viernes, 22 de marzo de 2013

Mensajes de la Virgen María a Mirjana de Medjugorje "...no endurezcáis el corazón. No cerréis los ojos ante las advertencias que por amor el Padre Celestial os envía. ¿Lo amáis sobre todas las cosas? ¿Os arrepentís de que a menudo olvidáis que el Padre Celestial, por su gran amor, ha enviado a su Hijo para redimiros con la cruz? ¿Os arrepentís de que todavía no aceptáis el mensaje? Hijos míos, no opongáis resistencia al amor de mi Hijo. No opongáis resistencia a la esperanza y a la paz. Con vuestra oración y vuestro ayuno, mi Hijo con su cruz disipará las tinieblas que quieren envolveros y someteros..."



Mensaje anual del 18 de Marzo de 2013 

“Queridos hijos, os invito a que con plena confianza y alegría bendigáis el Nombre del Señor, y que día a día le agradezcáis, desde el corazón, por Su gran amor. Mi Hijo, mediante ese amor que mostró con la cruz, os ha dado la posibilidad de que todo os sea perdonado, que no os debáis avergonzar y ocultar, y que por temor, no le abráis la puerta de vuestro corazón a mi Hijo. Por el contrario, hijos míos, reconciliaos con el Padre Celestial para que os podáis amar a vosotros mismos, como mi Hijo os ama. Cuando os améis a vosotros mismos, podréis amar a los demás, podréis ver a mi Hijo en los demás y reconocer la grandeza de Su amor. ¡Vivid en la fe! Mi Hijo, a través de mí, os prepara para las obras que Él quiere realizar a través de vosotros, a través de quienes desea ser glorificado. Dadle gracias. En especial, dadle gracias por los pastores, por vuestros mediadores en la reconciliación con el Padre Celestial. Yo os doy gracias a vosotros, mis hijos. Gracias”.

Mensaje del 2 de Marzo de 2013

“Queridos hijos, de nuevo os invito maternalmente: no endurezcáis el corazón. No cerréis los ojos ante las advertencias que por amor el Padre Celestial os envía. ¿Lo amáis sobre todas las cosas? ¿Os arrepentís de que a menudo olvidáis que el Padre Celestial, por su gran amor, ha enviado a su Hijo para redimiros con la cruz? ¿Os arrepentís de que todavía no aceptáis el mensaje? Hijos míos, no opongáis resistencia al amor de mi Hijo. No opongáis resistencia a la esperanza y a la paz. Con vuestra oración y vuestro ayuno, mi Hijo con su cruz disipará las tinieblas que quieren envolveros y someteros. Él os dará fuerza para una vida nueva. Al vivirla según mi Hijo, seréis bendición y esperanza para todos los pecadores que deambulan en las tinieblas del pecado. Hijos míos, ¡velad! Yo, como Madre, velo con vosotros. Especialmente oro y velo por aquellos que mi Hijo ha llamado a ser para vosotros portadores de luz y portadores de esperanza: por vuestros pastores. ¡Os doy las gracias!

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