27 de Abril del 2014
Domingo de la Divina Misericordia Oración de las 3 de la tarde
(Este mensaje se dio por partes en varios días.)
El viernes 25 de abril Nuestra Señora dijo: “Alabado sea Jesús. He venido para hacer una introducción al mensaje público de Mi Hijo a fin de que todos comprendan completamente Sus palabras y el mensaje tenga un pleno impacto.”
“Mi Hijo comienza llamando a toda la gente a Su misericordia. Advierte que las almas deben apresurarse a reconocer los errores en sus corazones y a ver la necesidad de Su misericordia, o bien, experimentar Su Justicia.”
“La última parte de Su mensaje se refiere al Resto Fiel. Él ahora está formando la Nueva Jerusalén en los corazones que se aferran a la verdad de la Tradición. Brevemente se refiere a Su segunda venida en la que Él estará sentado en el Monte del Templo. Habla del Resto como una nación santa. Esta es una nación en los corazones, no algún lugar específico.”
“Mediten estas verdades de estos tiempos.”
Jesús está aquí como está en la imagen de la Divina Misericordia. Dice: “Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado.”
“Al reunirse para celebrar la Fiesta de Mi Divina Misericordia, celebren también Mi misericordia de ‘Holy Love’, los Mensajes y todas las gracias presentes aquí en este lugar. Dense cuenta de que ‘Holy Love’ es Mi última y profunda intervención entre el corazón del mundo y Mi Desoladísimo Corazón. La siguiente intervención, la cual contengo por mérito de las oraciones de los fieles, será Mi Justicia. El hecho de que Mi Brazo esté inmóvil es porque la Voluntad de Mi Padre lo detiene. Solamente Él sabe el momento terrible de su liberación.”
“Vengo para fortalecer e incrementar al Resto y hacer firme su determinación en la verdad.”
“Solemnemente les digo que la conciencia del mundo se ha retorcido debido a la negociación de la verdad. El mal no se reconoce como tal. El pecado ya no se reconoce como pecado. Por lo tanto, la gente no busca Mi misericordia. No ven ninguna necesidad de Mi misericordia. Pero, Yo les digo, Mi Divina Misericordia es el último recurso de esperanza del mundo.”
“La amenaza más seria de la humanidad no es la guerra o un desastre nuclear, ni siquiera los desastres naturales graves. La amenaza más grande de la humanidad es su incapacidad de distinguir el bien del mal. Así, la humanidad sigue debilitando su relación Conmigo y dejando de buscar la Divina Voluntad de Mi Padre. Esta desconexión entre el Cielo y la tierra tiene que ser la mayor preocupación del hombre y el motivo de corrección más urgente. En esto radica el remedio para la paz y la restauración de la prosperidad.”
“Hoy vengo para hacer de ustedes una nueva nación; una nación separada de todas las demás, una nación que no esté delimitada por fronteras geográficas, por la política ni por la economía. Será una nación como ninguna otra. Está destinada a ser una nación en los corazones; corazones que abracen la verdad y vivan en Amor Santo. Esta nación está formada por Mi abundante misericordia por las almas. Será gobernada por la Divina Voluntad de Mi Padre. Él no tendrá favoritismo, ni complacerá o halagará a quienes estén en el error. En Su tiempo perfecto Mi Padre me pondrá victorioso sobre todo error y Yo estaré sentado en el Monte del Templo. Entonces, se les dará la libertad de amarme abiertamente y de rezar cuando y donde quieran.”
“Sí, estoy poniendo el cimiento de la Nueva Jerusalén en todos los corazones que viven en la verdad.”
“Esta nación santa, esta nación de la verdad de la que hablo, es el Resto Fiel. Estas almas tenaces son las que formarán el cimiento de la Nueva Jerusalén. Ellas ya han empezado a hacerlo aferrándose a la Tradición.” (Favor de leer 2ª Tesalonicenses 2:13-15.)
‘Nosotros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios por ustedes, hermanos, amados del Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. Para esto los ha llamado por medio de nuestro Evangelio, para que consigan la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así pues, hermanos, manténganse firmes y conserven las tradiciones que han aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.’
“El día de hoy los invito a celebrar Mi misericordia en sus corazones y en el mundo a su alrededor. Mi misericordia es lo que los sostiene a ustedes y al mundo durante estos tiempos difíciles. No se dan cuenta del todo de los peligros de elegir insensatamente ni de las consecuencias del pecado. Empecemos de nuevo hoy. Descubramos un nuevo sendero de rectitud entre la maraña de la verdad negociada.”
“Mis hermanos y hermanas, estoy utilizando todas sus oraciones hoy y las de anoche por la intención de envolver el corazón del mundo con Mi Divina Misericordia. Así, Mi Desolado Corazón será sosegado un poco.”
Ahora Jesús tiene con Él al papa Juan Pablo II y al papa Juan XXIII, y ellos nos bendicen.
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miércoles, 30 de abril de 2014
Mensaje de la Divina Misericordia (Amor Santo) "Habla María: ...Mi Hijo comienza llamando a toda la gente a Su misericordia. Advierte que las almas deben apresurarse a reconocer los errores en sus corazones y a ver la necesidad de Su misericordia, o bien, experimentar Su Justicia. Él ahora está formando la Nueva Jerusalén en los corazones que se aferran a la verdad de la Tradición. Habla del Resto como una nación santa. Habla Jesús: ...Esta es una nación en los corazones, no algún lugar específico. Una nación separada de todas las demás, una nación que no esté delimitada por fronteras geográficas, por la política ni por la economía. Será una nación como ninguna otra. Esta nación está formada por Mi abundante misericordia por las almas. Sí, estoy poniendo el cimiento de la Nueva Jerusalén en todos los corazones que viven en la verdad. Esta nación santa, esta nación de la verdad de la que hablo, es el Resto Fiel. Estas almas tenaces son las que formarán el cimiento de la Nueva Jerusalén. Ellas ya han empezado a hacerlo aferrándose a la Tradición..."
martes, 29 de abril de 2014
(El Gobierno Único Mundial) CHOMSKY: “EN EUROPA VAN HACIA LAS DICTADURAS” El filósofo estadounidense alerta sobre el inevitable colapso de las democracias europeas. Pero subrayó que este fenómeno es universal y que la sociedad actual va camino de la plutocracia. “Hasta el diario Wall Street Journal ha descrito que la democracia en los Estados Unidos está al borde del colapso, pues todo gobierno, sea de derecha o de izquierda, sigue la misma política, decidida por grupos de banqueros y burócratas”, afirmó de forma contundente y lapidaria el intelectual norteamericano
Las democracias europeas llegaron al colapso total, independientemente del color político de sus gobiernos, porque las decisiones las toman dirigentes y burócratas de Bruselas, no electos, aseguró el filósofo Noam Chomsky.
Al participar en el Festival de las Ciencias, en el Auditorio de Roma, Chomsky advirtió que con el proceso de destrucción de las democracias, en el viejo continente, se va hacia las dictaduras.
En particular, opinó que en Italia la democracia desapareció cuando en noviembre de 2011 arribó al gobierno el ex comisario europeo, Mario Monti, designado “por los burócratas de Bruselas” y no por los electores de esa nación.
Pero subrayó que este fenómeno es universal y que la sociedad actual va camino de la plutocracia.
“Hasta el diario Wall Street Journal ha descrito que la democracia en los Estados Unidos está al borde del colapso, pues todo gobierno, sea de derecha o de izquierda, sigue la misma política, decidida por grupos de banqueros y burócratas”, afirmó de forma contundente y lapidaria el intelectual norteamericano.
