domingo, 13 de agosto de 2017

MENSAJE DEL SEÑOR JESÚS PARA VENEZUELA (PEDIDO URGENTE) dado a Gustavo Velázquez "...La GUERRA CIVIL está muy cerca pero aun hay esperanza de que este flagelo sea PREVENIDO y EVITADO. Ruego a todos Mis niños Sacerdotes, en todos sus niveles jerárquicos, desde el primero al último de ustedes, congregaos en una sola unidad junto a Mí. Uníos a Mí en la Eucaristía, EXPONEDME en plaza pública de la Ciudad Capital a las Tres de la tarde y llamad a todo el pueblo a la paz desde el corazón, desde el alma, dejad la lucha de las armas y de la confrontación, tomad el SANTO ROSARIO de Mi Madre y arrodillaos frente a Mí. Orad, Mis niños, sin cesar. Mi pueblo ha sido dividido en dos, mediante un plan malvado del demonio, desea dejar de esta nación de Dios sólo un RECUERDO de ella. Mi Padre, que está en el Cielo, otorga esta ÚLTIMA OPORTUNIDAD al pueblo venezolano. Si no acatáis Mi pedido, Dios Padre Todopoderoso permitirá que los enemigos de Dios se transformen en un flagelo de DOLOR y LLANTO para Venezuela. Ruego a la CABEZA de la Iglesia de Venezuela, sed valientes y renovad los votos sacerdotales y bautismales como si fuera el primer día. Recordadlos y despojaos del miedo de perder vuestros privilegios y bienestar. Vestíos de penitencia, es preferible perder la vida terrenal y no la vida eterna, es preferible ser recordado como un mártir y no ser desagradable a la Mirada del Justo Juez..."



Buenos Aires, Argentina / 7 de agosto de 2017.

Amado niño e hijo Mío. Tomad nota de lo que dictaré para Mi Iglesia y pueblo venezolano.

