Mensaje
del 2 de julio de 2015
“Queridos
hijos, os invito a difundir la fe en mi Hijo, vuestra fe. Vosotros, mis hijos,
iluminados por el Espíritu Santo, mis apóstoles, transmitidla a los demás, a
aquellos que no creen, no saben y no quieren saber. Por eso vosotros debéis
orar mucho por el don del amor, porque el amor es un rasgo distintivo de la
verdadera fe, y vosotros seréis apóstoles de mi amor. El amor revive siempre y
de nuevo, el dolor y el gozo de la Eucaristía, revive el dolor de la Pasión de
mi Hijo, con la cual Él os ha mostrado lo que significa amar inmensamente;
revive el gozo de haberos dejado Su Cuerpo y Su Sangre para nutriros de sí
mismo y ser así uno con vosotros. Al miraros con ternura siento un amor
inmenso, que refuerza en mí el deseo de conduciros a una fe firme. Una fe firme
os dará en la Tierra gozo y alegría y al final, el encuentro con mi Hijo. Ese
es Su deseo. Por eso vividlo a Él, vivid el amor, vivid la luz que os ilumina
siempre en la Eucaristía. Os pido que oréis mucho por vuestros pastores, que
oréis para que tengáis el mayor amor posible hacia ellos, porque mi Hijo os los
ha dado para que os nutran a vosotros con Su Cuerpo y os enseñen el amor. Por
eso amadlos también vosotros. Sin embargo, hijos míos recordad: el amor
significa soportar y dar, y jamás, jamás juzgar. ¡Os doy las gracias!”
Mensaje
del 25 de junio de 2015
“Queridos
hijos! También hoy el Altísimo me concede la gracia de poderlos amar y de
llamarlos a la conversión. Hijitos, que Dios sea vuestro mañana, no la guerra
ni el desasosiego, no la tristeza sino la alegría y la paz deben reinar en los
corazones de todos los hombres, y sin Dios nunca podrán encontrar la paz.
Hijitos, por eso regresen a Dios y a la oración para que vuestro corazón cante
con alegría. Yo estoy con ustedes y los amo con inmenso amor. Gracias por haber
respondido a mi llamado.”
Mensaje
del 2 de junio de 2015
“Queridos
hijos, deseo actuar a través de vosotros, mis hijos, mis apóstoles, para que al
final pueda reunir a todos mis hijos allí donde está todo preparado para su
felicidad. Oro por vosotros, para que con las obras podáis convertir a los
demás, porque ha llegado el tiempo de las obras de la verdad, de mi Hijo. Mi
amor obrará en vosotros, me serviré de vosotros. Tened confianza en mí, porque
todo lo que deseo, lo deseo para vuestro bien, eterno bien, creado por el Padre
Celestial. Vosotros, hijos míos, apóstoles míos, vivís la vida terrena en
comunidad con mis hijos que no han conocido el amor de mi Hijo, aquellos que a
mí no me llaman Madre. Pero no tengáis miedo de dar testimonio de la verdad,
porque, si vosotros no tenéis miedo y dais testimonio con valor, la verdad
milagrosamente vencerá. Pero recordad: ¡la fuerza está en el amor! Hijos míos,
el amor es arrepentimiento, perdón, oración, sacrificio y misericordia. Si
sabéis amar con las obras convertiréis a los demás, permitiréis que la luz de
mi Hijo penetre en las almas. ¡Os doy las gracias! Orad por vuestros pastores,
ellos pertenecen a mi Hijo, Él los ha llamado. Orad para que siempre tengan la
fuerza y el valor de brillar con la luz de mi Hijo.”
Mensaje
del 25 de mayo de 2015
“¡Queridos
hijos! También hoy estoy con ustedes y con alegría los invito a todos: oren y
crean en el poder de la oración. Abran sus corazones, hijitos, para que Dios
los llene con su amor y ustedes serán alegría para los demás. Su testimonio
será poderoso y todo lo que harán estará entretejido con la ternura de Dios. Yo
estoy con ustedes y oro por ustedes y por su conversión, hasta que pongan a
Dios en el primer lugar. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”
Mensaje
del 2 de mayo de 2015
“Queridos
hijos, abrid vuestros corazones y tratad de sentir cuánto os amo y cuánto deseo
que améis a mi Hijo. Deseo que lo conozcáis lo más posible, porque es imposible
conocerlo y no amarlo, porque Él es amor. Hijos míos, yo os conozco. Conozco
vuestros dolores y vuestros sufrimientos porque los he vivido. Me río con
vosotros en vuestras alegrías. Lloro con vosotros en vuestros dolores. Nunca os
abandonaré. Siempre os hablaré maternal y dulcemente. Y yo como Madre, necesito
vuestros corazones abiertos, para que con sabiduría y sencillez difundáis el
amor de mi Hijo. Os necesito abiertos y sensibles al bien y a la misericordia.
