Todos los signos y simbolismos que se descubren en las apariciones de Garabandal nos muestran su trascendencia para este tiempo. Nada ocurre si no es por la voluntad de Dios, y Garabandal ocupa un lugar especialísimo dentro del plan de salvación para el hombre de este tiempo.
Nuestra Señora de Garabandal
La Santísima Virgen al aparecerse en Garabandal permanece un largo periodo de tiempo en medio de sus hijos, y esto de manera casi continua, tanto de día como de noche, entre julio de 1961 y enero de 1963[1], contándose más de 2,300 apariciones… Todo esto lleva a decir a S.S. Paulo VI: "¡Es la historia más bella de la humanidad desde el nacimiento de Jesucristo; es como una segunda vida de la Santísima virgen sobre la tierra!" (legión blanca peruana (7-11-68).
La Santísima Virgen, en su porte y presencia, nos manifiesta todas las características de las jóvenes judías de Nazaret: "El rostro alargado, la nariz fina y larga… los ojos negros, muy dulces y misericordiosos, más bien grandes" (Diario de Conchita).
Según las niñas jamás la vieron con un velo sobre la cabeza; en efecto, según la costumbre nazarena, las jóvenes solteras no llevaban velo. También la ropa talar blanca y el manto azul, sin hebilla, recuerda a Palestina.
La Virgen trae el escapulario marrón en la mano derecha, en una de sus caras una pequeña montaña, y en la otra una cruz… Estamos ante la presencia del Escapulario del Monte Carmelo. La Virgen lleva el escapulario al modo de un manípulo sacerdotal ("manipulus" significa puñado de hierbas, de gavillas recogidas cuando la recolección) esto quiere decir que no solamente debe ser devoción de los últimos tiempos como lo enseña Fátima, sino que también nos debemos preparar para la última recolección, la última cosecha de las gavillas de méritos de penitencia y sacrificio que deben de ofrecer nuestras vidas.
El signo que señala los ÚLTIMOS TIEMPOS son las 12 estrellas que conforman la corona de la Virgen y que nos recuerdan las 12 estrellas de la Mujer del Apocalipsis, vestida de sol y que va a hacer la guerra en contra del dragón (XII, 1-6).
El Monte Carmelo[2]
La Santísima Virgen María aparece en Garabandal bajo la advocación de "Nuestra Señora del (Monte) Carmelo". La montaña del Carmelo es célebre en la historia. El profeta Elías purificó el Monte Carmelo del culto que ahí recibía Baal (cfr. III Reyes XVIII, 17-40). Es también en la cumbre del Carmelo donde Elías tuvo la revelación de la Virgen María, por medio del símbolo de la pequeña nube que venía del mar (cfr. III Reyes XVIII, 41-46).
Carmelo viene de la raíz "Carm" – "Kerem" que significa viña, y "El" que significa Dios o Señor; es decir, viña del Señor.
Es una tradición constante que El Carmelo es figura de la Iglesia y figura de María Inmaculada. El Monte Carmelo, pues, está ligado al culto a la Virgen y está ligado también a la historia de Israel con la acción del profeta Elías. Es así entonces que al querer aparecer la Santísima Virgen con el título de Nuestra Señora del Monte Carmelo, está Ella señalando una intervención a favor del Nuevo Israel de Dios: la Iglesia.
Nuestra Señora del Monte Carmelo se aparece el 2 de julio de 1961, día de la fiesta de la Visitación de Nuestra Señora; la relación con la Visitación en el sexto mes de la concepción y gestación de Juan el Bautista en el seño de Santa Isabel, resulta muy evidente.
La primera aparición de San Miguel tuvo lugar el día 18 de junio y 6 días después, el día 24, fiesta de San Juan Bautista, Conchita y sus compañeras advierten a los pies del ángel el rótulo que lleva el 1° mensaje del que ellas tendrían conocimiento el 4 de julio por medio de la Santísima Virgen, y que darían a conocer al mundo el 18 de octubre. En efecto, el 1° mensaje contiene el llamado a la penitencia y sacrificio que identifican el espíritu de Juan el Bautista; pero Jesucristo dice que Juan el Bautista es Elías que había de venir (Mt XI, 14) porque en Juan estaba el espíritu y la fuerza de Elías (Lc. I, 17). Por tanto, en Garabandal se anuncia la vuelta del Padre de los Profetas sobre el Monte Carmelo del fin de los tiempos, de los tiempos escatológicos… Elías.
Garabandal o la Visitación del Segundo Advenimiento
El plan de Dios sobre su creación tiene, por lo que respecta al pecado, tres épocas:
- La primera, la época de la ley del temor o época de la penitencia. Es decir, la Iglesia Judaica.
- La segunda, la época de la ley de la gracia o época de la remisión de los pecados y de la santificación. Es decir, la Iglesia Católica.
- La tercera, la época de la ley de la gloria o época del reino de gloria de Nuestro Señor Jesucristo. Es decir, la Iglesia de la Jerusalén terrestre.
Ahora bien, en la aurora de la primera época, María está allí, INVISIBLE, pero presente y actuante en la promesa de Dios a través de Abraham, Isaac, Jacob, Elías…
Por su parte, en la aurora de la segunda época, la Santísima Virgen está allí, VISIBLE y actuante, llevando en su seno virginal al Creador de todas las cosas. María visita a su prima Santa Isabel quien lleva en su seno al precursor, Juan Bautista, que posee el espíritu y la fuerza de Elías…
Finalmente, en la aurora de la tercera época, María anuncia a la Iglesia Católica la última cosecha; la que una vez recogida constituirá su gloria.
