Mensaje
de Nuestra Señora – María, Llena de Gracia
El
Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
EL
TIEMPO DE LA REALIZACIÓN DE LAS PROFECÍAS DADAS AL MUNDO
26
de Marzo de 2013 – Martes Santo
Queridos
hijos, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos
a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis
hijos, hoy vosotros estáis reviviendo el tiempo de la Pasión y Muerte de
Jesucristo, mirad y ved, contemplad todo el sufrimiento de Él y arrepentíos de
vuestros pecados antes de que sea tarde. Faltando ya poco tiempo, no debéis
perderlo tampoco, vuestra vida está corriendo un peligro que vosotros no
conocéis.
Mis
hijos, la Santa Palabra de Dios hoy os revela sobre vuestra Salvación.
Dios
os habla sobre Su batalla contra satanás y su reino del mal.
Valorad
vuestra Salvación, que costó la Sangre de Jesucristo, Él fue traicionado, fue
abofeteado, amarrado, coronado con una corona de espinas, herido por los azotes
y por la espada, todo porque siendo Dios no fue aceptado por el hombre.
Entonces
Dios os invita hoy a meditar sobre la Vida, Pasión y Muerte de Jesucristo, que
siendo vuestro Salvador, no fue bien recibido en el mundo.
Hoy
sois invitados al arrepentimiento de vuestras culpas, principalmente ahora
cuando estáis en peligro y necesitáis, mucho más de lo que podéis imaginar,
volver a Dios y pedirle a Él que os perdone y os proteja.
Vamos
entonces a revivir los días en que Jesucristo dio los primeros pasos en
dirección a Su Martirio, en la Semana que pasó por la Muerte.
Él
no vaciló, siguió firme cumpliendo Su deber para salvaros. En aquellos días,
cuando se reunió con Sus discípulos, mientras cenaban, Él les reveló a ellos
que sería traicionado por uno de los que estaban allí con todos ellos. Ellos
estaban admirados porque no habían percibido que un traidor estuviese en medio
de ellos.
Era
Judas Iscariote, el traidor, Jesucristo lo reveló a través de señales, y cuando
el traidor percibió que en aquel momento fue descubierto, porque antes Pedro Le
había preguntado reclinándose bien cerca de Jesucristo, quién sería y el que
traicionaría a Jesucristo, le respondió que “sería aquél a quien Él diese un
trozo de pan mojado en la salsa”, y fue a Judas a quien Él se lo
dio.
Entonces
Judas, a partir de aquel momento estaba desenmascarado, por eso se fue antes,
sin embargo, su conciencia no le daba más sosiego.
Porque
Jesucristo le dijo: “Lo que tenéis que hacer, hacedlo deprisa,” Después que
Judas salió de ahí a toda prisa, por miedo a ser descubierto por los que allí
estaban, Jesús habló sobre Su Glorificación a Sus discípulos. Él dijo: “Ahora
ha sido glorificado el Hijo del Hombre y Dios ha sido glorificado en Él. Si
Dios ha sido glorificado en Él, Dios también Le glorificará en Sí Mismo y Le
glorificará pronto.” (Jn. 13, 31-32).
Jesucristo,
Mis hijos, ya estaba listo para cumplir el resto de Su Misión, y por eso ahora
daba a conocer a Sus discípulos sobre el tiempo que Le quedaba, y les dijo
también a ellos sobre el tiempo que de ahí Le quedaba para compartir con ellos.
En todo se veía una gran tristeza en Su Rostro, porque sería terrible la
batalla contra la muerte. Y así, esperaba la hora en que sería entregado por
Judas.
Mis
hijos, en este día estáis reflexionando sobre aquellos que tienen en sus
corazones el pecado de la traición, de la ganancia, la desesperación por poseer
todo lo que les traiga beneficios, unos llegan a matar a los hermanos para
apoderarse de lo que ellos poseen. Estad atentos, porque el mundo materialista
os incentiva a ser esclavos del deseo de poseer cada vez más de lo que tenéis,
hasta el punto de matarse unos a otros por causa del confort.
Mis
hijos, estad atentos, vosotros estáis en el último año de oportunidades para
reparar vuestros errores y volver a Dios, sólo os queda este año y no sabéis
hasta qué mes, enderezad vuestros corazones.
