruega por nosotros.
Retrato de todas las virtudes……Ruega por nosotros.
Ejemplo de perfección……Ruega por nosotros.
Perla de santidad……Ruega por nosotros.
Santo Padre Benito……Ruega por nosotros.
Sol que reluce en la Iglesia de Cristo……Ruega por nosotros.
Estrella que reluce en la Casa de Dios……Ruega por nosotros.
Inspirador de muchos santos……Ruega por nosotros.
Serafín de fuego……Ruega por nosotros.
Querubín transformado……Ruega por nosotros.
Autor de cosas maravillosas……Ruega por nosotros.
Santo Padre Benito……Ruega por nosotros.
Dominador de los demonios……Ruega por nosotros.
Modelo de monjes……Ruega por nosotros.
Erradicador de ídolos……Ruega por nosotros.
Honor de los confesores de la fe……Ruega por nosotros.
Consolador de las almas……Ruega por nosotros.
Ayuda en las tribulaciones……Ruega por nosotros.
Santo Padre Benito……Ruega por nosotros.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, satisfácenos Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros Señor

ORACIÓN DE PETICIÓN

Te saludamos con filial afecto, Oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos.
Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las acechanzas del demonio, y aliéntanos con tu dulce presencia.
Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos
[Mencionar tu petición]
Oh! Padre Eterno, te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí para siempre. Amén.
Monasterio benedictino de Melk Austria
Monasterio benedictino de Melk Austria

NOVENA PARA PETICIÓN A SAN BENITO

Se repite por nueve días consecutivos.
Glorioso San Benito, modelo sublime de la virtud, vaso puro de la Gracia Divina. He aquí que yo humildemente arrodillado a tus pies. Te imploro en tu misericordia que ores por mí ante el trono de Dios. A ti recurro en los peligros que a diario me rodean. Protégeme contra mi egoísmo y mi indiferencia a Dios y a mi prójimo. Inspírame para que te imite en todas las cosas. Que tu bendición esté siempre conmigo, para que yo pueda ver y servir a Cristo en los demás y trabajar por su Reino.
Obtén amablemente de Dios estos favores y gracias que necesito tanto en las pruebas, las miserias y aflicciones de la vida. Tu corazón estaba siempre lleno de amor, compasión y misericordia para con los que estaban afligidos o preocupados de alguna manera. Nunca dejaste sin consuelo y asistencia a nadie que recurriera a ti. Por lo tanto, invoco tu intercesión poderosa, confiando en la esperanza de que escucharás mis oraciones y obtendrás para mí la gracia especial y el favor que sinceramente imploro.
[Mencionar tu petición]
Ayúdame, gran San Benito, vivir y morir como hijo fiel de Dios, para funcionar en la dulzura de su voluntad amorosa, y alcanzar la felicidad eterna del cielo. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Nota: Haz una Novena a San Benito y si no obtienes respuesta, haz otra novena por otros nueve días y si sigue sin haber respuesta haz otra novena de nueve días más. Sin embargo, si aún no hay respuesta después de 27 días no lo hagas más y ora para descubrir que es lo que realmente Dios quiere sobre el caso que le pides.