Yo, el Señor de las Naciones, llamo a Mi Iglesia a detener la matanza de hermanos contra hermanos, llamo a Mis Sacerdotes y a toda la jerarquía eclesiástica a ser valientes y verdaderos Pastores de fe y de paz; Paz que proviene de lo Alto, porque quien está Conmigo sólo existe en su corazón paz verdadera de los hijos de Dios. La guerra civil está muy cerca pero aun hay esperanza de que este flagelo sea prevenido y evitado. Y la esperanza de la que os hablo está puesta en Mi Iglesia Venezolana.
Ruego a todos Mis niños Sacerdotes, en todos sus niveles jerárquicos, desde el primero al último de ustedes, congregaos en una sola unidad junto a Mí. Sí, Mis niños, Yo Soy un Dios de Amor y de Paz, no de muerte y violencia. Yo amo a todos y deseo su salvación. ¿Acaso Mi Sacrificio en la Cruz fue inútil? Mis niños, os aseguro que no. Así hubiera uno sola alma que redimir pediría a Mi Padre volver a pasar por la Pasión, así hubiera una sola alma en el mundo Me entregaría a terribles tormentos.
Uníos a Mí en la Eucaristía, exponedme en plaza pública de la Ciudad Capital a las Tres de la tarde y llamad a todo el pueblo a la paz desde el corazón, desde el alma, dejad la lucha de las armas y de la confrontación, tomad el Santo Rosario de Mi Madre y arrodillaos frente a Mí. Orad, Mis niños, sin cesar. Sed verdaderos Pastores que harían todo lo que estéis a vuestro alcance para buscar a la oveja que se ha extraviado. Sed embajadores de paz y unión verdadera de hermanos en Cristo. Mi pueblo ha sido dividido en dos, mediante un plan malvado del demonio, desea dejar de esta nación de Dios sólo un recuerdo de ella. Mi Padre, que está en el Cielo, otorga esta última oportunidad al pueblo venezolano. Si no acatáis Mi pedido, Dios Padre Todopoderoso permitirá que los enemigos de Dios se transformen en un flagelo de dolor y llanto para Venezuela. Así, como en los tiempos de Israel, Dios se valía de sus propios enemigos para castigarlo ante su desobediencia y recordaros cuánto Dios os amaba, mediante el padecimiento haceros recapacitar de lo mucho que se habían alejado de la Mano Paternal de Dios. Ruego a la Cabeza de la Iglesia de Venezuela, sed valientes y renovad los votos sacerdotales y bautismales como si fuera el primer día. Recordadlos y despojaos del miedo de perder vuestros privilegios y bienestar. Vestíos de penitencia, es preferible perder la vida terrenal y no la vida eterna, es preferible ser recordado como un mártir y no ser desagradable a la Mirada del Justo Juez (Nehemías 1, 4-11; Daniel 9, 3; 2 Samuel 12, 16; Ester 4, 16).
Que todo el pueblo, gobernantes y gobernados, grandes y pequeños, pobres y ricos, vean a Mi Iglesia Sacerdotal en un acto de humildad, penitencia y arrepentimiento por vuestros pecados, y de esta manera moveréis los corazones a seguir los pasos de sus Sacerdotes, estaréis mitigando un gran padecimiento mayor que pende sobre vuestras cabezas y familias. Lo que ha visto y vivido Mi pueblo venezolano, sólo es una pequeña parte. Es por eso que pido que Me entreguéis en Sacrificio en la Ofrenda del Pan y del Vino, para que Mi Padre tenga Misericordia al ver sus corazones contritos y arrepentidos de sus malas obras. Corazones que se entregan junto al Cordero Pascual en la Santa Misa y fundidos a Mi Sagrado Corazón, elevaré Mi Voz al Cielo diciendo: “Perdonadlos, porque no saben lo que hacen”.
Id a ambos lados oponentes e invitadlos a la paz y al perdón en un solo abrazo de hijos Míos que buscan la Paz Verdadera que viene del Dios de la Paz.
No habéis escuchado los incesantes llamados de Mi Madre, habéis visto Sus Lágrimas y aun así no escucharon Sus llamados. ¿También no Me escucharán a Mí? (Mateo 21, 33-41).
Os imploro, Mis niños, reconoced vuestros pecados y volved a la Casa del Padre. ¡Volved, hijos Míos, volved! ¡Soy un Dios mendigo de amor! Os ruego, Mis niños, no desechéis Mis suplicas porque cuando acordéis de Mis Palabras será tarde. Soy un Dios lento para el enojo, Soy un Padre que espera a Sus hijos en la puerta de la Casa que regresen sanos y salvos. Espero vuestra respuesta, discernid el mensaje y veréis que es verdadero.

MENSAJE DE NUESTRA SEÑORA DE LA PURA Y LIMPIA CONCEPCIÓN DEL RÍO DE LUJÁN PARA VENEZUELA.


PEDIDO URGENTE
Dado a Gustavo Velázquez – Buenos Aires, Argentina.
30/05/2017

Mi pequeño niño. Tomad nota y escribid para toda Venezuela.