Según Chomsky, tanto en los Estados Unidos como en Europa, la agenda política es dictada por los intereses particulares de los grandes grupos financieros y bancarios, que tienen como objetivo principal la destrucción de los sistemas de previsión social, una de las principales conquistas, en el continente europeo, tras finalizar la etapa de la postguerra.
Dijo que el concepto ha sido muy bien sintetizado por el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que reconoció públicamente en una reciente entrevista, que “el contrato social ha muerto”.
“Esto quiere decir que la política sólo sirve para hacer mucho más ricos a los banqueros”, precisó el también lingüista norteamericano.
Advirtió que incluso internet y los nuevos medios, espacios y lenguajes innovadores que para muchos podrían contribuir a romper el círculo vicioso del poder, implican peligros.
“Me parece que a menudo los nuevos medios llevan hacia una visión más estrecha del mundo, porque las personas son atraídas por medios que expresan exactamente su misma concepción de las cosas”, dijo.
En este sentido, explicó que mientras en un mismo diario todavía se pueden encontrar opiniones diversas, en un blog por internet existe solamente una, la del autor.
“Depende mucho de cómo se usen estos medios. Pueden ser un bien al ampliar nuestros horizontes, pero también un mal”, sintetizó.
El lingüista también se refirió al neoliberalismo como “un gran ataque contra la población mundial, el más grande ataque ocurrido en los últimos 40 años”. Fuente ...
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Lucas 12:17-22
17 Así que se puso a pensar: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha.” 18 Por fin dijo: “Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todo mi grano y mis bienes. 19 Y diré: Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y goza de la vida.” 20 Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te van a reclamar la vida (el alma). ¿Y quién se quedará con lo que has acumulado?” 21 »Así le sucede al que acumula riquezas terrenales solo para sí mismo, en vez de ser rico delante de los ojos de Dios, es un necio.
lunes, 28 de abril de 2014
Una gran serenidad es a menudo la marca del momento de transición a la otra vida. Muchos tienen experiencias para relatar, especialmente médicos y enfermeros, y familiares al lado del lecho. La mayoría de las muertes son tranquilas y generan una sensación de paz en los que está al lado, y se han visto y sentido cosas extraordinarias. “Soy una enfermera del turno de la noche y he estado durante treinta años, trabajando muchos de esos años en cuidados intensivos. Muchos de mis pacientes han muerto y vuelto, han visitado el cielo, el infierno. Algunos ven las cosas más increíbles cuando el velo se adelgaza entre este mundo y el otro en sus viajes hacia el Cielo.”
Hay cuentos de luces actuando en la habitación e indicios de una revisión de la vida, hasta incluso se han dado casos de personas que han presenciado esta revisión externamente.
SERENIDAD EN EL MOMENTO DEL PASO
Recientemente, una asistente de atención domiciliaria, Mary Ann Buchan, del oeste de Nueva York, dijo que es muy común para la gente esperar un cierto sentido de conclusión antes de apagarse serenamente y hacer el paso.
La mayoría de las muertes son de esa manera: apacibles.
“A veces, puedo sentir el paso del alma a través de mí, en el camino a la eternidad”, ella cree. “En realidad, usted puede sentir una vacante, después que una persona se va.”
Hay algunos que tienen miedo, por supuesto; pero esto generalmente se disipa. Otros pueden estar esperando a un ser querido regresar de un viaje y que esté al lado de la cama antes de dar paso a la eternidad.
Las muertes “pánico” ocurren entre los que “no han sido correctos, no están en paz con ellos mismos”, dijo otra católica, Grace Bubulka, una administradora de enfermería en California, añadiendo sin embargo que,
“a menudo se ven pacíficos o aliviados o están experimentando algo maravilloso justo antes de estar clínicamente muertos”.
Tal es la misericordia de Dios.
LOS QUE ESTÁN AL LADO VEN PRODIGIOS
“Soy una enfermera del turno de la noche y he estado durante treinta años, trabajando muchos de esos años en cuidados intensivos”, escriben otra experiencia desde Maryland.
“Muchos de mis pacientes han muerto y vuelto, han visitado el cielo, el infierno. Algunos ven las cosas más increíbles cuando el velo se adelgaza entre este mundo y el otro en sus viajes hacia el Cielo.”
Hay casos, afirma un investigador clave en el campo, en el que los que están en la cabecera comparten la experiencia de la muerte, la transición con el moribundo.
“El día que murió mi madre, mis dos hermanos, mi hermana, mi cuñada, y yo estabamos todos en la sala”, dijo una mujer de Atlanta al investigador.
“Mi madre no había dicho una palabra en varias horas, y estaba respirando con un patrón irregular. Ninguno de nosotros estaba muy molesto porque mi madre había estado en un curso de descenso y sabíamos que era el final”.
“De repente, una luz brillante apareció en la habitación. Mi primer pensamiento fue que un reflejo brillaba a través de la ventana de un vehículo que pasaba por el exterior. Incluso mientras lo pensaba, sin embargo sabía que no era cierto, porque no era cualquier tipo de luz de esta tierra. Le di un codazo a mi hermana para ver si ella también la veía, y cuando miré, sus ojos eran tan grandes como platos. A la vez que vi a mi hermano literalmente jadear. Todos lo vieron juntos. Entonces mi madre acababa de expirar e hicimos todo tipo de suspiro de alivio. En ese momento, vimos vívidas luces brillantes que parecían reunirse alrededor y trabajando, no sé cómo llamarlo, en una puerta de entrada. Estar al lado de esto fue una sensación de alegría completa”.
¿Podría haber sido un rayo de luz como este (pero más potente) el que creó la imagen de la Sábana Santa?
Otros han co-experimentado la “revisión de vida” de la persona al partir. Llamo a estas experiencias “empáticas” de muerte, dice este autor (un médico, en Glimpses of Eternity).
Otro pariente vio en la habitación comenzar una luz de forma diferente que parecía cambiar de forma cuando murió su madre, viendo como una película o un sobre de luz levantándose desde ella.
Un médico canadiense llegó a ver un paciente que parecía extrañamente iluminado de pie al final de un pasillo del hospital mirando algo. Cuando el médico se acercó, se dio cuenta de que esta persona, que tenía una enfermedad pulmonar obstructiva crónica grave, estaba mirando un cadáver en una camilla – el suyo.
“Había un tipo de luz que emanaba de él – una luz clara – y sentí como si estuviera viendo a su alma”, dijo este hombre de la medicina. En un“destello”, el paciente desapareció en un campo de “luz dorada brillante.” Había una sensación de alegre energía rodando hacia atrás y adelante, como si presencias invisibles hubieran estado allí para ayudar.
Aún otro vio dos pilares de la luz cuando un familiar expiró.
Dijo una mujer llamada Gail (quien fue testigo de la muerte de su hermana),
“de hecho, sentí que dejaba su cuerpo. Me incliné para darle un abrazo y sentí su pase a través de mí como un impulso de energía. Era realmente una explosión de felicidad y liberación”.
Y un testigo más de repente se encontró reviviendo una escena de la vida de su abuelo moribundo justo antes de partir y en el momento de la muerte, según él para ver un “balón de oro” crecer en el pecho de su abuelo.
Hay historias increíbles – tal vez demasiadas para los cínicos que descreen de ellas.
Fuentes: Spirit Daily, Signos de estos Tiempos
Mensaje de la Virgen en Medjugorje (02 y 25 de Abril 2014) "... Yo estoy con ustedes e intercedo por todos ustedes ante mi Hijo Jesús y los amo con un amor inconmensurable ...Por lo tanto, queridos hijos míos, con los corazones colmados de amor, invocad el nombre del Padre Celestial para que os ilumine con el Espíritu Santo. Por medio del Espíritu Santo, os convertiréis en fuente del amor de Dios. De esa fuente beberán todos aquellos que no conocen a mi Hijo, todos los sedientos del amor y de la paz de mi Hijo..."
