domingo, 29 de agosto de 2010
INDIGNACIÓN y HORROR de católicos de Costa Rica por GRAVISIMA OFENSA contra la Eucaristía. VEAN LAS CONSECUENCIAS DE RECIBIR LA COMUNIÓN EN LA MANO...(Actualizado)
NO SIGAMOS RECIBIENDO LA COMUNIÓN EN LA MANO. NO OFENDAMOS MÁS A JESÚS DE LO QUE YA ESTA OFENDIDO. COMULGA EN LA BOCA.........Impresionate y lee las siguientes TREMENDAS PROMESAS del Cielo a los que comulgen debidamente en la boca:
http://uncioncatolica.blogspot.com/2010/08/promesas-de-nuestro-senor-jesucristo.html
Lee tambien este revelador articulo del Lic. Luis Eduardo Lopez Padilla:
Ante el debate que se ha suscitado en torno a si se debe de comulgar en mano, para ilustrar al lector citamos las siguientes declaraciones de algunos Papas, Santos y Concilios.
San Sixto I ( a.115) "Las Sagradas Especies no son para ser manipuladas por otros que no estén consagrados al Señor".
Papa San Eutychian (275-283) "Prohiban a los creyentes tomar la Sagrada Hostia en la mano".
San Basilio el Grande, Doctor de la Iglesia (330-379) "El derecho de recibir la Santa Comunión en la mano es permitida solamente en tiempos de persecución". San Basilio el Grande consideraba la Comunión en la mano tan irregular que no vaciló en considerarlo una grave falta.
El Concilio de Zaragoza: (a.380) "Excomúlguese a cualquiera que ose recibir la Sagrada Comunión en la mano." El Sínodo de Toledo: Confirma esta sentencia.
El Papa San León el Grande (440-461): "Enérgicamente defendemos y requerimos a los creyentes obediencia en cuanto a la practica de administrar la Sagrada Comunión en la lengua del creyente."
Sínodo de Rouén: (a.650) "Condenamos la comunión en la mano para poner un limite a los abusos que ocurren a causa de esta práctica, y como salvaguarda contra sacrilegios."
El sexto Concilio Ecuménico en Constantinopla: (680-681) "Prohíbase a los creyentes tomar la Sagrada Hostia en sus manos, excomulgando a los transgresores".
Santo Tomas de Aquino:(1225-1274) "Para reverenciar este Santo Sacramento (La sagrada Eucaristía), nada lo toque, salvo lo que está consagrado; así como la Hostia y el Cáliz están consagrados, así lo están las manos consagradas de los sacerdotes, para tocar este Sacramento". Summa Theológica, Parte III; Q.82, art3, Rep Obj 8).
Concilio de Trento: (1545-1565): "El hecho de que sólo el sacerdote da la sagrada Comunión con sus manos consagradas es una Tradición Apostólica".
Papa Pablo VI (1963-1978): "Este método (en la lengua) debe ser continuado".(Memoriale Domini).
Papa Juan Pablo II: "Tocar las Sagradas Especies y distribuirlas con sus propias manos es un privilegio de los ordenados"(Dominicae Cenae,11).
