MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA.
26 DE JUNIO DE 2011
Amadísimos hijos:
VENGO CON EL CORAZÓN COLMADO DE AMOR PARA TODOS.
SOY PADRE DE AMOR Y LES BUSCO.
VENGO A SACIAR LA SED DE LOS MÍOS.
Permanezco ante cada uno a la espera, permanezco con Mis Manos colmadas de Misericordia para verterla sobre los que Me llamen.
Hijos, Soy despreciado por muchos. Me alejan de los lugares públicos para no ofender la conciencia de quienes no creen en Mí.
El templo es destruido, la criatura humana se rebaja sin recato alguno.
NO SE PERCATAN DE LA MAGNITUD DE ESTE INSTANTE, desprecian Mis llamados olvidando que son Mis criaturas.
Mi Cuerpo y Mi Sangre, Alimento del alma y del cuerpo, son tratados sin respeto, sin amor, olvidan que Soy vida y vida en abundancia.
Pueblo Mío:
SUFRO POR CADA UNO DE USTEDES, SUFRO ANTE LA INDIFERENCIA, ANTE LA FALTA DE AMOR ENTRE HERMANOS, ANTE EL DESCONOCIMIENTO DE LA CARIDAD, ANTE LA ACOGIDA DE FALSAS DOCTRINAS Y ANTE EL DOLOR DE LOS MÁS NECESITADOS.
AMADOS, DARÉ SEÑALES EN EL CIELO Y EN LA TIERRA, EL INSTANTE ESTÁ. El sol se opacará y Mis hijos se acordarán de Mí en breves oraciones pero luego se alejarán nuevamente.
Oren por Indonesia, sufrirá.
Oren por Estados Unidos y Méjico, oren.
Oren por Brasil, no le dejen en sus oraciones.
SON POCOS LOS QUE ORAN Y REPARAN, SON UN PEQUEÑO NÚMERO. EL HOMBRE NO HACE CONCIENCIA DE LA REALIDAD. ¿QUIÉN PODRÁ RESISTIR SI NO ACORTO EL TIEMPO?
Les bendigo.
Queden en Mi Bendición.
Su Jesús
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE
Hermanos (as):
EL CUERPO DIVINO Y LA SANGRE PRECIOSÍSIMA PALPITAN EN LA EUCARISTÍA,
LA QUE NO ES SÓLO ALIMENTO PARA EL ALMA SINO TAMBIÉN PARA EL CUERPO.
No crecemos sin alimento.
El espíritu necesita ser renovado con el Cuerpo Divino y la Sangre Preciosísima de Nuestro Señor Jesucristo.
No se crece sin fusionarse a Dios y sin la praxis de los Mandamientos.
NUESTRO AMADO JESÚS LLAMA A REPARAR Y A ORAR
ANTE UNA NATURALEZA INCLEMENTE CON EL HOMBRE.
Amén
bien.
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