miércoles, 30 de diciembre de 2015

Mensaje de la Misionera de Jesús "...Dios Padre está muy triste por el pecado de todos nosotros (del Hombre). Las Plagas se acrecentaran, los acontecimientos de la Naturaleza y la Guerra tan temida traerá temor al Hombre, que lleno de terror sin conocer a Dios se refugiara en religiones paganas..."

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Estamos en momentos difíciles y de mucha confusión en el silencio del  corazón.
Oremos en la plena confianza de que él escucha nuestras oraciones. Es un año -2016- que comienza con ¿interrogativas? Ofrezcamos oración de reparación por toda la creación!

El  Padre:

Dios Padre está muy triste por el pecado de todos nosotros (del Hombre). Las Plagas se acrecentaran, los acontecimientos de la Naturaleza y la Guerra tan temida traerá temor al Hombre, que lleno de terror sin conocer a Dios se refugiara en religiones paganas.

Seamos Luz para los que  viven en la oscuridad. Visitemos el confesionario y pidamos la Misericordia del Señor. El escucha el lamento sus hijos. Él es Padre, Hijo, Espíritu Santo. La Santísima Trinidad!

Unidos en el conocimiento de esta espera y del Aviso anunciado a tantos profetas de estos tiempos. En nuestra Madre María nos refugiamos y rogamos siga abogando por  nosotros sus hijos!

El Señor nos Bendiga+++

La Virgen María nos cubra con su manto Maternal y San José Patrón de las familias, nos auxilie!

Amen+ Amen+ Amen+

La Misionera de Jesús (Miami-Florida)

domingo, 27 de diciembre de 2015

Mensajes de la Virgen de la Paz en Medjugorje "... Ahora la Iglesia está sufriendo y necesita apóstoles que, al amar la comunión, al testimoniar y dar, muestren los caminos de Dios. Necesita apóstoles que, viviendo la Eucaristía con el corazón, realicen grandes obras; necesita de vosotros, mis apóstoles del amor. Hijos míos, la Iglesia ha sido perseguida y traicionada desde sus inicios, pero ha crecido día a día. Es indestructible, porque mi Hijo le ha dado un corazón: la Eucaristía. La luz de Su Resurrección ha brillado y brillará sobre ella. ¡Por eso no temáis!..."

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Mensaje del 25 de diciembre de 2015

“Queridos hijos, también hoy os traigo en mis brazos a mi Hijo Jesús y desde este abrazo os doy Su paz y el anhelo por el Cielo. Oro con vosotros por la paz y os invito a ser paz. Os bendigo a todos con mi bendición maternal de paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 2 de diciembre de 2015

“Queridos hijos, yo estoy siempre con vosotros, porque mi Hijo os ha confiado a mí. Y vosotros hijos míos, vosotros me necesitáis, me buscáis, venís a mí y alegráis mi Corazón materno. Yo tengo -y siempre tendré- amor para vosotros, para vosotros que sufrís y que ofrecéis vuestros dolores y sufrimientos a Mi Hijo y a mí. Mi amor busca el amor de todos mis hijos y mis hijos buscan mi amor. Por medio del amor, Jesús busca la comunión entre el Cielo y la Tierra, entre el Padre celestial y vosotros, mis hijos, su Iglesia. Por eso necesitamos orar mucho, orar y amar la Iglesia a la cual pertenecéis. Ahora la Iglesia está sufriendo y necesita apóstoles que, al amar la comunión, al testimoniar y dar, muestren los caminos de Dios. Necesita apóstoles que, viviendo la Eucaristía con el corazón, realicen grandes obras; necesita de vosotros, mis apóstoles del amor. Hijos míos, la Iglesia ha sido perseguida y traicionada desde sus inicios, pero ha crecido día a día. Es indestructible, porque mi Hijo le ha dado un corazón: la Eucaristía. La luz de Su Resurrección ha brillado y brillará sobre ella. ¡Por eso no temáis! Orad por vuestros pastores para que tengan la fuerza y el amor de ser puentes de salvación. ¡Os doy las gracias!”

Fuente: http://www.virgendemedjugorje.org/

jueves, 24 de diciembre de 2015

Las Reveladoras Visiones de la Beta Catalina Emmerich (Estigmatizada): Descubra paso a paso cómo se Preparó María Santísima para ir a Belén para Tener a Jesús ? Desde el 16 de diciembre la Santa Iglesia esta tradicionalmente a la espera del gran acontecimiento del nacimiento del Cristo el 25 de diciembre. Estas tambien comprende las visiones sobre las últimas etapas del viaje de la Bendita Madre y su casto esposo San José a Belén, donde en algunos lugares fueron tratados cortesmente y en otros no

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Son varios los videntes que han tenido imágenes de los sucesos previos y del propio nacimiento, los que iremos publicando para completar una idea mejor de lo que rodeó al nacimiento, en el entendido que estos materiales son poco difundidos.

