11
de Octubre de 2004
Queridos
amigos,
Me
siento muy impresionado por los mensajes que ha
recibido Ana, quien afirma son directamente de Dios
Padre, Jesucristo y la Santa Madre de Dios. Para
todos aquellos a los que se dirigen estos mensajes,
es decir, a los obispos, sacerdotes, laicos, y a
los pecadores con problemas en particular, constituyen
un material excelente y sustancial para la
meditación y la oración, por lo que creo que estas cartas
no deben leerse de forma apresurada, sino más
bien apreciarlas en el tiempo del silencio y el recogimiento,
la meditación y la oración.
Asimismo
veo con gran beneplácito la total sumisión
y fidelidad de Ana a las autoridades del Magisterio,
a su Obispo local y, especialmente, al Santo
Padre. Ana es una hija leal y devota de la Iglesia.
Sinceramente
en Cristo,
Arzobispo
Philip M. Hannan, (Ret).
Presidente
de la Cadena Mundial FOCUS
Arzobispo Retirado de Nueva Orleans
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18
de Agosto - Jesús
Quiero
mostrarles a Mis hijos la gran
devoción
que tengo por ellos. Yo permanezco
siempre
en los Tabernáculos
alrededor
del mundo. Lo hago porque
deseo
que Mis hijos tengan un Cristo vivo
en
medio de ellos. Esta santidad está
disponible
a las almas que me visitan y
me
veneran en la Eucaristía. Yo soy la
cura
para todas las enfermedades. Yo soy
la
calma para todas las tormentas. Yo soy
el
consuelo para cada sufrimiento. Y
porque
intento guiar a Mis hijos de una
forma
más sobresaliente, voy a mostrarles
la
Vida que está encerrada en cada
Tabernáculo.
Queridos Míos, si ustedes
supieran
el valor de todas y cada una de
las
visitas que Me hacen a en estos
lugares,
habría multitudes durante todos
los
días con sus noches. Esta es a la multitud
que
estoy llamando ahora. Queridos
hijos
de este mundo, Yo, su Jesús, no estoy
limitado
por las leyes de la naturaleza.
Puedo
hacer cualquier cosa. Mis poderes
son
inconcebibles para las almas que no
aún
no han tenido la visión celestial, es
decir,
para las almas que permanecen en
la
tierra. Mucho se habla en su mundo de
poder,
diciendo éste tiene este poder y el
otro
tiene tal poder. Los niños están
siendo
engañados con imágenes de
poderes
ocultos o mágicos. Quiero que
paren
esto. Están obsesionados con
poderes
que NO son poderes celestiales.
Hijos
míos, incluso algunos de Mis hijos
de
la luz dicen que éstas son cosas buenas,
o
por lo menos inofensivas. Yo les
digo
ahora, con el poder de Mi Divina
Majestad,
que si un poder no viene de Mí,
es
maligno. Busquen cada día a estos
impostores
y apártenlos de sus vidas.
Ustedes
no ven el daño que se está
haciendo,
pero Yo, su Salvador, les
aseguro
que esto permite que se abra una
puerta
en su alma que no desearían que
se
abriera. Deben proteger a sus hijos de
entretenimientos
o juegos que proyecten “poderes.”
Deseo
guiarlos de esta manera específica.
Deseo
advertirlos y corregirlos. Deseo
enseñarles,
pero más que nada, deseo
amarlos.
¿Alguna vez han amado a
alguien
con gran pasión y los han rechazado?
¿Alguna
vez les han correspondido
su
amor aventándolo casualmente al
aire?
Si esto les ha llegado a pasar,
entonces
podrán entender cómo me siento.
Mi
amor es rechazado por la mayoría de
la
humanidad. Yo ofrecí Mi propia vida
por
esta humanidad, para que sus
pecados
fueran pasados por alto y olvidados.
La
humanidad, pobre humanidad tonta,
me
devuelve este regalo arrojándolo a Mis
pies,
como diciendo: ‘Tu regalo no vale
nada.
Ya no tiene valor.’ Queridos hijos, en
muchos
casos lo hacen por ignorancia, y
la
mayoría de Mis hijos no entiende que el
regalo
que ellos avientan de lado es su
propia
eternidad, su salvación. En
muchos
casos no lo asimilan porque no se
les
ha dicho. Dentro de poco habré de rectificar
esta
situación, cuando haga una
revelación
de Mí mismo a su mundo, no
dejando
espacio para la duda de que únicamente
Jesucristo
está vivo, y que sólo
Jesucristo
puede salvar. Entonces las
almas
me conocerán y serán libres de
tomar
una decisión basada en el
conocimiento.