Deseo que Mi mensaje sea público y llegue a todos los rincones de Mi amada nación. Que nadie quede sin conocer Mi maternal pedido y del riesgo que corren vuestras almas de Mi amado país.
El demonio busca que os confrontéis en arduas luchas y pasiones volcadas en violencia de hermanos contra hermanos. Todos contra todos, pero esta Madre os ruega con Lágrimas en Sus Ojos a los niños venezolanos: ¡BASTA, MIS NIÑOS! ¡NO LUCHÉIS Y OS MATÉIS MÁS ENTRE USTEDES!
Esta Madre hace Sus últimos esfuerzos para detener la matanza entre ustedes. Más bien, luchad contra quien busca la perdición del alma, luchad con el Rosario en vuestras manos contra el enemigo invisible, Satanás, que ha contaminado el corazón de Venezuela en egoísmos y contiendas por el bien material, dejando de lado el bien primario del alma: DIOS ETERNO.
Esta Madre Inmaculada ruega desde la tierra de la Inmaculada Concepción del Río de Luján que volváis al camino del arrepentimiento, doblad vuestras rodillas e implorad Misericordia al Dios Piadoso. Levantad la mirada, y todos unidos en una sola voz, decid: “Señor, pequé contra Ti, ten misericordia de mí”.
No cerréis los oídos del alma, si no escucháis Mi pedido, un mal mayor al actual os acechará.
¿Deseáis la paz y la libertad, hijos Míos? ¿Deseáis culminar con vuestro suplicio? Entonces no demoréis más en caminar con Mi Hijo Sacramentado por todas las calles de Venezuela. Con broncas, rencores, odio y violencia no se contrarresta y vence al mal, se lo vence con amor y misericordia, con el perdón, oración y humildad.
Orad y amad a vuestros enemigos. Quien ama a Dios y vive en Su Corazón no hay lugar para contiendas, sino para el Amor de Dios y con el deseo infinito de hacer saber a sus hermanos cuánto os ama.
Mis hijos predilectos de toda Venezuela, hace tiempo que vengo pidiendo que expongáis al Corazón Sacratísimo y Eucarístico de Mi amado Jesús en repetidas procesiones por la paz de vuestra nación. Nuevamente os pido que no demoréis en llevar a cabo Mi solicitud maternal, llamad al pueblo a la paz y a la reconciliación, caminad por las calles sin miedos, sed valientes porque Mis hijos son verdaderos soldados de la Capitana Celeste que nada temen, porque saben que junto a ellos están el Señor y la Señora que no os desamparan nunca. Debéis ser como Mi Hijo Sumo Sacerdote: Ofrenda Verdadera y Pura, que en cada Misa se inmola por toda la humanidad. Sed Sacerdotes y Pastores dispuestos a dar la vida por cada una de sus ovejas en perpetua inmolación junto al Cordero Pascual en el Sacrificio Perpetuo. Caminad junto a Mi Hijo Jesús, Sol que expulsa la espesa noche de las almas, secundado por Vuestra Madre de Coromoto y de la Inmaculada Concepción del Rio de Luján y de todos Mis niños venezolanos.
¿Preguntáis qué tiene que ver con Venezuela Mi advocación de Argentina? Todo será develado a su debido tiempo. Sólo hacedlo, y veréis cómo la paz vuelve a sus vidas.
Os ruego, hijos predilectos, no entréis en disputas porque el demonio busca que ingreséis en un terreno pantanoso donde tiene dominio. Se lo vence con silencio y oración, como lo hizo el Señor en la Pasión. Amad a todos y no excluyáis a nadie, amad a los que os persiguen. Si amáis, con amor verdadero, transformaréis los corazones de granito en diamantes.
Llamad a todo el pueblo. Llamad a todos vuestros Padres, Sacerdotes y llevad Mi pedido a cada parroquia, a cada iglesia, buscad los otros credos a uniros en tan magnánima misión. Esta Madre no desea dejar a nadie afuera. Llevad Mi pedido a vuestros gobernantes y a vuestro Presidente. Es vuestra Madre quien os habla. Llevadme junto con cada gobernante y decidle que temáis a Dios por Su Justicia pero no temáis por Su Infinita Misericordia. Dios por medio de esta Madre e Hija Suya os llama a todos a la unidad y a soltar toda pelea que sólo conduce a una nación sufriente y dividida para convertirse en una presea del anticristo.
Pueblo venezolano, caminad junto a Mi Jesús y moved a vuestros Pastores a llevar a cabo Mi recado. Orad en procesión a las tres de la tarde y consagrad vuestras vidas y a toda Venezuela a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Consagradme vuestras vidas, familias y al país todo en el día de Pentecostés; y desde ese momento os prometo que la paz lentamente comenzará a ser visible.
Caminad con Jesús Sacramentado todos los días, orando el Santo Rosario hasta que la Paz del Señor triunfe totalmente sobre el príncipe del odio y de la mentira.
Os ruego nuevamente, escuchad Mi pedido amoroso, que recorra cada camino, cada pueblo, cada ciudad, toda Venezuela y el Espíritu Santo dador de Vida devolverá vida en abundancia para Gloria de Dios. Escuchad Mi solicitud, no la tiréis a la basura. Es vuestra Madre la que implora a Sus hijos. Detened la Mano de Justicia de Dios, arrepentíos de todo mal, que Dios Eterno es lento para el enojo e infinitamente Misericordioso. Haced conocer Mi mensaje que en definitiva es el Señor Eterno quien Me envía. Ruego por cada uno de Mis niños.
Vuestra Madre e Inmaculada Pura y Limpia Concepción del Río de Luján, María Siempre Virgen.

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