Comenzaremos por una visión de la Beata Ana Catalina Emmerich respecto a los Preparativos para el Nacimiento.

En aquel tiempo Augusto César (Octavio) ordenó un censo para ser realizado a toda la gente y para esto era requerido que todos fueran a la ciudad o al pueblo de sus propias familias, para registrar las contribuciones impuestas por los Romanos. José, siendo de la casa y linaje de David tenía que ir desde Nazareth en Galilea a Belén en Judea, cerca de 10 kms de Jerusalén.
Desde hace varios días veo a María en casa de Ana, su madre, cuya casa se halla más o menos a una legua de Nazaret, en el valle de Zabulón. La criada de Ana permanece en Nazaret cuando María está ausente y sirve a José. Veo que mientras vivió Ana casi no tenían hogar independiente del todo, pues recibían siempre de ella todo lo que necesitaban para su manutención.
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Veo desde hace quince días a María ocupada en preparativos para el nacimiento de Jesús: cose colchas, tiras y pañales. Su padre Joaquín ya no vive.En la casa hay una niña de unos siete años de edad que está a menudo junto a la Virgen y recibe lecciones de María. Creo que es la hija de María de Cleofás y que también se llama María. José no está en Nazaret, pero debe llegar muy pronto. Vuelve de Jerusalén donde ha llevado los animales para el sacrificio. Vi a la Virgen Santísima en la casa, trabajando, sentada en una habitación con otras mujeres. Preparaban prendas y colchas para el nacimiento del Niño.
Ana poseía considerables bienes en rebaños y campos y proporcionaba con abundancia todo lo que necesitaba María, en avanzado estado de embarazo.Como creía que María daría a luz en su casa y que todos sus parientes vendrían a verla, hacía allí toda clase de preparativos para el nacimiento del Niño de la Promesa, disponiendo, entre otras cosas, hermosas colchas y preciosas alfombras.
Cuando nació Juan pude ver una de estas colchas en casa de Isabel. Tenía figuras simbólicas y sentencias hechas con trabajos de aguja. Hasta he visto algunos hilos de oro y plata entremezclados en el trabajo de aguja. Todas estas prendas no eran únicamente para uso de la futura madre: había muchas destinadas a los pobres, en los que siempre se pensaba en tales ocasiones solemnes.
Vi a la Virgen y a otras mujeres sentadas en el suelo alrededor de un cofre,trabajando en una colcha de gran tamaño colocada sobre el cofre. Se servían de unos palillos con hilos arrollados de diversos colores. Ana estaba muy ocupada, e iba de un lado a otro tomando lana, repartiéndola y dando trabajo a cada una de ellas.
José debe volver hoy a Nazaret. Se hallaba en Jerusalén donde había ido a llevar animales para el sacrificio, dejándolos en una pequeña posada dirigida por una pareja sin hijos situada a un cuarto de legua de la ciudad, del lado de Belén. Eran personas piadosas, en cuya casa se podía habitar confiadamente. Desde allí se fue José a Belén; pero no visitó a sus parientes, queriendo tan sólo tomar informes relativos a un empadronamiento o una percepción de impuestos que exigía la presencia de cada ciudadano en su pueblo natal.
maria orando
Con todo, no se hizo inscribir aún, pues tenía la intención, una vez realizada la purificación de María, de ir con ella de Nazaret al Templo de Jerusalén, y desde allí a Belén, donde pensaba establecerse. No sé bien qué ventajas encontraba en esto, pero no gustándole la estadía en Nazaret, aprovechó esta oportunidad para ir a Belén. Tomó informes sobre piedras y maderas de construcción, pues tenía la idea de edificar una casa. Volvió luego a la posada vecina a Jerusalén, condujo las víctimas al Templo y retornó a su hogar.

Atravesando hoy la llanura de Kimki, a seis leguas de Nazaret, se le apareció un ángel, indicándole que partiera con María para Belén, pues era allí donde debía nacer el Niño. Le dijo que debía llevar pocas cosas y ninguna colcha bordada. Además del asno sobre el cual debía ir María montada, era necesario que llevase consigo una pollina de un año, que aún no hubiese tenido cría. Debía dejarla correr en libertad, siguiendo siempre el camino que el animal tomara.