Os necesito unidos a mi Hijo, porque deseo que seáis felices y me ayudéis a
llevar la felicidad a todos mis hijos. Apóstoles míos, os necesito para que a
todos les enseñéis la verdad de Dios, a fin de que mi Corazón, que ha sufrido y
también hoy padece tanto sufrimiento, pueda triunfar en el amor. Orad por la
santidad de vuestros pastores, para que en nombre de mi Hijo puedan hacer
milagros, porque la santidad hace milagros. ¡Os doy las gracias! ”
Mensaje
del 25 de abril 2015
“¡Queridos
hijos! También hoy estoy con ustedes para guiarlos hacia la salvación. Su alma
está inquieta porque el espíritu está débil y cansado de todas las cosas
terrenas. Ustedes, hijitos, pídanle al Espíritu Santo que Él los transfigure y
los llene con Su fuerza de fe y de esperanza, a fin de que estén firmes en esta
lucha contra el mal. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante mi Hijo
Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado.”
Mensaje
a Mirjana del 2 de abril de 2015
“¡Queridos
hijos! Os he elegido a vosotros, apóstoles míos, porque todos lleváis en
vosotros algo hermoso. Vosotros me podéis ayudar a fin de que el amor por el
cual mi Hijo murió, y luego resucitó, venza nuevamente. Por eso os invito,
apóstoles míos, a que en toda criatura de Dios, en todos mis hijos, procuréis
ver algo bueno y procuréis comprenderlos. Hijos míos, todos vosotros sois
hermanos por el mismo Espíritu Santo. Vosotros que estáis llenos de amor hacia
mi Hijo, podéis narrar a todos aquellos que no han conocido ese amor, lo que
vosotros sabéis. Vosotros habéis conocido el amor de mi Hijo, habéis
comprendido Su Resurrección, vosotros ponéis vuestros ojos con alegría en Él.
Mi deseo maternal es que todos mis hijos estén unidos en el amor a Jesús. Por
eso os invito, apóstoles míos, a vivir la Eucaristía con alegría, porque en la
Eucaristía mi Hijo se os da siempre de nuevo, y con Su ejemplo os muestra el
amor y el sacrificio por el prójimo. ¡Os doy las gracias! ”
Mensaje
del 25 de marzo de 2015
“Queridos
hijos! También hoy el Altísimo me permite estar con ustedes y guiarlos por el
camino de la conversión. Muchos corazones se han cerrado a la gracia y han
hecho oídos sordos a mi llamado. Ustedes, hijitos, oren y luchen contra las
tentaciones y contra todos los planes malvados que el diablo les ofrece a
través del modernismo. Sean fuertes en la oración y con la cruz en las manos,
oren para que el mal no los utilice y no venza en ustedes. Yo estoy con ustedes
y oro por ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”
Mensaje
a Mirjana del 18 de marzo de 2015
“¡Queridos
hijos! Les pido con todo el corazón, les pido hijos: purifiquen sus corazones
del pecado y elévenlos a Dios y a la vida eterna. Les pido: estén vigilantes y
abiertos a la verdad. No permitan que todo lo que es de esta Tierra los aleje
del conocimiento de la verdadera felicidad que se encuentra en la unión con mi
Hijo. Yo los guío por el camino de la verdadera sabiduría, porque solo con la
verdadera sabiduría pueden llegar a conocer la verdadera paz y el verdadero
bien. No pierdan el tiempo pidiendo signos al Padre Celestial, porque Él ya les
ha dado el mayor signo: mi Hijo. Por lo tanto, hijos míos, oren para que el
Espíritu Santo los pueda introducir a la verdad, los ayude a conocerla, y
mediante ese conocimiento de la verdad, sean uno con el Padre Celestial y con
mi Hijo. Ese es el conocimiento que da la felicidad en la Tierra y abre la
puerta de la vida eterna y del amor sin límites. Les doy las gracias. ”
Mensaje
del 2 de marzo de 2015
“Queridos
hijos, ustedes son mi fuerza. Ustedes, apóstoles míos, que con su amor,
humildad y el silencio de la oración, hacen que mi Hijo sea conocido. Ustedes
viven en mí. Ustedes me llevan en su corazón. Ustedes saben que tienen una
Madre que los ama y que ha venido a traer amor. Los miro en el Padre Celestial,
miro sus pensamientos, sus dolores, sus sufrimientos y se los presento a mi
Hijo. No tengan miedo, no pierdan la esperanza, porque mi Hijo escucha a su
Madre. Él ama desde que nació, y yo deseo que todos mis hijos conozcan este
amor; que regresen a Él quienes, a causa del dolor e incomprensión, lo han
abandonado, y que lo conozcan todos aquellos que jamás lo han conocido. Por eso
ustedes están aquí, apóstoles míos, y yo como Madre, estoy con ustedes. Oren
para que tengan la firmeza de la fe, porque el amor y la misericordia provienen
de una fe firme. Por medio del amor y de la misericordia, ayudarán a todos
aquellos que no son conscientes de que eligen las tinieblas en lugar de la luz.