"No está permitido que los creyentes puedan tomar por si mismos el Pan Consagrado y el Sagrado Cáliz, ni mucho menos que se los dé a otro".(Inaestimabile Donum, 17 de abril de 1980,sec9)
Para los que apoyan la comunión en la mano, éstas son las consideraciones históricas que normalmente se expresan:
Desde la última Cena y durante el tiempo de los Apóstoles, la Sagrada comunión fue, por supuesto, dada en la mano. Así fue durante la época de los mártires. Y así continuó durante la época de oro de los Padres y la Liturgia, después de la paz de Constantino, la comunión en la mano fue dada a los creyentes así como ahora lo hacemos (tal y como se afirma en sectores progresistas de la Iglesia). Y así continuó como práctica continua hasta por lo menos el siglo décimo. Entonces, la mitad de la cronología de la iglesia tuvo esta practica por norma. Una prueba maravillosa de lo anteriormente dicho se encuentra en las palabras de San Cirilo de Jerusalén (313-386), en la cuales aconseja "hacer un trono con sus manos en el cual recibir al Rey" . Este Padre de la Iglesia aconseja también tener mucho cuidado de que ningún fragmento pueda quedar en las manos, como si evitáramos que un poco de polvo de oro cayera al piso, o más, como si estuviéramos tirando el Cuerpo del Señor. De acuerdo con los relatos populares, el cambio en la manera de recibir el sacramento se sucedió de la siguiente forma: durante la Edad media hubo ciertas distorsiones en la manera de recibir la fe, la cual tomo lugar y gradualmente se desarrolló. Esto incluyó un excesivo temor de Dios y su consiguiente temor al pecado, juicio y castigo, y un excesivo énfasis en la Divinidad de Cristo, el cual fue en cierto modo, en detrimento de su Sagrada humanidad; una exageración del papel del sacerdote en la Sagrada Liturgia, y una pérdida de sentido de la comunidad, la cual, de hecho, es la Iglesia. En particular, a causa de ese excesivo énfasis de adoración de Cristo en la Sagrada Eucaristía, y una estricta aproximación a los asuntos morales, la sagrada Comunión llegó a ser más y más inusual. Fue considerado suficiente con mirar a la Hostia durante la elevación. (De hecho, esta decadente práctica de la elevación continuó, e igualmente la poco saludable Exposición y Bendición encontró sus orígenes durante los infortunados días de la Edad Media, un período cuyas prácticas litúrgicas haríamos bien en alejarlas de nosotros).
Es en esta atmósfera y bajo estas circunstancias fue donde se comenzó a impedir la comunión en la mano.
La conclusión es bien clara; debemos alejarnos de esta costumbre - de comulgar en la lengua - cuyas raíces se encuentran en los años oscuros. Debemos prohibir o por lo menos desalentar esta práctica de no poder los creyentes "tomar y comer", y retornar a la usanza prístina de los Padres y de los Apóstoles: Comunión en la mano".
Lo descrito anteriormente es un compendio de historia, que por supuesto NO ES LA REALIDAD.
El Sacro Concilio de Trento declaró que es una Tradición Apostólica la costumbre de que sólo el sacerdote que está celebrando la misa puede darse la Comunión a sí mismo (o sea, con sus propias manos), y los laicos recibiéndola de él.
Un estudio más riguroso de la evidencia disponible de la Historia de la Iglesia y de los escritos de los Padres, no soporta la aserción de que la Comunión en la mano fuera una práctica universal la cual fuera suplantada y reemplazada por la Comunión en la lengua. Por el contrario, los hechos apuntan a una conclusión muy diferente.
El Papa San León el Grande, (440-461) ya en el siglo quinto, fue un testigo de su práctica tradicional. En sus comentarios del sexto capítulo de la Palabra de Dios según San Juan, habla de la comunión en la boca como una práctica común:"uno recibe en la boca lo que cree por Fe" El papa no habla como si estuviera introduciendo una novedad, sino como si esto fuera un hecho ya establecido.
Un siglo y medio después, pero todavía TRES SIGLOS antes de lo que se establece como "introducción de esta práctica", San Gregorio el Grande (590-604), es otro testigo. En sus Diálogos (Roman 3,c.3), relata como el Papa San Agapito recibió un milagro durante la Misa, luego de colocar el Cuerpo de Cristo en la boca de un creyente. Esto fue también comentado por el Diácono Juan sobre la forma en la que el Papa daba la Santa Comunión.
Estos testigos son de los siglos quinto y sexto de la Era Cristiana. Cómo alguien puede decir que la Comunión en la mano fue utilizada "hasta el siglo décimo?" ¿Cómo alguien puede decir que la Comunión en la boca fue un invento medieval?
No estamos diciendo que nunca los creyentes la recibieran en la mano. Pero... bajo cuáles condiciones esto alguna vez sucedió? Parece que durante los tiempos de persecución, cuando los sacerdotes no estaban tan al alcance, y cuando los creyentes debían llevar el Sacramento a sus casas, se daban la comunión a sí mismos, en la mano. En otras palabras; antes de ser privados totalmente del Pan de Vida, ellos podían recibirla de sus propias manos. Lo mismo podáa decirse de los monjes que debían partir al desierto, en donde obviamente no gozaban de los servicios de un sacerdote, y no querían suspender la práctica de la comunión diaria.
Para resumir, la práctica de la Comunión en la mano sólo se estableció cuando había peligro de ser privados de ella; pero cuando el Sacerdote está disponible, no está permitida en la mano.