Esta noche Ana se fue a Nazaret con la Virgen María, pues sabían que José debía llegar. No parecía, sin embargo, que tuvieran conocimiento del viaje que debía hacer María con José a Belén. Creían que María daría a luz en su casa de Nazaret, pues vi que fueron llevados allí muchos objetos preparados, envueltos en grandes esteras.
Por la noche llegó José a Nazaret. Hoy he visto a la Virgen con su madre Ana en la casa de Nazaret, donde José les hizo conocer lo que el ángel le había ordenado la noche anterior. Ellas volvieron a la casa de Ana, donde las vi hacer preparativos para un viaje próximo. Ana estaba muy triste. La Virgen sabía de antemano que el Niño debía nacer en Belén; pero por humildad no había hablado. Estaba enterada de todo por las profecías sobre el nacimiento del Mesías que Ella conservaba consigo en Nazaret.
Estos escritos le habían sido entregados y explicados por sus maestras en el Templo. Leía a menudo estas profecías y rogaba por su realización, invocando siempre, con ardiente deseo, la venida de ese Mesías. Llamaba bienaventurada a aquélla que debía dar a luz y deseaba ser tan sólo la última de sus servidoras. En su humildad no pensaba que ese honor debía tocarle a ella. Sabiendo por los textos que el Mesías debía nacer en Belén, aceptó con júbilo la voluntad de Dios, preparándose para un viaje que habría de ser muy penoso para ella, en su actual estado y en aquella estación, pues el frío suele ser muy intenso en los valles entre cadenas montañosas.

LA FESTIVIDAD DEL SÁBADO

José preparó su lámpara y se puso a orar en compañía de la Virgen Santísima, guardando la observancia del sábado con piedad conmovedora. Comieron alguna cosa y descansaron sobre esteras extendidas en el suelo.Vi a la Sagrada Familia permanecer allí todo el día. María y José oraban juntos…
He visto a la mujer del dueño de la posada pasar el día al lado de María con sus tres hijos. Alejose también aquella mujer que los había hospedado la víspera, con dos de sus hijos. Se sentaron al lado de María amigablemente, quedando muy impresionados por la modestia y la sabiduría de la Virgen, que conversó también con los niños, dándoles algunas útiles instrucciones.
Los niños tenían pequeños rollos de pergamino. María les hizo leer y les habló de modo tan amable que las criaturas no apartaban la vista ni un instante de Ella. Era algo muy conmovedor ver esta atención de los niños y escuchar las enseñanzas de María.
Al caer la tarde vi a José paseando con el dueño de la posada por los alrededores, mirando los campos y los jardines y tratándose familiarmente. Así veo a las personas piadosas del país en el día festivo del sábado. Los santos viajeros quedaron en ese lugar la noche siguiente.
Los buenos esposos de la posada se encariñaron sumamente con María y le pidieron que se quedara con ellos hasta el nacimiento del Niño. Le mostraron una habitación muy cómoda, y la mujer se ofreció a servirles de todo corazón y con amable insistencia.
Pero los viajeros reanudaron su viaje por la mañana muy temprano y descendieron por el Suroeste de la montaña, hacia un hermoso valle. Se alejaron aún más de Samaria. Mientras iban descendiendo se podía ver el templo del monte Garizim, pues se lo ve desde muy lejos. Sobre el techo hay figuras de leones o de otros animales semejantes, que brillan a los rayos del sol.
Hoy los he visto hacer unas seis leguas de camino. Al atardecer se encontraban en una llanura a una legua al Sureste de Siquem. Entraron en una casa de pastores bastante grande donde fueron recibidos bien.
El dueño de casa estaba encargado de cuidar los campos y jardines, propiedad de una vecina ciudad. La casa no estaba en la llanura sino sobre una pendiente. Todo era fértil en esta comarca y en mejores condiciones que el país recorrido anteriormente; pues aquí se estaba de cara al sol, lo que en la Tierra Prometida es causa de una diferencia notable en esta época del año.
Desde este lugar hasta Belén se encuentran muchas de estas viviendas pastoriles diseminadas en los valles. Algunas hijas de pastores, que vivían en estos lugares, se casaron más tarde con servidores que habían venido con los Reyes Magos, y se quedaron en la comarca.

De uno de estos matrimonios era un niño curado por Nuestro Señor, en esta misma casa, a instancias de María, el 31 de Julio de su segundo año de predicación, después de su diálogo con la Samaritana. Jesús eligió luego a este joven y a otros dos para acompañarlo durante el viaje que hizo por Arabia después de la muerte de Lázaro. Este joven fue más tarde discípulo del Señor.