No
vendáis a satanás vuestra felicidad, vosotros perderéis la Salvación si
continuáis sirviendo al mal. Enderezaos, arrepentíos de vuestros errores y
convertíos al Señor antes de que todo acabe.
Gran
parte de la humanidad está en los vicios, principalmente el vicio de querer
poseer lo que no os hace conscientes a la verdad.
Conformaos
con poco en este mundo, para recibir mucho en el Cielo. Allá no hay más el
peligro de los vicios, de la ganancia, de ningún pecado. Por lo tanto, confiad
en Dios, cerrad vuestros oídos a satanás, él no tiene nada bueno para daros, él
es un destructor, es enemigo de Dios y también vuestro enemigo. Aseguraos
firmes en las Manos de Dios, solamente Él puede ayudaros y daros la Felicidad
Eterna.
Vuestro
tiempo en la Tierra es pasajero y ya llegó a su fin. Vosotros estáis a pocos
pasos del Cielo, pero todavía depende de vuestra conversión comprender todas
estas cosas. Un poco más de tiempo y veréis las señales de Dios
mostrándoos que estos Avisos que Yo os traigo están viniendo de Él para vuestro
consuelo, para que vuestro consuelo sea mayor.
Ya
se acerca la gran tribulación para el mundo.
Todavía
en este año veréis el mundo en gran aflicción, porque llegó la Hora de
que la Justicia Divina descienda en la Tierra y salve a los que son del Cielo.
Judas
fue ejemplo del mal, él no valoró la vida, no supo ser bueno ni para él mismo,
cayó en la trampa del demonio, hasta entregó a Dios, pues Jesucristo es Dios y
fue entregado por Judas a los perseguidores que Lo mataron en la Cruz por
envidia de Su Poder.
Judas
idolatraba la ganancia. Muchos en el mundo son como él, y ahora tendrán que dar
cuentas a Dios, estarán frente a frente con Él como Judas estuvo.
Convertíos,
Mis hijos, convertíos antes del Juicio Particular, renunciad a los deseos de
vuestra carne, acercaos a Dios.
Es
esto lo que vengo revelaros hoy para que vuestra reparación suceda más de
prisa. Viene ahí un gran peligro para el mundo.
Solamente
Dios puede daros la verdadera riqueza, Él ya os dio la vida, cuidad de ella
porque la vida es eterna, nunca se acaba, quien no quiera vivir en el Cielo se
irá al infierno. La decisión es vuestra, sois libres para decidir. Lo único que tenéis que
hacer es escuchar para saber la hora de decidir.
Rezad,
rezad, rezad por los Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco, ellos
os dan ejemplos de humildad, de responsabilidad, de renuncia a las riquezas, de
fuerza, de coraje para combatir el error y cuidar más del alma.
Rezad
por el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad
por los ateos y paganos, éste es el última tiempo para que ellos vuelvan a
Dios, para decidir entre el Cielo y el Infierno.
Rezad
por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, ésta es la que prevalecerá, quien
quiera vencer sea fiel a Dios. Obedeced los Mandamientos, sed buenos, porque la
bondad es la riqueza que solamente Dios os puede dar.
Ayudad
a los Santos Padres los Papas en este momento, rezando por los dos con amor,
para que ellos venzan las grandes dificultades que están a la vuelta. Es necesario
ayudarlos a buscar las ovejas que están lejos, perdidas, y no saben encontrar
el camino de vuelta, antes que se derrumbe una parte de la Tierra. Una parte de
la Tierra se va a hundir muy pronto, buscad en este tiempo el consuelo en Dios.
Yo
os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileros,
preparaos para vencer, no os desaniméis en ningún momento. La epidemia
está cada vez más intensa en muchas ciudades. Las personas están afligidas,
está faltando la perseverancia en la oración, principalmente en las aldeas la
situación es más grave, falta buena voluntad en los que pueden ayudar.Rezad
para que todos tengan buena voluntad de extender las manos a los que necesitan
amparo. Haced vuestra parte.
Todas
las naciones, preparaos cuanto antes, enfermedades extrañas a vosotros están
comenzando en el mundo entero. Bebed agua bendita.
Ahora
os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la
Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María,
la Inmaculada Concepción.
Debéis
reflexionar sobre el Santo Evangelio de hoy: Jn. 13, 21-33.36-38.
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