lunes, 18 de octubre de 2010

Maria Madre la Iglesia "...todo lo podéis detener si os arrodillan y os ponéis en eterna unidad y con un corazón totalmente arrepentido a pedir perdón a vuestro amado Padre y rezáis el Santo Rosario, y de esa forma podréis desterrar de vuestro cuerpo y vuestro mundo al ángel desterrado..."

Amados hijos, quiero que a partir de este instante qué vais a caminar junto a vuestros hermanos, que emprenderéis ese largo caminar por tierras llenas de dolor, de injusticias y de penas, veréis a aquellos hermanos vuestros viviendo en las injusticias más grandes y aprenderéis a amarlos no sólo con el corazón sino con vuestra propia alma, yo os acompaño, iré a vuestro lado, te iré diciendo las palabras que tienes que entregarles a cada uno de ellos, y no sólo eso, sino también te daré las fuerzas para poder vivir en armonía y paz, veréis mucho sufrimiento y sé que ayudaréis a cada uno de ellos, sé que os entregaréis desde el corazón y que nada os importará, que nada será para ti suficiente porque os veo que tienes en vuestro corazón la luz y la llama que crece minuto a minuto porque prendió en ti el verdadero sendero, sé que puedes ayudar, sé que lo hacéis y cada día será más y más. Mi Iglesia hoy se encuentra en las manos de todos aquellos que son misioneros del verdadero y más grande amor, de aquellos que cuidan de los rebaños de mi amado Hijo, de aquellos que siempre están dispuestos a oír, a acompañar, a aconsejar y guiar a cada uno de mis pequeños, de aquellos que se encuentran en los lugares más lejanos de vuestro mundo que padecen el frío y el hambre, pero cada día su entrega es más fuerte y su amor brilla como una estrella en el firmamento, ellos son mis hijitos amados, mis misioneros, aquellos que siembran en el mundo la palabra, aquellos que demuestran ser verdaderos representantes de mi Hijo y seguidores de Él porque siguen tras sus pasos y no temen y elevan su voz, luchan a través de la palabra para defender a los que son injustamente tratados por aquellos que poseen poder en vuestro mundo, por aquellos que no pueden comprender que el amor es la base principal en la vida de todos vosotros, no sólo el amor sino la humildad, y vosotros estáis demostrando al mundo al vivir alejados de todo esa humildad, esa humildad que brota desde vuestra propia alma, esa humildad como tantos hijos e hijas que están en el Reino de los Cielos han demostrado al mundo, esa humildad de dejar y abandonar todo sólo por seguir tras los pasos de CRISTO JESÚS, por amor a Él es como uno puede llegar a cada uno de vuestros hermanos, por amor a mi Hijo llegaréis al corazón de aquel que sufre y tanto necesita de vuestras palabras, de vuestra compañía, de vuestra caricia, y que le llevéis realmente esta Llama que parte del corazón de mi Hijo que es amor, amor por todos vosotros. Hoy os pido que se unan, que tienes que unir a aquellos que partieron de mi morada, siéntate con cada uno y háblales, dile que mi Hijo los está esperando y con Él el Padre y el Espíritu Santo, que vuelvan a caminar unidos por el sendero de la luz, del amor, de la paz, bajo el manto de la misericordia, y sean verdaderos pastores, que cuiden de mis rebaños, que sean misioneros de la palabra y apóstoles del amor, vivan, amados hijitos, para entregarse en cada uno de aquellos que tanto sufren, curad sus heridas del cuerpo y del alma y amad, amad, hijo mío, con todas las fuerzas de vuestro corazón, como mi amado Señor os ama, sigue, avanza, camina y llevad, junto a vuestros Pastores, a tierras fértiles en vuestra Patria a todo el rebaño, y ahí cuida de él y protégelo de los momentos que muy pronto llegarán a cubrir una gran parte de vuestro mundo. Os pido solamente que no separéis nunca a ninguno de ellos y cuídalos a todos por igual, no hagáis diferencias ni cierres las puertas de vuestro corazón a ningún hermano, recibidlo y amadlo como siempre lo habéis hecho, amadlos con todas vuestras fuerzas. Hoy mi corazón se encuentra inmensamente feliz, hoy os he visto orar y he visto a vuestro pueblo desde el amanecer estar en las puertas de mi morada, y yo os aseguro que he estado, Hijo mío, al lado de cada uno de ellos. Que cada uno reciba la eterna bendición del Padre, Hijo y del Espíritu Santo y mi eterna Llama de Amor. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

25/09/2010 19:00 Horas.

AVELLANEDA - PROVINCIA DE BUENOS AIRES - REPÚBLICA ARGENTINA

Cuando llora el corazón, amado hijo, es porque ya el dolor ha tocado lo más profundo de cada uno de vosotros, es cuando pensáis que nada podéis llevar adelante ya más, es cuando vuestras fuerzas parecieran que os están abandonando, pero no temáis nunca porque yo aquí estoy, estoy a vuestro lado y saldréis de todo dolor, podréis llevar adelante la misión que os he pedido, sé del dolor que pasan miles de hermanos vuestros en vuestra tierra y millones en todo el mundo, pero recuerda algo hijo, como tú hay en todos los lugares de los continentes y hermanas y hermanos misionando también unidos a muchos de mis Hijos e Hijas predilectas que se entregan día a día y los acompañan, no penséis que todo se ha perdido, todo lo contrario, en ese pensamiento es ahora donde comienzan a encenderse muchos corazones que se encontraban adormecidos y seguirán si cada uno de vosotros lleva adelante la evangelización, si cada uno habla con todos mis pequeños y les dicen que la única forma de llegar al Padre es a través de mi amado Hijo y que yo he venido para guiarlos en este largo caminar, sé de la aridez de la tierra en muchos lugares, de la falta del amor y de la soledad y las injusticias, pero todo ha de cesar si cada uno de vosotros se unen y prometen ser verdaderos misioneros de la palabra, misioneros del amor de CRISTO JESÚS, si tomáis vuestras cruces y comienzan a caminar, y en cada caminar lleváis encendida la luz eterna del más puro amor que anida en cada uno de vuestros corazones, si recibes a mi Hijo con inmensa alegría y si lleváis sus palabras a las nuevas generaciones, y junto con la palabra entregáis su amor, y junto a su amor la paz y la misericordia, tienen todos pero todos que unirse y volver al gran rebaño, tienen que caminar juntos y tenéis que defender vuestra tierra porque a través de ella podréis seguir viviendo, si la siguen maltratando ella se levantará contra vosotros y entonces todo se convertirá en inmensos desiertos y otra parte en inmensos témpanos de nieve, pero todo lo podéis detener si os arrodillan y os ponéis en eterna unidad y con un corazón totalmente arrepentido a pedir perdón a vuestro amado Padre y rezáis el Santo Rosario, y de esa forma podréis desterrar de vuestro cuerpo y vuestro mundo al ángel desterrado triunfando el amor sobre el mal en todo rincón de vuestra tierra. Hijo mío, lucha con toda vuestra fuerza y vive para sembrar amor, sí, hijo, amor a través del camino, siembra, sigue sembrando por el largo caminar, misiona y sed un verdadero Hijo de vuestro Padre, un verdadero Hermano y un hombre que lleva a cada corazón la luz eterna de nuestro amor. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

26/09/2010 07:00 Horas.

AVELLANEDA - PROVINCIA DE BUENOS AIRES -
REPÚBLICA ARGENTINA

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