He visto que Jesús se detuvo aquí con frecuencia para predicar y enseñar. Ahora José bendice a algunos niños que encontró en la casa.
jose y maria en un burro

LOS VIAJEROS SON RECHAZADOS EN VARIAS CASAS

Hoy los he visto seguir un sendero más uniforme. La Virgen desmontaba a ratos, siguiendo a pie algunos trechos. A menudo se detenían en lugares apropiados para tomar alimento. Llevaban panecillos y una bebida que refresca y fortalece, en recipientes muy elegantes, con dos asas que parecían de bronce por el brillo. Esta bebida era el bálsamo que tomaban mezclado con agua. Recogían bayas y frutas de los árboles y arbustos en los lugares más expuestos al sol.
La montura de María tenía a derecha e izquierda unos rebordes sobre los cuales apoyaba los pies: de esa manera no quedaban en el aire, como veo a la gente de nuestro país. Los movimientos de María eran siempre sosegados, singularmente modestos. Se sentaba alternativamente a derecha e izquierda.
La primera diligencia de José, cuando llegaban a un lugar, era buscar un sitio donde María pudiese sentarse y descansar cómodamente. Ambos se lavaban con frecuencia los pies.
Era de noche cuando llegaron a una casa aislada. José llamó y pidió hospitalidad; pero el dueño de casa no quiso abrir. José le explicó la situación de María, diciendo que no estaba en condición de seguir su camino y agregando que no pedía hospedaje gratis. Todo fue inútil: aquel hombre duro y grosero respondió que su casa no era una posada, que lo dejaran tranquilo, que no golpeasen a la puerta. Ni siquiera abrió la puerta para hablar, sino que dio su respuesta desde el interior.
Los viajeros continuaron su camino, y al poco tiempo entraron en un cobertizo cerca del cual habían visto detenerse a la borriquilla. El refugio estaba sobre un terreno llano. José encendió luz y preparó un lecho para María, que lo ayudaba en todo esto. Metió al asno y le dio forraje. Rezaron, comieron y durmieron algunas horas. Desde la última posada hasta aquí habría unas seis leguas.
Se hallaban ahora a unas veintiséis de Nazaret y a unas diez de Jerusalén. Hasta aquel camino no habían seguido el sendero principal, sino atravesando otros de comunicación que iban del Jordán a Samaria, tocando las grandes rutas que llevan de Siria a Egipto. Los atajos eran muy angostos y en las montañas se hallaban a menudo tan apretados que les era necesario tomar muchas precauciones para poder andar sin tropezar ni caerse. Los asnos avanzaban con paso muy seguro.
Antes de aclarar el día partieron y tomaron un camino que volvía a subir. Me parece que llegaron a la ruta que lleva de Gábara hasta Jerusalén, que en este lugar era el límite entre Samaria y Judea. En otra casa donde pidieron hospitalidad fueron igualmente rechazados groseramente.
A varias leguas al Nordeste de Betania, María se sintió muy fatigada y deseó descansar y tomar alimento. José se desvió una legua de camino en busca de una higuera grande que solía estar cargada de higos, en torno de la cual había asientos para descansar a su sombra. José conoció el lugar en uno de sus anteriores viajes.

Al llegar a la higuera no encontró en ella ni una fruta, lo cual lo entristeció mucho. Recuerdo vagamente que Jesús halló más tarde esta higuera cubierta de hojas verdes, pero sin frutos. Creo que el Señor la maldijo en la ocasión que había salido de Jerusalén, y el árbol se secó por completo.

Más tarde se acercaron a una casa cuyo dueño trató asperamente a José, que le había pedido humildemente hospitalidad. Miró luego a la Santísima Virgen, a la luz de una linterna y se burló de José porque llevaba una mujer tan joven. En cambio la dueña de casa se acercó y se compadeció de María: le ofreció una habitación en un edificio vecino y les llevó panecillos para su alimento. El marido se arrepintió de haber sido descomedido y se mostró luego más servicial con los santos viajeros.
Más tarde llegaron a otra casa habitada por una pareja joven. Aunque fueron recibidos, no lo hicieron con cortesía y casi ni se ocuparon de ellos. Estas personas no eran pastores sencillos, sino como campesinos ricos, gente ocupada en negocios.
Jesús visitó una de estas casas, después de su bautismo. La habitación donde la Sagrada Familia había pasado la noche, la habían convertido en oratorio. No recuerdo si era propiamente la casa aquélla cuyo dueño se burló de José. Recuerdo vagamente que el arreglo lo hicieron después de los milagros que sucedieron al Nacimiento de Jesús.
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ULTIMAS ETAPAS DEL CAMINO

En las últimas etapas José se detuvo varias veces, pues María estaba cada vez más fatigada. Siguiendo el camino indicado por la borriquilla, hicieron un rodeo de un día y medio al Este de Jerusalén. El padre de José había poseído algunos pastizales en aquella comarca, y él conocía bien la región. Si hubieran seguido atravesando directamente el desierto que se halla al Mediodía, detrás de Betania, hubieran podido llegar a Belén en seis horas; pero el camino era montañoso y muy incómodo en esta estación.