Ultimo Mensaje, 25 de abril de 2014
“Queridos hijos! Abran sus corazones a la gracia que Dios les da a través de mí como una flor que se abre a los cálidos rayos del sol. Sean oración y amor para todos aquellos que están lejos de Dios y de Su amor. Yo estoy con ustedes e intercedo por todos ustedes ante mi Hijo Jesús y los amo con un amor inconmensurable. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”
Ultimo Mensaje, 2 de abril de 2014 - Aparición a Mirjana
“Queridos hijos, con amor materno deseo ayudaros para que vuestra vida de oración y penitencia sea un verdadero intento de acercamiento a mi Hijo y a Su luz divina, para que sepáis cómo separaros del pecado. Cada oración, cada Misa y cada ayuno son un intento de acercamiento a mi Hijo, una remembranza de Su gloria y un refugio del pecado; son el camino hacia una nueva unión del buen Padre con sus hijos. Por lo tanto, queridos hijos míos, con los corazones colmados de amor, invocad el nombre del Padre Celestial para que os ilumine con el Espíritu Santo. Por medio del Espíritu Santo, os convertiréis en fuente del amor de Dios. De esa fuente beberán todos aquellos que no conocen a mi Hijo, todos los sedientos del amor y de la paz de mi Hijo. ¡Os doy las gracias! Orad por vuestros pastores. Yo oro por ellos y deseo que ellos sientan siempre la bendición de mis manos maternas y el apoyo de mi Corazón materno. ”
viernes, 25 de abril de 2014
Por primera vez y de manera in-edita en la historia de la Iglesia, dos Papas serán Canonizados a la vez ---> S.S. Juan XXIII y S.S. Juan Pablo II. La Red Global Catolica -EWTN- transmitirá una Programación Especial para conmemorar la vida de estos dos grandes hombres, así como la Cobertura en Vivo de los eventos de la canonización desde Roma
Juan Pablo II fue un místico: hechos extraordinarios de su vida. Algo que la mayoría no sabe. Todo indica que Juan Pablo II no era sólo una inteligencia extraordinaria, sino que su verdadero poder, al parecer, fue su aspecto místico – una vida espiritual que apenas se dejó entrever para la mayoría. De hecho el primer doctorado de Juan Pablo fue en teología mística – algo que ha sido despojado de los seminarios modernos (y por eso que muchos sacerdotes no saben cómo manejar los informes sobrenaturales)
Pero existe evidencia de que lo sobrenatural ha rodeado a este gran hombre desde el principio. En el momento de su nacimiento el 18 de mayo de 1920, en una pequeña ciudad polaca llamada Wadowice, la madre de Juan Pablo pidió a la comadrona abrir la ventana para que los primeros sonidos que escuchara su recién nacido fueran los cantos en honor de María, la Madre de Dios, de una iglesia al otro lado de la calle. La habitación se inundó de luz.
Tres meses después, el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María, las fuerzas polacas comandadas por el mariscal repelieron un ataque soviético poderoso a las puertas de Varsovia, que se hizo conocido como el “milagro del Vístula”, una victoria que paró que el comunismo se extendiera a Alemania y el resto de Europa occidental.
Así se inició una vida que el escritor, Tad Szulc, describe como lleno de
“una sucesión de acontecimientos dramáticos y coincidencias asombrosas, rayanas en lo místico.”
De hecho el primer doctorado de Juan Pablo fue en teología mística – algo que ha sido despojado de los seminarios modernos (y por eso que muchos sacerdotes no saben cómo manejar los informes sobrenaturales) – y antes de que él fuera el Papa se encontró con el gran místico italiano, Padre Pío.
Según Szulc (un ex reportero de The New York Times que escribió un excelente libro sobre el Papa) la leyenda dice que Pío, al enterarse de la futura confesión del Papa, se arrodilló a sus pies, le predijo de que el clérigo polaco sería llamado al trono de Pedro y también sería blanco de un intento de asesinato.
En 1962 el futuro Papa supuestamente escribió al padre Pío para pedirle que ore por una madre que tenía cáncer – y luego se dirigió de nuevo una semana más tarde para decir que la mujer se había recuperado de repente.
En 1974, el Papa regresó a la ciudad del Padre Pío y pasó tres días en oración allí.
Monseñor Slawomir Oder, que ha escrito un bestseller internacional, ¿Por qué es un santo?, documenta otros “episodios inusuales” en la vida de la gran Wojty?a, incluyendo el recuerdo de un testigo que tuvo una audiencia con el Papa después de haber participado en una misa privada en su capilla privada,
“En un determinado momento de la conversación”, dice Slawomir, “[el testigo] tenía la impresión de que el rostro del pontífice vaciló y se desvaneció, reemplazada por la imagen benevolente de la cara del Padre Pío. Cuando reveló su experiencia al Papa, él oyó la sencilla respuesta: ‘Yo lo veo, también’”.
Ha habido muchos rumores sobre las capacidades místicas de Juan Pablo II. Él tenía el aura de un visionario – un brillo alrededor de él que era casi incandescente – e hizo que visitara los principales santuarios sobrenaturales: Guadalupe, Lourdes, Fátima. Ha visitado Zaravanystya en Ucrania (donde la Virgen se ha aparecido a través de los tiempos históricos), fue profundamente devoto de Czestochowa y dijo que visitaría Medjugorje en la antigua Yugoslavia si Él no fuera el Papa (porque aún tiene que ser aprobada formalmente, aunque los fieles están autorizados a ir).
Los videntes afirman que él es uno de ellos, que también él puede ver u oír cosas. No hay corroboración de muchos informes y tenemos que tener cuidado con este tipo de rumores, pero si alguno fuera cierto no nos sorprendería. Los que se encontraron con él lo describen con una notable paz – una paz como la que siente en un lugar como Medjugorje – y se dice que un pequeño grupo de obispos que pasaba por la capilla privada del Papa, una vez echó un vistazo y vio al Papa levitando, mientras estaba en oración .
Una vez más, se trata de informes que habría que corroborar, pero no hay duda de que cuando se trataba de la oración el Papa era un místico.
Como dijo Szulc,
“Amigos que han conocido a Karol Wojtyla (su nombre de nacimiento) durante décadas insisten en que la oración y la meditación son la principal fuente de su fortaleza mental y física y su asombrosa capacidad de restaurar su energía a pesar de su horario de trabajo en el Vaticano y los agotadores viajes en avión por el mundo”.
De hecho, de acuerdo con Szulc, se dice que el pontífice rezaba tanto como siete horas al día; en su capilla privada en la madrugada, a veces postrado ante el altar, luego con los invitados antes del desayuno, a menudo en su estudio junto a su dormitorio, en las misas y servicios, a bordo de aviones, en el asiento trasero de la limusina. Algunos dicen que durante la oración que se le oía pedir en voz alta por la Iglesia y el mundo.
¿Ha visto a la Virgen María? Desde luego, le ha proporcionado orientación excepcional. E incluso se ha comportado públicamente de una manera mística.
Fue muy parecido a dos de sus héroes: San Benito y San Gregorio Magno, los cuales eran igualmente místicos. A menudo ha sido un trueno, como un profeta del Antiguo Testamento (arremetiendo contra la ONU y el descenso del mundo en el pecado), y el 24 de junio 1977 – el mismo día que María aparecería cuatro años más tarde en Medjugorje por primera vez – dijo a un cardenal,
“Nos encontramos en presencia de la mayor confrontación en la historia, la más grande que la humanidad ha tenido que enfrentar. Estamos frente a la confrontación final entre la Iglesia y la anti-Iglesia, entre el Evangelio y la anti-evangelio”.