Pequeña Mío, qué gran consuelo
tendré
cuando las almas tomen la
decisión
con antelación a ese día, basándose
en
la fe. Ahora estoy enviando Mi
Espíritu
al mundo. El Espíritu, la Tercera
Persona
de la Trinidad, llegará sobre
cada
alma que lo acoja. Mis palabras
deben
ser difundidas, y cuando estas
palabras
lleguen a un alma que esté
albergando
el Espíritu, esa persona se
encenderá
de forma espectacular. En
verdad,
la luz de cada una de estas
almas
alcanzará el Cielo, en donde los
triunfantes
se regocijarán de ver a otro
soldado
regresando a la causa. Estén
alertas,
queridos, a cada una de Mis
inspiraciones
y deseos. Practiquen
responder
con obediencia a Mis peticiones.
Caminarán
en la paz, hoy se los
prometo.
Ríndanme adoración en la
Eucaristía
para que Yo pueda instruirlos
sobre
el amor.
19
de Agosto - Jesús
Hoy
deseo hablarles del amor. Yo soy todo
amor.
Todo el amor soy Yo. Mis hijos de
este
mundo deben aprender nuevamente
acerca
de lo que es el amor, porque para
muchos,
la esencia del amor ha sido distorsionada
de
tal manera, que ya no lo
reconocen
como algo valioso o algo que se
deba
buscar y obtener. El amor es calmado
y
estable, hijos Míos. El amor es confiable.
El
amor no disminuye frente a la
tentación.
En la tierra, hay muchos tipos
de
amor y todo amor verdadero tiene su
lugar.
Quiero que Mis hijos examinen las
genuinas
oportunidades que tienen para
amar
en sus vidas. Una familia es en verdad
la
fuente principal del amor. Pero
muchas
familias han frustrado el amor y
sus
miembros se apartan amargados.
Hijos,
la obligación de amar a alguien no
significa
que no los habrán de herir.
Al
contrario, muchas veces, y debo decir
normalmente,
esta obligación de amar
asegura
que serán heridos, y además conlleva
una
obligación adicional: la de
perdonar.
Si quieren ver un ejemplo de
alguien
que haya sido herido, véanme a
Mí.
Tú no merecías ser herido pequeño, lo
entiendo
y lo veo todo. Yo tampoco merecía
que
me hirieran. Pero Yo te digo ahora,
querido
hijo, que tú me has herido
muchas
veces. Tan sólo tu negligencia me
hiere
terriblemente. Pero te amo.
Entiendo
que no eres perfecto. Te miro y
en
verdad, te perdono. Te pido que aceptes
Mi
misericordia y comencemos de nuevo
nuestro
camino juntos. Yo te pido, querido
y
lastimado hijo, que aceptes Mi misericordia
en
tu corazón y le permitas que
haga
su hogar allí. Cuando un invitado es
bienvenido,
causa pocas molestias a su
anfitrión,
porque un invitado que es verdaderamente
acogido,
se sentirá en su
casa
y no molestará a su anfitrión. Un
invitado
que es bienvenido, verá por sus
propias
necesidades y buscará ayudar a
su
anfitrión. ¿No es verdad, querido? Yo
soy
tu invitado. Soy el invitado en tu
alma.
Has todo para que me sienta
acogido
y yo sanaré, alimentaré y recuperaré
tu
alma. Tu corazón sólo latirá con
amor.
Limpiaré la amargura y habré de
remover
el daño para siempre. Te dejaré
un
excedente tan grande de misericordia,
que
tendrás suficiente para prodigarla a
todos
los que te han herido. Queridos
hijos
de este único y verdadero Dios,
busquen
a todos aquellos que los han
herido,
especialmente en su familia, y
ofrézcanles
su perdón. Ustedes no necesitan
buscarlo.
Pregúntenme en dónde está,
queridos
hijos, y en verdad, yo les proporcionaré
misericordia.
Si hacen esto,
estarán
sanos. Podrás decir Jesús, es
demasiado
difícil. No puedo hacer esto
porque
he sido muy herido. Hijo mío, nuevamente
te
aconsejo que practiques.
Repite
estas palabras de perdón en tu
cabeza.