Siguieron a la borriquilla a lo largo de los valles y se acercaron algo al Jordán. Hoy vi a los santos caminantes que entraban en pleno día en una casa grande de pastores. Está a tres leguas de un lugar donde Juan bautizaba más tarde en el Jordán y a siete de Belén. Es la misma casa donde Jesús, treinta años más tarde, estuvo la noche del 11 de Octubre, víspera del día en que por primera vez, después de su bautismo, pasó delante de Juan Bautista.

Junto a la casa, y un tanto apartada de ella, había una granja donde guardaban los instrumentos de labranza y los que usaban los pastores. El patio tenía una fuente rodeada de baños que recibían las aguas de aquélla mediante conductos especiales. El dueño parecía tener extensas propiedades y allí mismo tenía un tráfico considerable. He visto que iban y venían varios servidores que comían en aquella finca.
El dueño recibió a los viajeros muy amigablemente, se mostró muy servicial y los condujo a una cómoda habitación, mientras algunos servidores se ocuparon del asno. Un criado lavó en una fuente los pies de José y le dio otras ropas mientras limpiaba las suyas cubiertas de polvo. Una mujer rindió los mismos servicios a María. En esta casa tomaron alimento y durmieron.
La dueña de casa tenía un carácter bastante raro: se había encerrado en su casa y a hurtadillas observaba a María, y como era joven y vanidosa, la belleza admirable de la Virgen la había llenado de disgusto. Temía también que María se dirigiera a ella para pedirle que le permitiese quedarse hasta dar a luz a su Niño. Tuvo la descortesía de no presentarse siquiera y buscó medios para que los viajeros partieran al día siguiente.
Esta es la mujer que encontró Jesús allí, treinta años más tarde, ciega y encorvada, y que sanó y curó después de hacerle advertencias sobre su poca caridad y su vanidad de un tiempo.
He visto algunos niños. La Santa Familia pasó la noche en este lugar.
Hoy al medio día vi a la Sagrada Familia abandonar la finca donde se habían alojado. Algunos de la casa los acompañaron cierta distancia. Después de unas, dos leguas de camino, llegaron al anochecer a un lugar atravesado por un gran sendero, a cuyos lados se levantaba una fila de casas con patios y jardines. José tenía allí parientes. Me parece que eran los hijos del segundo matrimonio de su padrastro o madrastra. La casa era de muy buena apariencia; sin embargo, atravesaron este lugar sin detenerse.
A media legua dieron vuelta a la derecha, en dirección de Jerusalén, y arribaron a una posada grande en cuyo patio había una fuente con cañerías de agua. Encontraron reunidas a muchas gentes que celebraban un funeral. El interior de la casa, en cuyo centro estaba el hogar con una abertura para el humo, había sido transformado en una amplia habitación, suprimiendo los tabiques movibles que separaban ordinariamente las diversas piezas. Detrás del hogar había colgaduras negras y frente a él algo así como un ataúd cubierto de paño negro. Varios hombres rezaban. Tenían largas vestimentas de color negro y encima otros vestidos blancos más cortos. Algunos llevaban una especie de manípulo negro, con flecos, colgado del brazo. En otra habitación estaban las mujeres completamente envueltas en sus vestiduras, llorando, sentadas sobre cofres muy bajos.
Los dueños de casa, ocupados en la ceremonia fúnebre, se contentaron con hacerles señas de que entrasen; pero los servidores los recibieron muy cortésmente y se ocuparon de ellos. Les prepararon un alojamiento aparte con esteras suspendidas, que le daba aspecto de carpa. Más tarde he visto a los dueños de casa visitando a la Sagrada Familia, en amigable conversación con ellos. Ya no llevaban las vestiduras blancas. José y María tomaron alimento, rezaron juntos y se entregaron al descanso.
Hoy a mediodía, María y José se pusieron en camino hacia Belén de donde se hallaban sólo a unas tres leguas. La dueña de casa insistía en que se quedaran, pareciéndole que María daría a luz de un momento a otro. María, bajándose el velo, respondió que debía esperar treinta y seis horas aún. Hasta me parece que haya dicho treinta y ocho.
Aquella mujer los hubiera hospedado con gusto, no en su casa, sino en otro edificio cercano. En el momento de la partida vi que José, hablando de sus asnos con el dueño de la casa, elogiaba los animales de éste, y dijo que llevaba la borriquilla para empeñarla en caso de necesidad.
Los huéspedes hablaron de lo difícil que sería para ellos encontrar alojamiento en Belén, y José dijo que tenía varios amigos allá y que estaba seguro de ser bien recibido. A mí me apenaba oírle hablar con tanta convicción de la buena acogida que le harían. Aún habló de esto mismo con María en el camino. Vemos, pues, que hasta los santos pueden estar en error.
Fuentes:

martes, 22 de diciembre de 2015

El sorprendente día en que el propio diablo alabó la Inmaculada Concepción de María: Durante un exorcismo en Italia en 1823, dos sacerdotes dominicos hicieron reconocer al diablo el dogma que sería promulgado 30 años después

El 8 de diciembre de 1854: el papa Pío IX promulga el dogma de la Inmaculada Concepción de María.

