Interesante escritura de la presentación..., pero ¿acaso la Santa Iglesia ha aceptado esas amenazas o anuncios de fin? ¿Dónde, cuándo y en qué documento? ¿Quién tiene la humana potestad de reconocer unciones? ¿O más bien no será que muchas unciones son solo supuestos? Donde en realidad las hay deben administrarse con la humildad debida, sin alardear de ellas. Los discernimientos no pueden contradecir a Cristo, quien aseguró que "solo mi Padre que está en los Cielos sabe el día y la hora", o "No tengas miedo". Si el vaso de agua está medio vacío, solo se ven las destrucciones, guerras, crímenes, depravaciones, disolución de hogares, apostasías; en cambio si se ve que el vaso está medio lleno y se estudia mejor la Historia, encontramos que el Yom Kipur fué en 1973, no en 1967 que fue la guerra de los 6 días. Siempre han habido apariciones con advertencias que invitan a Temor de Dios, no a Temor a Dios, como parece pretender cierto terrorismo mediático de alguna corriente laica. Dios nos guarde y su Santo Espíritu le concede un verdadero discernimiento a quienes juegan a profecías probablemente asumidas.
Interesante escritura de la presentación..., pero ¿acaso la Santa Iglesia ha aceptado esas amenazas o anuncios de fin? ¿Dónde, cuándo y en qué documento? ¿Quién tiene la humana potestad de reconocer unciones? ¿O más bien no será que muchas unciones son solo supuestos? Donde en realidad las hay deben administrarse con la humildad debida, sin alardear de ellas. Los discernimientos no pueden contradecir a Cristo, quien aseguró que "solo mi Padre que está en los Cielos sabe el día y la hora", o "No tengas miedo". Si el vaso de agua está medio vacío, solo se ven las destrucciones, guerras, crímenes, depravaciones, disolución de hogares, apostasías; en cambio si se ve que el vaso está medio lleno y se estudia mejor la Historia, encontramos que el Yom Kipur fué en 1973, no en 1967 que fue la guerra de los 6 días. Siempre han habido apariciones con advertencias que invitan a Temor de Dios, no a Temor a Dios, como parece pretender cierto terrorismo mediático de alguna corriente laica. Dios nos guarde y su Santo Espíritu le concede un verdadero discernimiento a quienes juegan a profecías probablemente asumidas.
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