Así, San Basilio (330-379) dice claramente que recibir la Comunión en la mano SOLO ESTÁ PERMITIDO EN TIEMPOS DE PERSECUCIÓN, o en el caso de los monjes del desierto, CUANDO NO HAY SACERDOTE DISPONIBLE PARA DARLA.
"No es necesario mostrar que no constituye una grave falta para una persona que comulga por sí misma en sus manos en un tiempo de persecución o cuando no hay sacerdote disponible o diácono".(Carta 93)
El texto implica que recibir la Sagrada Comunión en la mano bajo otras circunstancias es una falta grave.
En su artículo de Comunión en el diccionario de Arqueología, Leclerq declara que la paz de Constantino trajo el fin de la práctica de la Comunión en la mano. Esto reafirma el razonamiento de San Basilio en el sentido de que fue la persecución la que creó el dilema de no recibirla, o el mal menor de recibirla en la mano.
El Concilio de Constantinopla prohibió a los creyentes darse la Comunión a sí mismos . Se decretó la excomunión por una semana para aquellos que lo hicieran en la presencia de un Obispo, de un sacerdote o de un diácono.
Hay quienes se preguntan si no es una forma de clericalismo permitir a los sacerdotes tocar la Hostia consagrada y no permitir a los laicos hacer lo mismo. Pero los sacerdotes no están tampoco autorizados a tocarla a no ser un caso de necesidad. En realidad, otro que no sea el celebrante, aunque sea sacerdote también, no puede hacerlo. Si uno de ellos es asistente (ayudante) a la Misa tradicional del Rito Romano, si quiere comulgar, debe recibirla en la boca y de manos del celebrante, como cualquier parroquiano. Lo mismo se aplica a un Obispo, y aún al Papa.
Pongamos un ejemplo: cuando el Papa San pío X, por ejemplo, se hallaba en su lecho de muerte, y se le facilitó la Hostia como "viáticum", el no recibió, ni le fue permitido, recibir la Sagrada Forma en la mano: lo hizo en su lengua, de acuerdo a la ley y práctica prescrita por la Iglesia Católica. Esto confirma el punto básico: no se puede tocar innecesariamente la Hostia. Obviamente, alguien tiene que distribuirla; pero no ser tocada y manipulada por todos, con el consiguiente riesgo de caerse al piso, o perder fragmentos, o ser "raptada" para misas negras.
Testimonio de la Madre Teresa de Calcuta
El Padre George William Rutler, en una homilía del año 1989, dijo:"Les contaré un secreto, dado que los aquí presentes son amigos muy cercanos y además tenemos entre nos a las Hermanas Misioneras de la Caridad, las cuales el Espíritu Santo envió al mundo para que los secretos de los corazones fueran revelados. No hace mucho, celebré la Misa y prediqué para Su Superiora, Madre Teresa de Calcuta, y luego de un desayuno pasamos un largo rato charlando. De repente, me encontré a mí mismo (no sé por qué) preguntándole:
Madre, cual es a su criterio, el peor problema del mundo?
Ella más que nadie, podría haber contestado: el hambre, las plagas, la mortandad, el derrumbamiento de la familia, la rebeldía hacia Dios, la corrupción de los medios de comunicación, la deuda externa, la carrera armamentista, y cosas por el estilo; pero sin dudar un segundo, me contestó inmediatamente: "VAYA DONDE VAYA, EN EL MUNDO ENTERO, LO QUE MAS TRISTE ME PONE ES VER A LA GENTE RECIBIENDO LA COMUNION EN LA MANO".
Conclusión
Santo Tomas de Aquino nos recuerda que la reverencia demanda que solo aquél que la ha consagrado puede tocar el Sagrado Sacramento. Por el Bautismo, los cristianos se consagran a recibir al Señor en sagrada Comunión, pero no a distribuirlo a otros, o tocarla innecesariamente. Para terminar, los únicos que comulgaban de pie y con las manos extendidas, fueron los arrianos, los cuales obstinadamente NEGARON la Divinidad de Cristo y los cuales no podían ver en la Eucaristía mas que un simple símbolo de unión, el cual tomaban y manipulaban a su antojo. Con esta práctica, miles de católicos contemporáneos, incluyendo prelados y sacerdotes, se convierten en ARRIANOS, una gran HEREJIA que duró desde el cuarto al séptimo siglo
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