Se refirió a “los signos de los tiempos”, una frase cargada de presagios místicos. Ha mostrado un gran afecto hacia Medjugorje y tenía lapsos en semi-inconciencia, a veces mientras recitaba el Rosario.
Cuando le dispararon en 1981 – en el aniversario de Fátima – la bala hizo un curso milagroso alrededor de los órganos vitales y vasos sanguíneos.
Dormía en una habitación pequeña en una cama individual con un cofre cercano (a pesar del esplendor que le rodeaba).
Si él fue un místico, ¿cuál es su profecía?: Rechazar la desesperación, él dice; Dios siempre gana al final.
Fuentes: Spirit Daily, Signos de estos Tiempos
lunes, 21 de abril de 2014
Taller de María Santísima --> Oración y Desarrollo de la Armadura de Dios a través del Espíritu de María. Descubre por que la FE de MARÍA SANTÍSIMA es la unción estratégica de este tiempo para alcanzar el avivamiento del Espíritu en tu vida, familia, comunidad y parroquia. Recibe la sanación y liberación, desde la humildad del Espíritu de María que es el ESPÍRITU SANTO según San Luis María de Montfort. Retiro espiritual dictado en la cuidad de carora (venezuela) el 05 y 06 de abril de 2014 . Parroquia de San José de Calicanto
En Siria: Dos jóvenes cristianos fueron crucificados en Maaloula por los extremistas y en cuanto a algunas mujeres, les sacaron a sus bebés y los ataron a los árboles con sus cordones umbilicales. Publicamos un estremecedor relato de las atrocidades cometidas contra los cristianos en Maaloula (Siria), procedente de una entrevista a la Hermana Raghida, del Patriarcado Greco-Católico en Damasco, a la edición francesa de Radio Vaticano. Siria, antes uno de los países más seguros, se ha convertido en una tierra de lucha feroz en la que los cristianos son particularmente vulnerables
(Aleteia/InfoCatólica) La ciudad de Maaloula, recientemente conquistada por las tropas gubernamentales y destruida en su mayor parte, después de estar bajo control de los yihadistas, se ha convertido en el símbolo del martirio de los cristianos en Siria.
La hermana Raghida, doctora en Educación, estuvo al frente de la escuela del Patriarcado Greco-Católico en Damasco, la capital siria. Hoy vive en Francia. Su madre y sus seis hermanos y hermanas están todavía en Siria, donde su vida está en peligro todos los días.
«En los pueblos y aldeas que están ocupadas por elementos armados, los yihadistas y los grupos musulmanes extremistas ofrecen a los cristianos dos alternativas: la shahada (profesión de fe musulmana, ndr.) o la muerte. A veces piden un rescate. Así que están entre la shahada, el rescate o la muerte. Quienes no niegan su fe sufren el martirio, y además un martirio extremadamente inhumano, de una violencia extrema que no tiene nombre.
Si quieren ejemplos, en Maaloula crucificaron a dos jóvenes porque no quisieron decir la shahada. Les dijeron: «entonces quieren morir como su amo en el que creen. Tienen una opción: recitan la shahada o serán crucificados». Y les crucificaron. Hubo uno que fue crucificado delante de su padre. Incluso mataron a su padre. Esto ocurrió por ejemplo en Abra, en la zona industrial en las afueras de Damasco. En cuanto entraron en la ciudad, comenzaron a matar a hombres, mujeres y niños . Y después de la masacre, se llevaron las cabezas y jugaron al fútbol con ellas.
En cuanto a las mujeres, les sacaron a sus bebés y los ataron a los árboles con sus cordones umbilicales. Afortunadamente, la esperanza y la vida es más fuerte que la muerte. Después de un período de calma y de que la ciudad volviera a manos del ejército, hicimos misas de réquiem, y seguimos rezando intensamente.
Frente a estas atrocidades, ¿cómo se las arreglan para vivir todos los días?
Ellos huyen a lugares un poco más tranquilos porque la lucha se concentra en algunas regiones o ciudades. Las personas se dirigen a las zonas más tranquilas, con familiares o con amigos. Hay escasez de alimentos. En algunos lugares, hay algunas verduras, pero son demasiado caras , porque la vida se ha incrementado en un 500% , si no más. Hay algunos que aún ganan un pequeño salario. Todavía hay algunos funcionarios que van a trabajar con riesgo de su vida. Cuando van a su trabajo, no saben si van a regresar con vida o no. Y lo mismo sucede con los jóvenes que van a la escuela o la universidad, porque la gente no quiere vivir sintiendo que esperan la muerte, hay instituciones que continúan con los que pueden acudir. Se está creando una solidaridad entre las personas. Cuando falta el combustible, el gas , la electricidad e incluso el pan, los vecinos se ayudan. La mayor preocupación son los niños.
¿Cómo vivían los cristianos antes de la guerra?
Siria es un país laico, en el sentido pleno del término. Había una convivencia entre cristianos y musulmanes. Se aceptaban, con sencillez. Por desgracia, los acontecimientos han cambiado. Al principio les apoyaban. Incluso ahora, las minorías neutrales les siguen apoyando. Vivimos a todas horas en el miedo y el temor. Antes de estos acontecimientos, vivíamos muy bien. Este era el único país donde los cristianos podían practicar su fe. Había una seguridad que no se daba en ningún otro país vecino. Las Iglesias se ayudaban. De hecho, las procesiones eran conjuntas, entre ortodoxos y católicos. Los cristianos eran cristianos, sin hacer distinciones de credos y ritos. Había realmente un acuerdo especial. Por desgracia, ya no. Dos tercios de los cristianos ya han abandonado el país, y ya no quedan muchos. Después de las amenazas y los asesinatos de Maaloula, los cristianos se dicen: «Nuestro turno llegará. Así que vamos a salvar a los niños». A pesar de los llamamientos de los patriarcas y del Papa, de quedarse allí, los que realmente se quedan son personas que no tienen los medios para huir y a las que se les niegan los visados.
¿Y qué hay de tu familia?
He intentado traer a mi mamá a Francia en dos ocasiones, pero el visado fue rechazado. Mis dos hermanos, así como otros parientes, vecinos y amigos, han intentado conseguir el visado, pero se les ha denegado. ¿Cómo ayudar a estos cristianos? Sienten que no los protegemos, se sienten abandonados y que no vamos a dejar que se vayan. Los que quedan están realmente en peligro.
¿Hay aún razones para la esperanza?
El Señor no nos abandonará. Hay hombres de buena voluntad que todavía siguen trabajando y trabajan por el retorno de la paz. Ellos siguen orando y dicen «nadie muere antes de su hora». Sin embargo, nuestro país se va a recuperar, se reconstruirá y se volverá aún más fuerte que antes. La solidaridad es más fuerte que antes. Nuestro compromiso con Cristo y nuestra fe será aún más fuerte que antes.
Por último, ¿quiere añadir algo o hacer un llamamiento?