Dilas en voz alta. Acostúmbrate a
su
sonido. Con mis gracias, no sólo será
posible,
será fácil. Confía en Mí, quien te
ama
con un amor verdadero y busca tu
paz.
No quiero que haya ninguna barrera
de
amargura entre nosotros. Quiero
sanarte.
Quiero sanar familias. No teman.
Si
alguien rechaza tu perdón, ésa es su
pérdida.
Quedarás sano y serás recompensado.
A
Mí no me interesa lo que hicieron
los
demás con el regalo que tú les diste.
Sólo
veo el hecho de que has dado, a la
hora
de examinar tu vida. Por lo tanto,
acógeme
como tu invitado, amado hijo
Mío.
Pondré tanto amor y misericordia
en
tu corazón, que no serás capaz de
repartirlo
tan rápido como se requiere. Yo
soy
tu Dios. Cree en Mí.
20
de Agosto - Jesús
Hoy
les hablo sobre la unidad. Hay
mucha
desunión en el mundo. Esta
desunión
se ha difundido en gran parte
de
la vida moderna, pero me refiero de
una
manera muy particular a la
desunión
dentro de las familias. Quiero
devolver
el sentido de la unidad a cada
familia
que me permitirá hacerlo. Hijos
Míos,
cuando hay unión en la familia, sus
miembros
experimentan una constante
afluencia
de amor, y Mi paz, que siempre
está
disponible, va dirigiendo a las familias
por
los momentos inevitables de las
dificultades,
permitiendo que sus integrantes
puedan
soportar el sufrimiento
de
una manera calmada y estable. La
oración
irá uniendo suavemente a una
familia.
Si una familia toma la decisión
de
hacer de la oración familiar una prioridad,
puedo
otorgarle muchas gracias a
ese
hogar. Las familias devotas de nuestra
madre
ya conocen esta conexión que
hay
entre la oración y la unión familiar.
Quiero
que sea igual en todas las familias.
Tomen
la firme decisión de los
momentos
en que la familia deberá
unirse
para hacer oración. Si alguna
cuestión
llega a interferir con ese
horario,
no tomen eso como una señal de
que
fue un error comprometerse para la
oración.
Simplemente vuelvan a fijar
otra
hora más adecuada. Yo, su Jesús,
estoy
observando. Yo lo entiendo todo. Si
me
dicen que su familia nunca tiene suficiente
tiempo
para estar juntos y rezar, yo
los
ayudaré a encontrar ese tiempo. Es
posible
que estén muy ocupados y
entonces
deberán eliminar ciertas actividades.
Mis
hijos de este mundo deben
entender
que hay una diferencia muy significativa
entre
el entretenimiento y el
deber.
La obligación de encontrarse con
amigos
no es tan importante como la
obligación
de la oración familiar, y es
posible
que sus prioridades requieran ser
revisadas.
No teman esta revisión porque
Yo
los ayudaré. Juntos, examinaremos su
vida
y veremos cómo y a qué hora
arreglar
un tiempo para que junten a
toda
la familia en oración. Créanme
cuando
les digo que recibirán abundantes
bendiciones
con esta decisión.
Pondré
unidad en su familia.
La
unidad también es importante con el
objeto
de que haya identidad. Los niños
en
particular, deberán entender que se
espera
que vean y respondan a la vida de
una
manera diferente por ser cristianos.
Esto
comienza en el hogar. Mis hijos más
pequeños
no comprenden cuál es su
herencia.
Con muchos de Mis hijos adultos,
la
cuestión es más seria. Han rechazado
su
herencia. Por lo tanto, nuestra
meta
es doble. Debemos educar a nuestra
juventud
y hacer un llamado amoroso a
nuestros
adultos. Miren a sus hermanos y
hermanas
en el mundo. Muchos están
experimentando
desunión familiar y van
por
la vida sintiendo amargura. No
recurren
a Mí para pedir ayuda. Simplemente
dan
por hecho que así es como la
gente
se comporta. Les aseguro, Hijos
míos,
que éste no es el comportamiento de
los
cristianos. Intento unir a las familias.
De
esta segura fuente de amor, los
niños
aprenderán a ser responsables con
los
demás y con Dios. Propongo que ésta
sea
nuevamente la norma. ¿Me ayudarán?
Acordemos
hoy, que cada familia
responderá
a este mensaje orando juntos.