En efecto, las apariciones de Garabandal reiteran, como al pie de la letra, la Visitación que en la segunda época inició el primer advenimiento, comunicando la realidad anticipada de la redención y de las gracias divinas a los Juan Bautista, Zacarías e Isabel en la plenitud de los tiempos. La Visitación de María a Santa Isabel en las montañas de Judá aportó a la Iglesia Judaica la profecía, la gracia anticipada del advenimiento del redentor para convertirla en Iglesia Católica.
La visitación del segundo advenimiento o apariciones de Garabandal, en el alba de la tercera época comunica la realidad anticipada de la remisión de los pecados y de la resurrección de la carne a lo Juan Bautista, Zacarías e Isabel del fin de los tiempos. La Visitación de María en las montañas de Garabandal aporta a la Iglesia Católica la noticia anticipada del advenimiento glorificador que alumbrará el reino de Cristo en la tierra.
Miguel Arcángel
Resulta entonces que las apariciones de Garabandal parecen anunciar felizmente el misterio de la Parusía (presencia de Cristo en poder y gracia) en su doble aspecto de Juicio y Glorificación, de Justicia y Misericordia. Es por lo mismo, sin duda, por lo que Miguel Arcángel "abre" las apariciones de Garabandal el 18 de junio de 1961; se encuentra al lado de la Santísima Virgen el 2 de julio; desempeña el oficio de ser ministro extraordinario de la Eucaristía – particularmente el 18 de julio de 1962, el día del milagro de la Forma – aportando así el alimento fortificante, el viático para este momento trascendental de la historia; es el heraldo de nuestra Señora para dar las últimas órdenes y es el que clausura oficialmente estas apariciones con su venida para el segundo mensaje el 18 de junio de 1965.
Aquí en Garabandal ya no es Gabriel sino Miguel quien, en nombre de Dios, se manifiesta como el Anunciador; su papel y sus anuncios son de gran importancia, pues en ellos encontramos los fenómenos bíblicos que acompañan toda manifestación de Dios: oscuridad, nubes, viento, relámpagos, truenos, luz. Se trata de ni más ni menos que de los días escatológicos: "En aquel tiempo se alzará Miguel, el gran príncipe y defensor de los hijos de tu pueblo; y vendrá tiempo de angustia cual nunca ha habido desde que existen naciones hasta ese tiempo" (Dan. XII, 1). Ángel de los últimos y decisivos combates, viene con la Mujer, enemiga del Dragón, y la batalla se librará en contra de María y los hijos de María, pero terminará con la derrota de Satanás y el reinado de Jesucristo en la tierra.
El Profeta Elías
No es posible tampoco dudar que, por la naturaleza de los acontecimientos, también San Juan Bautista está allí presente con su espíritu y su fuerza, que no son otros que el espíritu y fortaleza del profeta del Monte Carmelo, Elías Tesbita; así lo confirma la presentación el día 24 de junio (fiesta de la Natividad de San Juan Bautista) del rótulo que porta el primer mensaje, a los pies de Miguel, y que la Santísima Virgen les explicará el 4 de julio para que lo transmitan al mundo el 18 de octubre de 1961. Todo esto también explica el porqué el viernes 30 de junio de 1961, el Sagrado Corazón de Jesús se manifiesta a Jacinta en su bondad y misericordia a través de su mirada penetrante y transformadora. Finalmente, también es la razón del porqué la Santísima Virgen lleva en su mano derecha el escapulario del Monte Carmelo, que significa la gavilla de los méritos de una vida de sacrificio que el Divino Segador recolectará para participar en Su Gloria.
Del mismo modo, las apariciones de Garabandal anuncian a los precursores de esta Parusía, confiriéndoles el espíritu y virtud de Elías (espíritu de penitencia y la fuerza de su justicia) y preparando un nuevo pentecostés (de gloria y de misericordia) en beneficio de los Zacarías e Isabel del final de los tiempos, es decir, del sacerdocio de la Iglesia.
Los Nueve Pinos
En una pequeña hondonada, los pinos dominan el pueblo de Garabandal que se encuentra en la falda de la montaña. El pino, en relación con los cedros de la montaña del Carmelo, es el símbolo de la inmortalidad (esto es a causa de la resina que impregna sus tejidos y los hace casi incorruptibles, permaneciendo siempre verdes) y también de la sabiduría. Los nueve pinos nos recuerdan los nueve coros angélicos. Es por tanto normal que Miguel, su jefe, esté omnipresente en Garabandal.
Finalmente, ¿Por qué el cuerpo incorrupto del Padre Luis Andreu? El padre Luis ha sido el único ser humano que se tenga informacion que haya visto el futuro Milagro de Garabandal y que instantes después falleció (1961) sin explicación alguna aparente. Semanas después, en el curso de unas apariciones la Santísima Virgen prometió que el cuerpo del padre sería desenterrado y encontrado incorrupto el dia del Milagro ¿Quiere Dios confirmar el origen sobrenatural de estas apariciones, lo que sería realmente innecesario después del Aviso y el Milagro? ¿O no será más bien, que nos deja entrever un signo de esperanza, dentro del contexto escatológico (tratado de lo último) de estas apariciones, a través de la incorruptibilidad de un cuerpo previamente descompuesto, (pues tuvo que ser exhumado en 1976 y se comprobó su total descomposición) es decir, el anuncio de los cielos nuevos y la tierra nueva, que llegan más a prisa de lo que pensamos, y que será la plenitud del reino de Cristo en la tierra, en la cual "los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados?" (Cor 1, 15, 52).
LUIS EDUARDO LÓPEZ PADILLA
2 DE JULIO DEL 2011
(50 Aniversario de la primera aparición de la Santísima Virgen en Garabandal)
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