jueves, 5 de diciembre de 2013

Mensaje de Jesús al Padre Melvin Doucette "...La sabiduría del mundo se ve en la gente celosa y egoísta. Una persona puede estar celosa de otra porque tiene más dinero o más cosas. Entonces el celoso quiere ser primero y estar por sobre todos los demás. Por otro lado, la sabiduría de Dios se ve en una persona que está llena de amor por su prójimo. Tiene motivos puros al querer ayudar a los demás. Hay paz en su corazón y es amable con todos..."


PADRE MELVIN DOUCETTE

Domingo 1° de diciembre de 2013

“La Verdadera Sabiduría”

(Lectura de la Epístola de Santiago 3: 13-18)

“¿Hay entre ustedes alguien sensato y prudente?  Demuestre con su buena conducta que actúa guiado por la humildad propia de la sabiduría.  Pero si ustedes dejan que la envidia los amargue y hacen las cosas por rivalidad, no se engañen ni se burlen de la verdad.  Esa no es sabiduría que baja del cielo, sino terrena, animal, demoníaca.  Donde hay envidia y rivalidad, allí hay desorden y toda clase de maldad.

La sabiduría que procede del cielo es ante todo pura;  además es pacífica, comprensiva, dócil, llena de piedad y buenos resultados, sin discriminación ni fingimiento.  Los que trabajan por la paz, siembran la paz y cosechan la justicia.”
Queridos amigos:

         Ayer, sábado, estuvo mayormente soleado aquí, en la Isla del Príncipe Eduardo.  Hubo muy poco viento y no hizo frío.  Agradezco al Señor por el sol porque me alegra el día.
(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Salvador entregado al Padre Melvin.  Jesús le habló con estas palabras:)

“Aceptad Mi sabiduría, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que sois firmes creyentes y miembros de Mi Iglesia.  Hay dos clases de sabiduría: la sabiduría del mundo y la sabiduría que viene de Dios Padre.

La sabiduría del mundo se ve en la gente celosa y egoísta.  Una persona puede estar celosa de otra porque tiene más dinero o más cosas.  Entonces el celoso quiere ser primero y estar por sobre todos los demás.  Alguien con la sabiduría del mundo estará lleno de ambición egoísta.  Este egoísmo demuestra que esa sabiduría es terrenal porque, en realidad, viene del demonio.  Esa persona sólo piensa en sí mismo y nunca en los otros.

Por otro lado, la sabiduría de Dios se ve en una persona que está llena de amor por su prójimo.  Tiene motivos puros al querer ayudar a los demás.  Hay paz en su corazón y es amable con todos.  Esta sabiduría de Dios se mostrará también al tener completa misericordia hacia los demás y será siempre sincero.  Uno podrá ver la paz que vive en el corazón de esa persona.  Venid, amigos, llenaos de la sabiduría de Dios. Pedidme que os dé este gran don.  Os bendigo a todos.”
Padre Melvin
Pequeño Santuario de Nuestra Señora de la Isla del Príncipe Eduardo

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