El 25 de marzo de 1858: en la fiesta de la Encarnación del Verbo, la Santísima Virgen se aparece en Lourdes a Santa Bernadette y confirma el dogma diciendo: “Soy la Inmaculada Concepción”.

Pero ya treinta años antes, otro hecho sobrenatural y sorprendente confirmó la Inmaculada Concepción de la Virgen Madre de Dios. Y quien la confesó fue alguien que jamás esperaríamos que lo hiciese.

Un episodio que relata el Padre Gabriele Amorth Exorcista Oficial de la Santa Sede del Vaticano, nos dice: 

Era el ano 1823. El diablo había poseído a un joven analfabeto de apenas 12 años de edad, residente en la actual provincia italiana de Avellino, en la región de Apulia. Estaban en la ciudad dos religiosos dominicos, el p. Gassiti y el p. Pignataro, ambos autorizados por el obispo a realizar exorcismos.

Los sacerdotes hicieron una serie de preguntas al diablo que poseía al muchacho, entre ellas, una sobre la Inmaculada Concepción.

El diablo confesó que la Virgen de Nazaret jamás había estado bajo su poder: ni siquiera desde el primer instante de su vida, pues ella ya fue concebida “llena de gracia” y toda de Dios.

Aunque sea el “padre de la mentira”, el diablo puede ser obligado en el exorcismo a decir la verdad, incluso en materia de fe. Fue así que los dos sacerdotes exorcistas le obligaron a reverenciar a la Virgen y a alabar su Concepción Inmaculada en forma de versos.

Humillado, el diablo se vio forzado en nombre de Cristo a cantar la gloria de María, y lo hizo mediante un soneto en italiano, ¡perfecto en construcción y en teología!

Reproducimos el original italiano y, a continuación, la traducción al español:

En italiano:

Vera Madre son Io d’un Dio che è Figlio
e son figlia di Lui, benché sua Madre;
ab aeterno nacqu’Egli ed è mio Figlio,
in tempo Io nacqui e pur gli sono Madre.

Egli è mio creator ed è mio Figlio,
son Io sua creatura e gli son Madre;
fu prodigo divin l’esser mio Figlio
un Dio eterno, e Me d’aver per Madre.

L’esser quasi è comun tra Madre e Figlio
perché l’esser dal Figlio ebbe la Madre,
e l’esser dalla Madre ebbe anche il Figlio.

Or, se l’esser dal Figlio ebbe la Madre,
o s’ha da dir che fu macchiato il Figlio,
o senza macchia s’ha da dir la Madre.

En español:

Soy verdadera madre de un Dios que es Hijo,
Y soy su hija, aún al ser su madre;
El desde la eternidad existe y es mi Hijo,
Y yo nací en el tiempo y soy su madre.

Él es mi Creador y es mi Hijo,
Y yo soy su criatura y su madre;
Fue divino prodigio ser mi Hijo
Un Dios eterno y tenerme a mi por madre.

El ser de la madre es casi el ser del Hijo,
Visto que el Hijo dio el ser a la madre
Y fue la madre la que dio el ser al Hijo;

Si, pues, del Hijo tuvo el ser la madre,
O hay que decir que está manchado el Hijo
O hay que decir Inmaculada a la madre.

Fuente: aleteia.org 

10 Señales para Saber si estás Bajo Ataque Espiritual --> Cómo armarse en contra de los planes del enemigo para luchar y ganar. Uno de los problemas principales de estos tiempos es que hemos perdido la noción que buena parte de lo que nos sucede, en realidad la mayoría, tiene como motor un mundo sobrenatural que no vemos, pero está ahí enviándonos mociones positivas y negativas. Esto nos dificulta comprender cuando es que estamos bajo ataque espiritual. Y es más, los ataques espirituales se están volviendo tan frecuentes para la gente de fe en estos tiempos, que resultan casi en un estado permanente

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Más de la mitad de la batalla se gana con la identificación de que algo que nos pasa es consecuencia de un ataque del mundo sobrenatural que no vemos, o sea del maligno.

Es por eso que somos más propensos a sentir los efectos negativos y destructores de los ataques cuando bajamos la guardia. En cambio logramos sentir nuestra fortaleza cuando caemos en la cuenta que algo que nos pasa es fruto de un ataque espiritual.