Hago un llamamiento a los protagonistas, sobre todo franceses, porque Francia tiene una influencia muy poderosa sobre los demás. Así que llamo a estos protagonistas a repensar los derechos humanos y la dignidad del hombre. También quiero decir a todos mis compatriotas que hay personas que piensan en ellos y rezan por ellos. Por lo tanto, no se desesperen.
domingo, 20 de abril de 2014
Felices Pascuas de Resurrección: Christos Anesti !!! La Resurrección de Jesucristo, según la visión dada a la beata Anna Catalina Emmerick y las visiones dadas a sor María de Jesús de Agreda "...Estuvo el alma de Cristo nuestro Salvador en el limbo desde las tres y media del viernes a la tarde, hasta después de las tres de la mañana del domingo siguiente. A esta hora volvió al sepulcro. En el sepulcro estaban otros muchos ángeles que le guardaban, venerando el sagrado cuerpo unido a la divinidad. Y algunos de ellos, por mandato de su Reina, habían recogido las reliquias de la sangre que derramó su Hijo Santísimo, los pedazos de carne que le derribaron de las heridas, los cabellos que arrancaron de su divino rostro y cabeza, y todo lo demás que pertenecía al ornato y perfecta integridad de su humanidad santísima. Y los ángeles guardaban estas reliquias. Por ministerio de los ángeles fueron restituidas al sagrado cuerpo difunto todas las partes y reliquias que tenían recogidas, dejándole con su natural integridad y perfección. Y al mismo instante el alma santísima del Señor se reunió al cuerpo, y juntamente le dio inmortal vida y gloria. Y en lugar de la sábana y unciones con que le enterraron, quedó vestido de los cuatro dotes de gloria: claridad, impasibilidad, agilidad y sutileza..."
Anna Catalina Emmerick:
Cuando se acabó el sábado, Juan fue con las santas mujeres, las consoló. Pero no podía contener sus propias lágrimas por lo que se quedó con ellas solo un corto espacio de tiempo. Entonces, Pedro y Santiago el menor fueron también a verlas con el mismo propósito de confortarlas. Ellas prosiguieron con su pena después de que ellos se fueran…
Vi el alma de Nuestro Señor entre dos ángeles ataviados de guerreros; era luminosa, resplandeciente como el sol del mediodía, la vi atravesar la piedra y unirse con el Sagrado Cuerpo. Vi moverse sus miembros, y el Cuerpo del Señor, unido con su alma y con su divinidad, salir de su mortaja brillante de luz. En ese mismo instante me pareció que una forma monstruosa, con cola de serpiente y una cola de dragón salía de la tierra debajo de la peña, y que se levantaba contra Jesús. Creo que también tenía una cabeza humana. Vi que en la mano del Resucitado ondeaba un estandarte. Jesús pisó la cabeza del dragón y pegó tres golpes en la cola con el palo de su bandera. Desapareció primero el cuerpo, después la cabeza del dragón y quedó solo la cabeza humana. Yo había visto muchas veces esta misma visión antes de la Resurrección y una serpiente igual a la que estaba emboscada en la concepción de Jesús. Me recordó también la serpiente del paraíso, pero esta todavía era más horrorosa. Creo que era una alegoría de la profecía: “El hijo de la mujer romperá la cabeza de la serpiente”, y me pareció un símbolo de la victoria sobre la muerte, pues cuando Nuestro Señor aplastó la cabeza del dragón, ya no vi el sepulcro.
Jesús resplandeciente, se elevó por medio de la peña. La tierra tembló. Uno de los ángeles guerreros, se precipitó del cielo al sepulcro como un rayo, apartó la piedra que cubría la entrada y se sentó sobre ella. Los soldados cayeron como muertos y permanecieron en el suelo sin dar señales de vida. Casio, viendo la luz brillar en el sepulcro se acercó, tocó los lienzos vacíos y se fue con la intención de anunciar a Pilato lo sucedido. Sin embargo aguardó un poco porque había sentido el terremoto y había visto al ángel apartar la piedra a un lado y el sepulcro vacío. Mas no había visto a Jesús.
Mientras la Santísima Virgen oraba interiormente llena de un ardiente deseo de ver a Jesús, un ángel vino a decirle que fuera a la pequeña puerta de Nicodemo, porque Nuestro Señor estaba cerca. El corazón de María se inundó de gozo; se envolvió en su manto y se fue, dejando allí alas santas mujeres sin decir nada a nadie. Le vi encaminarse deprisa hacia la pequeña puerta de la ciudad por donde había entrado con sus compañeras al volver del sepulcro. Caminaba con pasos apresurados, cuando la vi detenerse de pronto en un sitio solitario. Miró a lo alto de la muralla de la ciudad y el alma de Nuestro Señor, resplandeciente, bajó hasta su Madre acompañada de una multitud de almas y patriarcas. Jesús, volviéndose hacia ellos dijo: “He aquí a María, he aquí a mi Madre”. Pareció darle un beso y luego desapareció.
En el mismo instante en que un ángel entraba en el sepulcro y la tierra temblaba vi a Nuestro Señor resucitado apareciéndose a su Madre en el Calvario; estaba hermoso y radiante. Su vestido que parecía una copa, flotaba tras Él, era de un blanco azulado, como el humo visto a la luz del sol. Sus heridas resplandecían, y se podían ver a través de los agujeros de las manos. Rayos luminosos salían de las puntas de sus dedos. Las almas de los patriarcas se inclinaron ante la Madre de Jesús. El Salvador mostró sus heridas a su Madre, que se posternó para besar sus pies, mas Él la levantó y desapareció. Se veían luces de antorchas a lo lejos cerca del sepulcro, y el horizonte se esclarecía hacia el oriente, encima de Jerusalén.
La Santa Virgen cayó de rodillas y besó el lugar donde había aparecido su Hijo. Debían ser las nueve de la noche. Sus rodillas y sus pies quedaron marcados sobre la piedra. La visión que había tenido la había llenado de un gozo indecible. Y regresó confortada junto a las santas mujeres, a quienes halló ocupadas en preparar ungüentos y perfumes. No les dijo lo que había visto, pero sus fuerzas se habían renovado, consoló a las demás y las fortaleció en su fe
La Santa Virgen se unió a la preparación de los bálsamos que las santas mujeres habían empezado a elaborar en su ausencia. La intención de ellas era ir al sepulcro antes del amanecer del día siguiente, y verter esos perfumes en el Cuerpo de nuestro Señor.
Las santas mujeres
Estaban las mujeres cerca de la pequeña puerta de Nicodemus cuando Nuestro Señor resucitó pero no vieron nada de los prodigios que habían acontecido en el sepulcro. Tampoco sabían que habían puesto allí una guardia, porque no habían ido la víspera a causa del sábado. Mientras se acercaban se preguntaban entre sí con inquietud: “¿Quién nos apartará la piedra de la entrada?” Querían echar agua de nardo y aceite aromatizado con flores sobre el Cuerpo de Jesús. Querían ofrecer a Nuestro Señor lo más precioso que pudieran encontrar para honrar su sepultura. La que había llevado más cosas era Salomé, no la madre de Juan, sino una mujer rica de Jerusalén, pariente de san José.
Decidieron que, cuando llegaran, dejarían sus perfumes sobre la piedra y esperarían a que alguien pasara para apartarla. Los guardias seguían tendidos en el suelo y las fuertes convulsiones que los sacudían, demostraban cuán grande había sido su terror. La piedra estaba corrida hacia la derecha de la entrada, de modo que se podía penetrar en el sepulcro sin dificultad. Los lienzos que habían servido para envolver a Jesús estaban sobre el sepulcro. La gran sábana estaba en su sitio pero sin su Cuerpo. Las vendas habían quedado sobre el borde anterior del sepulcro, las telas con que María Santísima había envuelto la cabeza de su Hijo estaban en donde había reposado esta.
