lunes, 11 de octubre de 2010

Mensajes a Pedro Regis en Anguera - Brasil "...Vivís el tiempo de la gran batalla espiritual. El rosario es la arma que os ofrezco para este gran combate. Os pido también la consagración a mi Inmaculado Corazón..."

 
Mensaje de Nuestra Madre celestial Número: 3382

2010-10-07

Queridos hijos, Yo soy la Madre que repite la misma canción: volveos, volveos. El Señor os espera con inmenso amor de Padre. No viváis en el pecado. Convertíos. No crucéis los brazos. La humanidad está enferma y necesita ser curada. Acoged valerosamente el Evangelio de Jesús y en todo lugar testificad con vuestra propia vida que sois de Cristo. Solamente Él es el vuestro Todo y sin Él nada podéis hacer. Os invito a la oración y la vivencia de mis mensajes. Vivís el tiempo de la gran batalla espiritual. El rosario es la arma que os ofrezco para este gran combate. Os pido también la consagración a mi Inmaculado Corazón. Yo quiero conduciros A aquel que es vuestro Único Camino, Verdad y Vida. Coraje. Sufro a causa de vuestros sufrimientos. Un hecho asombroso se dará en Humo. Rezad. Mis pobres hijos cargarán la cruz pesada. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.

Mensaje de Nuestra Madre celestial Número: 3383

2010-10-09

Queridos hijos, renunciad al pecado y huid de todo aquello que os aleja de mi Hijo Jesús. No os dejéis contaminar por las pasiones desordenadas que os esclaviza y os aleja de Dios. Sois el pueblo electo del Señor y Él quiere salvaros. Buscad fuerzas en las palabras de Jesús y en la Eucaristía, pues solamente así podéis tener la gracia para vencer las tentaciones. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para indicaros el camino del cielo. Abrid vuestros corazones. Sed dóciles a mis llamados y seréis fuertes en la fe. Amad y defended la verdad. No temáis. El Señor necesita de vuestro sincero y valiente testimonio. Coraje. Los habitantes de Santa Bárbara pedirán socorro. Igual sufrimiento experimentará los habitantes del Acre. Rezad. Solamente por la fuerza de la oración la humanidad encontrará la paz. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.

Sitio en Español: http://www.apelosurgentes.org/ 

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