Oren por sus pastores, porque ellos son la fuerza de la Iglesia que mi Hijo les
ha dejado. Por medio de mi Hijo ellos son los pastores de las almas. ¡Les doy
las gracias!”
Mensaje
del 25 de febrero de 2015
“Queridos
hijos! En este tiempo de gracia, los invito a todos: oren más y hablen menos.
En la oración busquen la voluntad de Dios y vívanla según los Mandamientos a
los que Dios los invita. Yo estoy con ustedes y oro con ustedes. Gracias por
haber respondido a mi llamado.”
Mensaje
del 2 de febrero de 2015
“Queridos
hijos, aquí me tenéis. Estoy aquí entre vosotros, os miro, os sonrío y os amo
como solo una Madre puede hacerlo. A través del Espíritu Santo, que viene por
medio de mi pureza, veo vuestros corazones y los ofrezco a mi Hijo. Desde hace
tiempo, os pido que seáis mis apóstoles y que oréis por quienes no han conocido
el amor de Dios. Pido la oración hecha con amor, que realiza obras y
sacrificios. No perdáis el tiempo en pensar si sois dignos de ser mis
apóstoles. El Padre Celestial juzgará a todos, pero vosotros amadle y
escuchadle. Sé que todo esto os confunde, como también mi permanencia entre
vosotros, pero aceptadla con gozo y orad para comprender que sois dignos de
trabajar para el Cielo. Mi amor está en vosotros. Orad para que mi amor venza
en todos los corazones, porque este es un amor que perdona, da y nunca termina.
¡Os doy las gracias! ”
Mensaje
del 25 de enero de 2015
“¡Queridos
hijos! También hoy los invito a vivir en oración su vocación. Ahora más que
nunca, Satanás quiere sofocar, con su viento contagioso de odio y de inquietud,
al hombre y su alma. En muchos corazones no hay alegría porque no está Dios ni
la oración. El odio y la guerra crecen día a día. Los invito, hijitos, a
empezar de nuevo con entusiasmo el camino de la santidad y del amor, porque por
eso yo he venido entre ustedes. Juntos, seamos amor y perdón para todos
aquellos que solo saben y quieren amar con el amor humano, y no con el inmenso
amor de Dios al cual Él los invita. Hijitos, que la esperanza en un mañana
mejor esté siempre en su corazón. Gracias por haber respondido a mi llamado.”
Mensaje
a Mirjana del 2 de enero de 2015
“Queridos
hijos, estoy aquí entre vosotros como una Madre que desea ayudaros a conocer la
verdad. Mientras vivía en la Tierra vuestra vida, yo tenía el conocimiento de
la verdad y con eso, un pedacito del Paraíso en la Tierra. Por eso a vosotros,
mis hijos, os deseo lo mismo. El Padre Celestial desea corazones puros,
colmados del conocimiento de la verdad. Él desea que améis a todos aquellos que
encontráis, porque yo también amo a mi Hijo en todos vosotros. Este es el
inicio del conocimiento de la verdad. A vosotros os ofrecen muchas verdades
falsas. Las podréis superar con un corazón purificado por medio del ayuno, la
oración, la penitencia y el Evangelio. Esa es la única verdad y es la verdad
que mi Hijo os ha dejado. No debéis analizarla mucho. Se pide de vosotros, como
yo también lo hacía, que améis y deis. Hijos míos, si amáis, vuestro corazón
será una morada para mi Hijo y para mí, y las palabras de mi Hijo, serán guía
para vuestra vida. Hijos míos, me serviré de vosotros, apóstoles del amor, para
ayudar a mis hijos a conocer la verdad. Hijos míos, yo siempre he orado por la
Iglesia de mi Hijo, por eso, a vosotross os pido que hagáis lo mismo. Orad para
que vuestros pastores resplandezcan con el amor de mi Hijo. ¡Os doy las
gracias!”
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