TODOS ESTAMOS BAJOS ATAQUE ESPIRITUAL

Todas las personas enfrentan luchas espirituales en su intento de avanzar en las cosas de Dios. Uno de los trucos principales del enemigo es conseguir que la persona engañada no se dé cuenta de la profundidad de lo que está sucediendo en su vida. 
A menudo la gente asume que la lucha que se enfrentan es sólo una batalla física, que hay un problema personal con su vida, pero bajo la superficie hay algo mucho más complejo que está teniendo lugar. Las personas están bajo un ataque espiritual.
¿Qué es un ataque espiritual? Un ataque espiritual es una serie de eventos coordinados por el mundo demoníaco con el fin de hacer abortar las promesas, de hacer naufragar la fe, de oprimir a un creyente y sacarle fuera del trayecto y que no llegue a destino.
San Pablo nos recuerda: “que satanás no saque ventaja de nosotros, ya que conocemos bien sus intenciones” (2 Corintios 2:11).
La Biblia nos dice que el diablo tiene varias estratagemas que utiliza contra los seres humanos. Muchas personas asumen erróneamente que satanás es estúpido, pero él ha estado estudiando los pensamientos, las acciones y el comportamiento de la humanidad desde el principio de los tiempos. Él sabe cómo tentar a la gente. 
Sus secuaces son maestros en apretar los botones adecuados en el momento adecuado. No debemos ignorar las estrategias del enemigo. No podemos vivir nuestras vidas con nuestros ojos espirituales cerrados. Debemos andar en el Espíritu y ser conscientes de lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
hombre orando

10 SÍNTOMAS DE QUE ESTÁS BAJO ATAQUE ESPIRITUAL

¿Cómo se puede identificar un ataque espiritual? Aquí hay diez síntomas de un ataque:

1 – Falta de pasión espiritual 

El enemigo trata de robar tu tenacidad para las cosas de Dios. De repente, tu vida de oración parece estancada. Tu compromiso puesto a prueba y parece que no puedes ir para delante y ni tan siquiera mantener lo que has conseguido. Te sientes como si sólo estuvieras haciendo movimientos mecánicos.

2 – Frustración extrema

Durante un ataque espiritual el enemigo usa una variedad de circunstancias para oprimir a la mente y traer una gran frustración. Una persona que está en estado de sitio se percibe a sí mismos en el borde del precipicio y ansioso. Insatisfecho con lo que tiene aunque haya logra las metas que se ha propuesto, y con el rumbo que está recorriendo. Tiene más que ver con la sensación que con una realidad objetiva frustrante en tu vida.

3 – La confusión acerca de tu propósito

Durante un ataque espiritual a menudo hay una gran confusión acerca de la dirección espiritual. Este es uno de los principales objetivos de un ataque, conseguir que un creyente de se aparte de destino. Las malas mociones comienzan trayendo confusión.

4 – Falta de paz

El enemigo te bombardea la mente con pensamientos dispersivos y tentaciones permanentes con el fin de robarte la paz. La mente se irrita y te sientes agotado. El enemigo hace todo lo que puede para llevarte a la fatiga mental.
dibujo de exorcismo arboles

5 – Te sientes inusualmente débil y cansado

La falta de energía y vitalidad son a menudo el resultado de un ataque prolongado. Ciertamente, estos problemas pueden ocurrir por vivir de otra forma los problemas naturales, falta de sueño, batallas sobre tu salud. En este caso, sin embargo, la causa raíz es el efecto de las batallas espirituales prolongadas.

6 – Percibes una falta de ataques

Otra señal de que estás bajo ataque es que se trata de un ataque tan masivo que pareciera que no hay ningún ataque sino que sencillamente tú has cambiado. Hay momentos en que parece que todos los recursos se secan al mismo tiempo. Los ataques del enemigo son para que pongas tus ojos fuera de Dios y los pongas en el dinero y otros placeres.
Si él puede conseguir que te preocupes en lugar de que le adores, comenzarás a tomar decisiones basadas en la oportunidad en lugar de la unción.Recuerda siempre que hay dos veces en tu vida cuando eres especialmente vulnerable a la tentación: cuando no tienes nada, y cuando tienes todo. Mantente cerca de Dios, tanto en los tiempos buenos como en los malos momentos.

7 – Fuerte impulso para salir de tu propósito 

Cada creyente nace con un propósito único. Y así como Dios creó con un propósito a cada creyente, Él también le dio regalos y gracias únicos, para cumplir con ese plan. Cuando una persona está viviendo en forma fuerte el llamado, va a prosperar en diversas áreas: recibirá la bendición de recursos en el área en que Dios lo ha llamado. Él se sentirá la mayor cantidad de tiempo satisfecho y realizado de vivir su destino.
Pero el enemigo también tiene un plan para cada persona y odia cuando un creyente audazmente saliendo de su propósito y plan. Él hace todo lo que podamos para que el cristiano se aleje de su destino. Durante un ataque te abrumará con pensamientos y deseos de renunciar y abandonar su puesto. Esta es uno de los mayores propósitos detrás de los ataques espirituales.