Si
es indispensable, comiencen con poco,
con
un Padre Nuestro. Luego han de ir
avanzando
gradualmente. Me gustaría
que
las familia rezaran el santo rosario.
Que
esa sea su meta. La devoción a Mi
Madre
llevará a las familias rápidamente
hasta
Mí. La devoción a Mi Madre
hará
que sanen muchas heridas profundas.
Mi
Madre está unida a Mí en esta
obra
y ella me devuelve muchas, muchas
almas.
Ahora recen, como familia, y alégrense,
en
tanto que restauro la unidad
en
sus hogares.
21
de Agosto - Jesús
Hoy
quiero dirigir la atención, una vez
más,
al ritmo agitado de este mundo
moderno.
Hijos, vengan y siéntense
conmigo
ante el Sacramento de la
Eucaristía.
Estoy realmente presente en
cada
Tabernáculo alrededor del mundo.
Piensen
en uno ahora e imagínenme allí.
¿Tengo
una televisión? ¿Tengo radio? Por
supuesto
que no. Y sin embargo, estoy
realmente
allí. Qué es lo que hace, te preguntarás.
Te
digo una cosa Hijo mío, no
me
aburro. Pienso en ti. Me preocupo si
estás
lejos. Sufro si has escogido caminos
mundanos
y estás poniendo en peligro tu
alma.
Todos los días me entristezco si no
hay
una esperanza de que vengas a visitarme.
Le
pido a mi Padre que tenga
misericordia
de ti. Instruyo a Mis ángeles
para
que te cuiden con la esperanza de
que
algún día regreses a Mí. Hijo mío,
¿cuántas
veces piensas en Mí durante el
día?
Estás pensando en Mí ahora mientras
lees
estas palabras. Bueno, mientras
tu
mente está descansando en Mí, déjame
decirte
que te amo, sólo quiero tu felicidad.
Yo
puedo ayudarte en todo. Puedo
resolver
tus problemas y sanar tus heridas.
Hijo
mío, ven y siéntate frente a la
Eucaristía
en cualquier Tabernáculo, y te
cubriré
con Mis gracias y bendiciones que
brotarán
sólo para ti. Quiero que te
sientes
y te sumerjas en el silencio.
Puedes
cerrar tus ojos estando allí y yo
llenaré
tu preciosa cabeza con un río de
pensamientos
celestiales. Tengo tanto que
compartir
contigo. He visto cada herida
que
has experimentado. Cuánto veces he
deseado
consolarte. Déjame consolarte ahora.
Insisto
y les vuelvo a pedir que eliminen
tanto
ruido como puedan de su vida. El
ruido
no conduce a la santidad y si
tienen
que tolerar ruido en el mundo,
pueden
disminuir el ruido en su hogar y
en
su automóvil. En el silencio llega la
paz,
pequeños. Me encontrarán en el
silencio.
Los estoy esperando y jamás, ni
por
una vez, he retirado mi mirada lejos
de
ustedes. Deben saber que los perdono
por
todo. Sólo quiero su amor.
Las
almas encuentran este concepto muy
difícil
porque su mundo moderno se ha
burlado
a tal grado de él con el amor propio,
que
las almas desconfían. ¿Porqué me
ama
Jesús? No soy muy fácil de amar,
piensan.
A la verdad que son muchas las
almas
en este mundo que no se agradan
ni
siquiera a sí mismas. Por lo que encuentran
difícil
imaginar que alguien, particularmente
el
Dios Todopoderoso, pudiera
desearles
su bienestar, y amarlos completamente.
Te
digo, querido hijo, que la Verdad
no
se puede negar. Yo soy la Verdad. Y
te
amo mucho más de lo que puedas imaginarte.
Mi
único deseo es que regreses a
Mí
para que Yo pueda protegerte. No
temas.
No recibirás castigo alguno por tus
delitos.
Regresa a Mí ahora y perdonaré
tus
pecados. Continuaremos juntos como
si
estos pecados jamás se hubieran
cometido.
Los pecados dejan cierto residuo
en
el alma. Ven a Mí ahora, Mi amado hijo,
y
con mi aliento celestial, soplaré el
residuo
de pecado para que tu alma, ya
renovada,
proceda con alegría. Yo soy tu
Dios.
Te amo. Eso nunca cambiará.*
* Jesús no quiere
decir que no debamos participar
en el Sacramento de
la Reconciliación.
En futuras publicaciones continuaran los mensajes ...