Vi a las santas mujeres acercarse al jardín, pero, cuando vieron las luces y los soldados tendidos alrededor del sepulcro, tuvieron miedo y se alejaron un poco. Pero Magdalena, sin pensar en el peligro, entró precipitadamente en el huerto y Salomé la siguió a cierta distancia. Otras dos, menos osadas se quedaron en la puerta. Magdalena, al acercarse a los guardias, se sintió sobrecogida y esperó a Salomé; las dos juntas pasaron entre los soldados caídos en el suelo y entraron en la gruta del sepulcro.Vieron la puerta apartada de la entrada y cuando, llenas de emoción penetraron en el sepulcro, encontraron los lienzos vacíos. El sepulcro resplandecía y un ángel estaba sentado a la derecha sobre la piedra. No sé si Magdalena oyó las palabras del ángel, mas salió perturbada del jardín y corrió rápidamente a la ciudad, donde se hallaban reunidos los discípulos. No sé tampoco si el ángel habló a María Salomé, que había quedado en la entrada del sepulcro, pero la vi salir también muy deprisa del jardín, detrás de Magdalena, y reunirse con las otras dos mujeres anunciándoles lo que había sucedido. Se llenaron de sobresalto y de alegría al mismo tiempo, y no se atrevieron a entrar.
Casio que había esperado un rato, pensando quizá que podía ver a Jesús, fue a contárselo todo a Pilato. Al salir se encontró con las santas mujeres, les contó lo que había visto y las exhortó a que fueran a asegurarse por sus propios ojos. Ellas se animaron y entraron en el huerto. A la entrada del sepulcro vieron a dos ángeles vestidos de blanco. Se asustaron y se cubrieron los ojos con las manos y se postraron en el suelo; pero uno de los ángeles les dijo que no tuvieran miedo y que no buscaran allí al crucificado porque había resucitado y estaba vivo. Les mostró el sudario vacío y les mandó decir a los discípulos lo que habían visto y oído añadiendo que Jesús les predecería en Galilea y que recordaran sus palabras: “El Hijo del hombre será entregado en manos de los pecadores que lo crucificarán pero Él resucitará al tercer día. Entonces los ángeles desaparecieron. Las santas mujeres temblando pero llenas de gozo se volvieron hacia la ciudad. Estaban sobrecogidas y emocionadas; no se apresuraban sino que se paraban de vez en cuando para mirar a ver si veían a Nuestro Señor o si volvía Magdalena.
Mientras tanto Magdalena había ya llegado al cenáculo, estaba fuera de sí y llamó a la puerta con fuerza. Algunos discípulos estaban todavía acostados. Pedro y Juan le abrieron. Magdalena les dijo desde fuera: “Se han llevado el Cuerpo del Señor y no sabemos a dónde lo han llevado”. Después de estas palabras se volvió corriendo al huerto. Pedro y Juan entraron alarmados en la casa y dijeron algunas palabras a los otros discípulos. Después la siguieron corriendo; Juan más deprisa que Pedro.
Magdalena entró en el jardín y se dirigió al sepulcro. Llegaba trastornada por su dolor y sus carreras, cubierta de rocío con el manto caído y sus hombros descubiertos al igual que sus largos cabellos. Como estaba sola no se atrevió a bajar a la gruta y se detuvo un instante en la entrada. Se arrodilló para mirar adentro del sepulcro y al echar hacia atrás sus cabellos que caían por su cara vio dos ángeles vestidos de blanco sentados a ambos extremos del sepulcro. Oyó la voz de uno de ellos que decía: “Mujer, ¿por qué lloras?” Ella gritó en medio de su dolor, pues no repetía más que una cosa y no tenía más que un pensamiento al saber que el Cuerpo de Jesús no estaba allí: “Se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto”. Después de estas palabras se puso a buscar frenéticamente aquí y allá pareciéndole que iba a encontrar al Salvador, presintiendo confusamente que iba a encontrarlo y que estaba cerca de ella. Ni la aparición de los ángeles podía distraerla de este pensamiento. Parecía que no se diera cuenta de que eran ángeles y no podía pensar más que en su Maestro: “Jesús no está ahí, ¿dónde está Jesús?”. La vi moverse de un lado a otro como el que ha perdido la razón.
El cabello le caía sobre amos lados sobre la cara, se lo recogió con las manos echándoselo hacia atrás y entonces, a diez pasos del sepulcro, en el oriente, donde el jardín sube hacia la ciudad vio aparecer una figura vestida de blanco, entre los arbustos a la luz del sepulcro y corriendo hacia él oyó que le dirigía estas palabras: “Mujer ¿por qué lloras?” Creyó que era el huertano porque llevaba una azada en la mano y sobre la cabeza un sombrero ancho, que parecía hecho de corteza de árbol. Yo había visto bajo esta forma al jardinero de la parábola de Jesús que contara en Betania a las santas mujeres poco antes de su Pasión. No resplandecía sino que era como un simple hombre vestido de blanco a la luz del crepúsculo. Él le preguntó de nuevo: “¿Por qué lloras?” Entonces ella en medio de sus lágrimas respondió: “Porque se han llevado a mi Señor y no sé a dónde. Si lo has visto dime dónde está y yo iré a por Él.” Y volvió a dirigir la vista frenéticamente a su alrededor.Entonces Jesús le dijo con su voz de siempre: “¡Magdalena!” Ella reconociendo su voz y olvidando crucifixión, muerte y sepultura, como si siguiera vivo dijo volviéndose repentinamente hacia Él: “¡Rabí!” postrándose de rodillas ante Él, con sus brazos extendidos hacia los pies del Resucitado. Pero Él la detuvo diciéndole: “No me toques, pues aún no he subido hacia mi Padre. Ve a decirles a mis hermanos que subo hacia mi Padre y Vuestro Padre, hacia mi Dios y Vuestro Dios” y desapareció.
Jesús le dijo que no le tocara a causa de la impetuosidad de ella, que pensaba que Él vivía la misma vida que antes. En cuanto a las palabras de “aún no he subido a mi Padre” quería expresar que aún no había dado las gracias al Padre por la obra de la Redención, a quién pertenecen las primicias de la alegría. Pero ella en el ímpetu de su amor, ni siquiera se daba cuenta de las cosas grandes que habían pasado. Lo único que quería era poder besar sus pies como antes.
Después de un momento de perturbación Magdalena corrió al sepulcro, donde seguían los ángeles, que le repitieron las mismas palabras que habían dicho alas otras mujeres, que no buscaran allí al Crucificado porque había resucitado como había predicho. Segura entonces del milagro salió a buscar a las santas mujeres encontrándolas en el camino que conduce al Gólgota.
Toda esta escena no duró más de tres minutos. Eran las dos y media cuando Nuestro Señor se había aparecido a Magdalena y Juan y Pedro llegaban al jardín justo cuando ella acababa de irse. Juan entró el primero deteniéndose a la entrada del sepulcro. Miró por la piedra apartada y vio que estaba vacío. Después llegó Pedro y entró en la gruta donde vio los lienzos doblados. Juan le siguió e inmediatamente creyó que había resucitado y ambos comprendieron claramente todas las palabras que les había dicho. Pedro escondió los lienzos bajo su manto y volvieron corriendo. Los ángeles seguían allí pero creo que Pedro no los vio. Juan dijo más tarde a los discípulos de Emaús que había visto desde fuera a un ángel.
En ese momento los guardias revivieron, se levantaron y recogieron sus picas y faroles. Estaban aterrorizados. Yo los vi correr hasta llegar a las puertas de la ciudad. Mientras tanto Magdalena contó a las santas mujeres que había visto a Nuestro Señor y lo que los ángeles le habían dicho; luego se volvió a Jerusalén y las mujeres al jardín creyendo que allí encontrarían a los dos Apóstoles. Cuando ya estaban cerca Jesús se les apareció vestido de blanco y les dijo: “Yo os saludo”. Ellas se echaron a sus pies anonadadas. Él les dijo algunas palabras y parecía indicarles algo con la mano. Luego desapareció.