8 – Te retrotraes a viejas ataduras  

En una larga batalla espiritual, como son casi todas, la persona es empujada a menudo hacia ciclos negativos de los que ya se liberó. El enemigo quiere esclavizarte una vez más en las mismas ataduras viejas.
Él puede desanimarte en tus esfuerzos convenciéndote que tus pecados no son suficientemente malos, para liberarte de pensar que cometes pecados, y así puedes perder la noción de lo malo y lo bueno, lo que agrada a Dios o no, y sobre la condenación, lo que te lleva de nuevo en un espiral hacia una derrota más profunda.

9 – Te apartas de las relaciones sanas 

Cuando las iniquidades antiguas comienzan tentándote, el siguiente signo del ataque espiritual seguramente será alejarte de las relaciones santas. Mira a tu alrededor.
¿Has salido de tener relaciones con la gente que te provee de mociones sanas y santas? ¿Tus amigos de ahora se ocupan más de la carne que del Espíritu? Si es así, estás tropezando en el campo de batalla y el enemigo te tiene a merced.

10 – Cuestionaa la dirección y el llamado que has sentido claramente

A medida que el enemigo ataca la vida de un creyente, comienza a darle razones para renunciar a la misma cosa que Dios le llama. Esta es una de sus herramientas principales. Él desata la confusión, la vergüenza, la intimidación y una variedad de esquemas viles para crear una nube de incertidumbre. Una vez más, su objetivo final es conseguir que un creyente salga fuera del sendero de su destino; de modo que una persona que está bajo ataque puede encontrarse profundamente cuestionando el camino por el que está viajando.
Por lo general, comienza a reexaminar las decisiones que antes eran muy claras. Muchas veces una persona en medio de un ataque cuestionará palabras proféticas, avances espirituales y experiencias significativas que tuvo. Este es un paso que te mueve hacia atrás en el Espíritu.
hombre como titere

4 CLAVES PARA LA LIBERARTE

La primera cosa es tomar conciencia de que estas bajo ataque.

Una vez que reconoces el ataque comenzarás a levantarte en la fe y la autoridad que Jesús te ha dado. Reprende al atacante aunque no lo veas, pero está ahí, y rompe su poder sobre tu vida.

Recuerda que Jesús nos dio poder y autoridad para expulsar a los demonios y para sanar enfermedades (Lucas 9: 1).
Aquí hay cuatro claves para tu liberación:

A – Rompe este proceso con tu fe

“Sin la fe es imposible agradar a Dios, porque aquel que se acerca a Dios debe creer que él existe y es el justo remunerador de los que lo buscan” (Hebreos 11: 6).

B – Rómpelo con la oración

“Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animados por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos, y también por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar resueltamente el misterio del Evangelio” (Efesios 6: 18-19.).

C – Rómpelo con tu resistencia

“Sométanse a Dios; resistan al demonio, y él se alejará de ustedes” (Santiago 4: 7).

D – Rompe el ataque con los 5 “no hagas”

Una vez que hayas tomado una posición contra el ataque del enemigo, aquí están cinco cosas que NO debes hacer y que debe recordar.
-No olvides quien lo hizo. Dios te creó con tormentas en la mente. Él te ha equipado y podrás vencer a través de Él.
-No abandones la hora y el lugar de la oración. Hay dos cosas que son vitales para una vida de oración exitosa: un tiempo de oración y un lugar de oración.
-No abandones los lugares de poder. Tu iglesia y tu familia son lugares de poder.
-No abandones el poder de la asociación. Es bueno estar cerca de personas que han vivido más tiempo, que han hecho más y pueden darte un consejo sabio, y de los amigos fieles y sencillos.
-No te desconectes de la protección pastoral. Muchas veces hay gente bajo ataque que se niegan a ser ayudados; la confesión, la dirección espiritual y el frecuentar amigos de fe son el antídoto.

SIEMPRE ALERTA

Al enemigo le gusta permanecer oculto. Él engaña y trata de volar bajo el radar, pero el Señor está brillando con Su potente luz sobre los ataques.

Sobre cada cosa que te suceda que cuestione tu camino adquiere al acto de reflejo de preguntarte si no será una moción del enemigo y un ataque espiritual.

No esperes hasta que el enemigo te esté rompiendo en pedazos para buscar la ayuda de aquellos que tienen un papel sano y pastoral en su vida.

Siempre los ojos espirituales se pueden abrir y la libertad surgir. Ejercita tu autoridad y quiebra el ataque hoy.

Fuentes: