1 de octubre de 2011 - primer sábado
Queridos hijos, con mucho amor y cariño Vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera paz para el mundo.
Mis hijos, siento una gran alegría en encontraros reunidos en este hogar bendecido por Dios para llevar a cabo los grandes encuentros de oración para ayudar a salvar el mundo en este momento cuando las cosas grandes y terribles están por suceder y él no está listo para ganar.
Hoy día, un día dedicado a las almas del Purgatorio, para que ellas puedan pasar del Purgatorio al Cielo, porque se van liberando de las deudas espirituales y ya pueden recibir la alegría den entrar en la Patria Eterna, Yo os agradezco mucho por vuestras oraciones por ellas y os digo que ellas están rezando por vosotros para que todos paguen sus deudas en la tierra misma y no tengan que pasar por el Purgatorio.
Todo pecador debe luchar para conseguir llegar al Cielo, esto no es presumir, querer subir las escaleras directas al Cielo, el mejor lugar para reparar los errores y pedir perdón a Dios es aquí en la tierra, en la tierra el clima es más favorable para la reparación, pero la mayoría deja para pagar en el Purgatorio.
¡Oh! ¡Mis hijos, qué triste el tiempo en el Purgatorio! Haced esfuerzos ahora, reparad, reparad para evitar pasar por el Purgatorio.
Hoy es también un día dedicado a Santa Teresita, ella tan joven, era capaz de vivir en santidad, está en el Cielo y ayuda mucho a los pecadores. Vosotros debéis siempre pedir ayuda de los santos, no hagáis como vuestros hermanos de otras religiones que no creen en el poder de los santos, que tienen dones especiales y no dejan que ayuden a aquellos que necesitan su ayuda.
Observad la vida de los santos y veáis que no es difícil llegar a la santidad, basta que sus corazones se vuelvan humildes y mansos.
Mis hijos, la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a reflexionar sobre su misión de responder a Su Llamado y hacer las obras que Él quiere que cada uno haga antes de dejar esta tierra mundo en dirección a Dios.
Dios quiere obras santas, las obras de misericordia, Él os da el poder para que seáis misericordiosos unos a otros como Él es. Una persona egoísta no es misericordiosa, la persona que quiere vivir sola para no ser molestada por los demás, también esta no es misericordiosa, entonces es necesario saber amar, saber donar, saber contribuir para un mundo menos electrónico y más fraterno.
Dios os da tantos Dones, pero vosotros estáis olvidando, porque estáis viviendo en una época cuando el hombre se ha convertido, como las máquinas. Las máquinas no pueden pensar, tener sentimientos, no tienen corazón. Pero llegará un día en que Dios hará caer la tecnología y la gente tendrá que usar su mente, sus manos y tendrá que aprender de la noche a la mañana que necesitan la ayuda del hermano. Los ricos necesitarán del mendigo y el mendigo necesitará de los ricos. Todos vais a descubrir dentro del corazón que debéis vivir como hermanos, tendréis que empezar a cavar la tierra en busca de qué comer y beber.
Dios corregirá la rebelión de Sus hijos y ellos van a tener que bajar del pedestal e igualarse como los que fueron siempre pobres.
Yo vengo todos los días al mundo para hablar lo que Dios Me manda a decir, y hoy especialmente, estoy aquí para deciros: seáis fieles a vuestra misión, llevéis adelante el Santo Evangelio y conoceréis la Felicidad Eterna.
Pasará el hambre, la sed, la guerra, la enfermedad y nacerá un nuevo hombre, un hombre obediente a Dios, humilde y sencillo.
Ya se acerca la hora, debéis luchar por la paz, no dejéis que nada en este mundo os quite vuestra paz, seáis obedientes a Dios y tendréis todo lo que necesitáis.
Viene ahí llegando, un acontecimiento terrible para el mundo y aquellos que desean dirigir las arcas construidas para albergar a personas que están en el lugar de peligro, ya pueden comenzar a preparar a sus familiares.
Habrá una gran demanda, pero esta preocupación no es necesaria ya que los que creen en Dios soportarán los sufrimientos y hasta tendrán que quedarse quietos donde están porque tendrán protección.
Una vez que los secretos sean revelados, el mundo va a perder el equilibrio, excepto aquellos que son parte de Mi ejército. Seáis fieles hasta el final, no debéis temer a ningún mal, Dios está con vosotros.
Es esto lo que os revelo hoy en este mensaje de conversión.
CUANDO LA FE SE INCREMENTA, EL TEMOR ES DISMINUIDO, VOSOTROS PODÉIS SEGUIR ORANDO MUCHO PIDIENDO A DIOS QUE AUMENTE VUESTRA FE, VUESTRA ESPERANZA EN EL.
Orad, orad, orad por el Santo Padre Benedicto XVI, por todo el clero, los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Orad por los ateos y paganos, Dios os recompensará.
Orad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, procurad mantenerse en un estado de gracia para poder recibir la Santa Eucaristía, este es el mejor Alimento que necesitáis.
Ayudéis al Santo Padre el Papa, ya se aproxima para él la hora del martirio. Ayudadlo a buscar almas para Dios. Las persecuciones aumentarán, pero debéis rezar el Santo Rosario para derrumbar todas las persecuciones.
Os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor. Quien quiera protección, entre bajo Mi Manto. Vosotros brasileños preparaos, preparaos, vienen allí terribles tempestades para vosotros.
Agradezco a todos los que están aquí hoy orando por la paz mundial, por la paz en la familia.
Os pido que procuréis llamar a los que faltan, la hora es grave, venid todos a orar Conmigo para ganar todas las batallas.
Orad por todas las naciones.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Debéis meditar el Santo Evangelio de hoy: Lucas 10: 17-24.
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