Entonces las santas mujeres corrieron al cenáculo y contaron a los discípulos que quedaran allí, lo que habían visto. Ellos no querían creerlas ni a ellas ni a Magdalena, calificando todo lo que les decían de sueños de mujeres, hasta que volvieron Pedro y Juan. Al regresar estos se habían encontrado también con Tadeo y Santiago el menor, que los habían seguido y estaban muy conmovidos, ya que Nuestro Señor se les había aparecido a ellos también cerca del cenáculo. Yo había visto a Jesús pasar delante de Pedro y de Juan y me pareció que Pedro lo vio porque lo vi sobrecogerse súbitamente. No sé si Juan lo reconoció.
Los guardias
Casio fue a ver a Pilato una hora tras la Resurrección cuando aún el Gobernador romano estaba durmiendo. Le contó emocionado cuanto había visto en el huerto. Le relató sobre el temblor de la peña y cómo un ángel había apartado la piedra del sepulcro y que los lienzos quedaran vacíos. Le dijo que Jesús de Narzaret era efectivamente el Mesías, el Hijo de Dios y que, verdaderamente había resucitado. Pilato escuchó todo el relato con terror escondido y sin querer demostrarlo dijo a Casio: “Eso son supersticiones, has cometido una necedad acercándote tanto al sepulcro del Galileo, sus dioses se han apoderado de ti y te han hecho ver todas esas visiones fantásticas que ahora me cuentas. Te aconsejo que no digas nada de esto a los sacerdotes, porque ellos podrían perjudicarte”. Hizo como si creyera que los discípulos hubieran robado y escondido el Cuerpo de Jesús mientras los guardias se habían dormido borrachos y que contaban esas supercherías para no declarar y reconocer su negligencia. Cuando Pilato hubo dicho todo esto y Casio se fue, él corrió a ofrecer sacrificios a sus dioses.
Los cuatro soldados que habían estado custodiando el sepulcro llegaron a continuación y relataron a Pilato lo mismo que Casio, pero él no queriendo escucharles más, los envió a Caifás. Los demás soldados estaban ya en el templo donde se habían reunido muchos ancianos judíos, ante los que narraban lo que había ocurrido en el huerto del sepulcro. Después de las deliberaciones, los ancianos cogieron a los soldados uno a uno y a fuerza de dinero o amenazas, los fueron convenciendo para que contaran que los discípulos se habían llevado el Cuerpo de Jesús mientras ellos dormían. Los soldados dijeron que sus compañeros habían ido a casa de Pilato a contarles lo mismo y que les iban a contradecir, pero los fariseos les prometieron que lo amañarían todo con el gobernador. En esto llegaron los soldados que habían ido a casa de Pilato y se negaron a rectificar lo que le habían contado a este.
Se había ido corriendo el rumor de que José de Arimatea se había librado milagrosamente de la prisión. Así que cuando los soldados fueron acusados por los fariseos de haberse dejado sobornar por los discípulos de Cristo para dejarles llevarse el Cuerpo y amenazados con fuertes castigos por no presentar el cadáver de Jesús, los soldados dijeron que cómo era que no castigaran también a los que no habían podido custodiar y presentar el de José. Algunos que se mantuvieron firmes en lo que habían dicho y hablaron libremente del juicio inicuo de la antevíspera y del modo en que se había interrumpido la Pascua, fueron enviados a la cárcel. Los demás difundieron el embuste que fue extendido por los saduceos, herodianos y fariseos, esparciéndolo por todas las sinagogas y acompañándolo de injurias contra Jesús.
Sin embargo todas esas calumnias no consiguieron lo que pretendían, porque tras la Resurrección de Jesús, muchos de los judíos de la ley antigua se aparecieron a muchos de sus descendientes que eran capaces de recibir la gracia, exhortándolos a que se convirtiesen. Muchos discípulos dispersados por el país y atemorizados, vieron también apariciones semejantes que los consolaron y afirmaron en la Fe.
La aparición de los muertos que salieron de sus sepulcros no tenían el aspecto de Jesús Resucitado, renovado y con su Cuerpo glorificado, no sujeto a la muerte, con el que subió al cielo ante sus discípulos; sino que esos cuerpos que habían salido del sepulcro para dar testimonio de Cristo, eran simples cadáveres, prestados como vestiduras a las almas que los habían habitado, para luego volver a dejarlos nuevamente en la tierra, hasta que resuciten como todos nosotros el día del Juicio Final. Ninguno resucitó como Lázaro, que realmente volvió a la vida y luego murió por segunda vez.
Final de las visiones de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús
El domingo siguiente, si mal no recuerdo, vi a los judíos lavar y purificar el Templo ofreciendo sacrificios expiatorios, escondiendo las señales del terremoto con tablas y alfombras y continuaron las celebraciones de la Pascua que se habían interrumpido. Dijeron que no se habían podido terminar aquel mismo día por la presencia de impuros al Templo y aplicaron no sé de qué modo, una visión de Ezequiel sobre la resurrección de los muertos. Amenazaron con graves castigos a los que murmuraran o hablaran; sin embargo no calmaron sino a la parte del pueblo más ignorante e inmoral. Los mejores se convirtieron primero en secreto y después de Pentecostés, abiertamente.
El Sumo Sacerdote y sus acólitos perdieron una gran parte de su osadía al ver que la doctrina de Jesús se propagaba tan rápidamente. En el tiempo del diaconado de San Esteban, Ofel y la parte oriental del Sión no podían contener la comunidad cristiana y fueron ocupando el espacio que se extiende desde la ciudad hasta Betania.
Vi a Anás como poseído por el demonio y al final fue confinado para no volver a ser visto nunca más públicamente. La locura de Caifás era menos evidente exteriormente, en cambio era tal la violencia de la rabia secreta que lo devoraba, que acabó perturbado en su raciocinio.
El jueves después de la Pascua, vi a Pilato hacer buscar a su mujer inútilmente por la ciudad. Estaba escondida en casa de Lázaro, en Jerusalén. No podían adivinarlo, pues ninguna mujer habitaba en aquella casa. Esteban, que era primo de San Pablo, le llevaba comida y le contaba lo que sucedía en la ciudad. También vi a Simón el Cirineo el día después de la Pascua; fue a ver a los Apóstoles y les pidió ser instruido y bautizado por ellos. Casio dejó la milicia y se juntó con los discípulos. Fue uno de los primeros que recibieron el bautismo, después de Pentecostés, junto con otros soldados convertidos al pie de la Cruz.
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El siguiente es el extracto del libro la “Vida de la Virgen María”, de Sor María de Jesús de Agreda, en que cuenta las visiones que tuvo de la Resurrección de Jesucristo y el Pentecostés. Es el capítulo XXXI
CAPITULO XXXI
Restáurase la humanidad de Cristo. – Unese su cuerpo al de María. – Desciende el Espíritu Santo al Cenáculo.
Estuvo el alma de Cristo nuestro Salvador en el limbo desde las tres y media del viernes a la tarde, hasta después de las tres de la mañana del domingo siguiente. A esta hora volvió al sepulcro. En el sepulcro estaban otros muchos ángeles que le guardaban, venerando el sagrado cuerpo unido a la divinidad. Y algunos de ellos, por mandato de su Reina, habían recogido las reliquias de la sangre que derramó su Hijo Santísimo, los pedazos de carne que le derribaron de las heridas, los cabellos que arrancaron de su divino rostro y cabeza, y todo lo demás que pertenecía al ornato y perfecta integridad de su humanidad santísima. Y los ángeles guardaban estas reliquias. Por ministerio de los ángeles fueron restituidas al sagrado cuerpo difunto todas las partes y reliquias que tenían recogidas, dejándole con su natural integridad y perfección. Y al mismo instante el alma santísima del Señor se reunió al cuerpo, y juntamente le dio inmortal vida y gloria. Y en lugar de la sábana y unciones con que le enterraron, quedó vestido de los cuatro dotes de gloria: claridad, impasibilidad, agilidad y sutileza.
