lunes, 8 de junio de 2015

Mensaje de Jesús a Marga de España "...¡Oh, hijos, que NO comprendéis mi destino sobre vosotros! ¡Oh torpes y necios para comprender el sufrimiento y el sacrificio, la entrega, el ofrecimiento...! Y raudos y VELOCES para comprender y acaparar las mieles y el triunfo. ¡NO vendrá lo uno sin lo OTRO! Mi Reino NO vendrá SIN el sufrimiento. Someteros a mi Cruz y a mi Persecución. Quiero familias AUSTERAS, PROBADAS en el sufrimiento y el sacrificio. Que sepan vivir SIN comodidades. Que sean ALEGRES en la pobreza. Que irradien paz, paz y felicidad para los demás. Que DAN aun de lo que no tienen. Quien NO se acostumbre a este tipo de vida NO podrá seguirme. Acostumbraos a hacer PERIGRINACIONES en el sufrimiento y la austeridad. Prescindid aun de lo necesario..."

10-07-2006
Jesús:
Ves figuras que han brillado en otro tiempo por sus buenas cualidades. Dime, ¿Qué son ahora? Se imaginaron grandezas conmigo al saberse elegidas. Esas grandezas ahora no son nada: son polvo que se va de un soplo, son címbalo que retiñe, cántaro hueco. Sí, esas grandezas nunca vinieron porque no progresaron en mi Amor, no progresaron en el Amor.
En España habéis comprendido una parte de vuestra elección: «REINARÉ» y pensáis: «Reinaremos con Él» ¡pero no habéis comprendido el camino hacia ese reinado!
¡El Camino es de Cruz! ¡El Camino es de Amor! ¡El Camino es de entrega!
¡El Camino es de delicadeza, finura!
El Camino es de oración. Y mientras no se ore, que no pretendan ser mis profetas y los constructores de mi Reino. ¡¿Para qué creen que les escogí?!
¡Oh, hijos, que no comprendéis mi destino sobre vosotros! ¡Oh torpes y necios para comprender el sufrimiento y el sacrificio, la entrega, el ofrecimiento...! Y raudos y veloces para comprender y acaparar las mieles y el triunfo. ¡No vendrá lo uno sin lo otro! Mi Reino no vendrá sin el sufrimiento. Someteros a mi Cruz y a mi Persecución.
Entended mi Corazón. Haced oración para comprender mis designios sobre vosotros y sobre España, sobre el mundo.
¿Os creéis perseguidos ahora? Esperad y veréis. Os voy a probar. Ahí reconoceré a mis fieles. A los que no sólo lo son de boquilla.
No interesa en España la Devoción al Sacrosanto Corazón de Jesús. ¿No os habéis dado cuenta?
Tampoco nada que suene a «lo de siempre». Decidme, cuando cambien las tornas y se persiga a los que siguen mi Tradición aun dentro de la misma Iglesia y se haga abiertamente, sin permitiros que entréis en los foros, quitándoos la «subvención», ¿a quién seguiréis? ¿Con quién podré contar? Y ese tiempo está próximo.
Mirad en esta Peregrinación a Valencia lo que Yo quiero de mis familias:[1] Quiero familias austeras, probadas en el sufrimiento y el sacrificio. Que sepan vivir sin comodidades. Que sean alegres en la pobreza. Que irradien paz, paz y felicidad para los demás. Que dan aun de lo que no tienen.
Quien no se acostumbre a este tipo de vida no podrá seguirme.
Acostumbraos a hacer peregrinaciones en el sufrimiento y la austeridad. Prescindid aun de lo necesario.
Algunos de vosotros ya sufrís persecución. Eso que veis no es nada en comparación a lo que os espera. Ved cómo se avecina a vosotros.
¡Rostros alegres! ¡Caras radiantes! ¡Vosotros no vivís de las comodidades y del bienestar! ¡¡VIVIS DE MÍ!!
¡Demostrad al mundo que los cristianos viven de Mí! ¡¡Hacedlo!!
¡España es Romana! ¡España es Mariana!
¡Oh, hijos! ¡Demostradlo! Sé que está dentro de vosotros: ¡Sacadlo! ¡Hacedlo a la Luz!


11-07-2006

Jesús:
Arrebata a las almas hacia Mí.
He venido a pedir la unión a Mí de todas mis criaturas. ¡Tráelas hacia Mí! ¡Diles cómo llegar! Que se arrepientan, que se arrepientan de todo. Que amen. Que vengan a Mí. Que me dediquen su tiempo.
La sociedad muere porque no ha tenido tiempo para Dios. Porque se ha ido tras otros dioses. Háblales de Mí y encontrarán lo que siempre habían buscado. ¡Háblales de Mí! ¡Háblales de Mí!
Has de advertir, porque cuando llegue el golpe de timón brusco, los ingenuos, los ilusos, sencillos y bien pensantes siempre, serán pillados de improviso y caerán en las aguas de la tempestad. No les dará tiempo a agarrarse.
Mas si tú has advertido antes, quizá alguno se sujete con fuerza a las dos columnas: Virgen Inmaculada y Eucaristía, y será librado de perecer en las manos del Maligno.
¡Oh, hija! Te necesita ¡tanta gente! Mira, deseo mi Libro.[2]
Que quien lo abra, abra mi Corazón.
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[1] Visita de Benedicto XVI a Valencia.
[2] Vi un librito rojo, de un rojo brillante.

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