Por la impasibilidad quedó invencible de todo el poder criado, porque ninguna potencia le podía alterar ni mudar. Por la sutilidad quedó tan purificada la materia gruesa y terrena, que sin resistencia de otros cuerpos se podía penetrar con ellos como si fuera espíritu incorpóreo; y así penetró la lápida del sepulcro, sin moverla ni dividirla, el que por semejante modo había salido del virginal vientre de su purísima Madre. La agilidad le dejó tan libre del peso y tardanza de la materia, que excedía a la que tienen los ángeles inmateriales, y por sí mismo podía moverse con más presteza que ellos de un lugar a otro, como lo hizo en las apariciones de los Apóstoles y en otras ocasiones.
Las sagradas llagas que antes afeaban su santísimo cuerpo quedaron en pies, manos y costado tan hermosas, refulgentes y brillantes, que le hacían más vistoso y agraciado, con admirable modo y variedad. Con toda esta belleza y gloria se levantó nuestro Salvador del sepulcro. Y en el mismo instante que el alma santísima de Cristo entró en su cuerpo Y le dio vida, correspondió en el de la Madre la comunicación del gozo. Sucedió que en aquella ocasión el evangelista San Juan fue a visitarla para consolarla en su amarga soledad, y encontró la repentinamente llena de resplandor y señales de gloria a la que antes apenas conocía por su tristeza. Admiróse el santo Apóstol, y habiéndola mirado con grande reverencia, juzgó que ya el Señor sería resucitado, pues la Madre estaba renovada en alegría.
Estando así prevenida María, entró Cristo resucitado y glorioso, acompañado de todos los Santos y Patriarcas. Postróse en tierra la Reina, y adoró a su Hijo, y su Majestad la levantó y llegó a sí mismo. Y con este contacto (mayor que el que pedía la Magdalena de la humanidad y llagas de Cristo) recibió la Madre Virgen un extraordinario favor, que ella sola mereció, como exenta de la ley del pecado. Y aunque no fue el mayor de los favores que tuvo en esta ocasión, con todo eso no pudiera recibirle, si no fuera confortada de los ángeles y por el mismo Señor, para que sus potencias no desfallecieran. El beneficio fue que el glorioso cuerpo del Hijo encerró en sí mismo al de su Madre, penetrándose con ella o penetrándola consigo, como si un globo de cristal tuviera dentro de sí al sol, que todo lo llenara de resplandores y hermosura con su luz. Así quedó el cuerpo de María unido al de su Hijo por medio de aquel contacto, que fue como puerta para entrar a conocer la gloria del alma y cuerpo del mismo Señor. Por estos favores, como por grados de inefables dones, fue ascendiendo el espíritu de la Señora. Y estando en ellos oyó una voz que la decía: Amiga, asciende más alto. En virtud de esta voz quedó del todo transformada y vio la Divinidad intuitiva y claramente.
En compañía de la Reina del cielo perseveraban alegres los doce Apóstoles con los demás discípulos y fieles aguardando en el cenáculo la promesa del Salvador, confirmada por la Madre, de que les enviaría de las alturas al Espíritu consolador, que les enseñaría y administraría todas las cosas que en su doctrina habían oído. Estaban todos unánimes y tan conformes en la caridad, que en todos aquellos días ninguno tuvo pensamiento, afecto ni ademán contrario de los otros. María Santísima con la plenitud de sabiduría y gracia conoció el tiempo y la hora determinada por la divina voluntad para enviar al Espíritu Santo sobre el colegio apostólico.
El día de Pentecostés por la mañana la Reina previno a los Apóstoles, a los demás discípulos y mujeres santas (que todas eran ciento veinte personas) para que orasen y esperasen con mayor fervor, porque muy presto serían visitados de las alturas con el divino Espíritu. Y estando así orando todos juntos, ,a la hora de tercia se oyó en el aire un gran sonido de espantoso tronido, y un viento o espíritu vehemente con grande resplandor, como de relámpago y de fuego; y todo se encaminó a la casa del cenáculo, llenándola de luz y derramándose aquel divino fuego sobre toda aquella santa congregación. Aparecieron sobre la cabeza de cada uno de los ciento veinte unas lenguas del mismo fuego en que venía el Espíritu Santo, llenándolos a todos y a cada uno de divinas influencias y dones soberanos, causando a un mismo tiempo muy diferentes y contrarios efectos en el cenáculo y en todo Jerusalén, según la diversidad de sujetos.
Los Apóstoles fueron también llenos y repletos del Espíritu Santo, porque recibieron admirables aumentos de la gracia justificante en grado muy levantado; y solos ellos doce fueron confirmados en esta gracia para no perderla. Respectivamente se les infundieron hábitos de los siete dones, sabiduría, entendimiento, ciencia, piedad, consejo, fortaleza y temor, todos en grado convenientísimo. En este beneficio tan grandioso y admirable, como nuevo en el mundo, quedaron los doce Apóstoles elevados y renovados para ser idóneos ministros del Nuevo Testamento y fundadores de la Iglesia evangélica en todo el mundo.
En todos los demás discípulos, y otros fieles que recibieron el Espíritu Santo en el cenáculo, obró el Altísimo los mismos efectos con proporción y respectivamente, salvo que no fueron confirmados en gracia como los Apóstoles; mas según la disposición de cada uno se les comunicó la gracia y dones con más o menos abundancia para el ministerio que les tocaba en la Iglesia. La misma proporción se guardó en los Apóstoles; pero San Pedro y San Juan señaladamente fueron aventajados con estos dones por los más altos oficios que tenían; el uno de gobernar la Iglesia como cabeza, y el otro de asistir y servir a María Santísimo. El texto de San Lucas dice que el Espíritu Santo llenó toda la casa donde estaba aquella feliz congregación, no sólo porque todos en ella quedaron llenos del divino Espíritu y de sus inefables dones, sino porque la misma casa fue llena de admirable luz y resplandor. Esta plenitud de maravillas y prodigios redundó Y se comunicó a otros fuera del cenáculo; porque obró también diversos y varios efectos el Espíritu Santo en los moradores y vecinos de Jerusalén.
No son menos admirables, aunque más ocultos, otros efectos muy contrarios a los que he dicho que el mismo Espíritu divino obró este día en Jerusalén.
Sucedió, pues, que con el espantoso trueno y vehemente conmoción del aire y relámpagos en que vino el Espíritu Santo, turbó y atemorizó a todos los moradores de la ciudad enemigos del Señor, respectivamente a cada uno según su maldad y perfidia. Señalóse este castigo con todos cuantos fueron actores y concurrieron en la muerte de nuestro Salvador, particularizándose y airándose en malicia y rabia. Todos éstos cayeron en tierra por tres horas, dando en ella de cerebro.
Y los que azotaron a Su Majestad murieron luego todos ahogados de su propia sangre, que del golpe se les movió y trasvenó hasta sofocarlos, por la que con tanta impiedad derramaron. El que dio la bofetada a Su Majestad divina, no sólo murió repentinamente, sino que fue lanzado en el infierno en alma y cuerpo. Otros de los judíos, aunque no murieron, quedaron castigados con intensos dolores y algunas enfermedades abominables, que con la sangre de Cristo de que se cargaron han pasado a sus descendientes, y aun perseveran hoy entre ellos, y los hacen inmundísimos y horribles. Este castigo fue notorio en Jerusalén, aunque los pontífices y fariseos pusieron gran diligencia en desmentirlo, como lo hicieron en la resurrección del Salvador.