Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo
27 de junio de 2011
Jesús llamó dentro de mi corazón y Lo atendí con gran alegría. Él me dice:
Ven a Mi flor de trigo, Yo Soy tu Dios y te llamo para darte a conocer lo que quiero que tú reveles al mundo.
Has de ti un instrumento con el cual alerto a los que desean conocer la verdadera Paz, la verdadera felicidad y luchar por permanecer en Mí para siempre.
Ven Mi hija, apresúrate el tiempo es cada día menor y muchas almas están en peligro de perder el Cielo. Tu vida Me pertenece, no descuidéis de ella, un día tendrás que presentarte a Mi para Yo deciros si cuidasteis bien de ella o no.
Mi Señor y mi Dios, Fuente de amor y de misericordia para todos nosotros Vuestros hijos, derrama sobre nosotros Vuestro perdón y danos Vuestra protección.
Señor, Vos me llamaste, aquí estoy, decidme lo que Vos queréis que yo haga, soy toda Vuestra. Vos Sois el dueño de nuestras vidas y un día tendremos que dar a Vos cuentas de cómo cuidamos de ella. Pero, Señor, nada somos, es necesario que alcancemos la Gracia de comprender este misterio. Vuestra vida en nosotros es nuestra vida en Vos, para saber cuidar mejor de la vida que está en nosotros, pero no es nuestra, es Vuestra. Dadnos Luz para comprender.
Yo Vos amo, Vos adoro, Vos alabo, Vos bendigo, Vos glorifico y Vos rindo Gracias por Vuestra inmensa Gloria en las Tres Personas de la Santísima Trinidad.
Hijita, no hay misterio ninguno, podéis comprender, en cuanto estéis viviendo en pecado, no sois libres, porque sois prisioneros de la desobediencia a Mí que Soy Dios.
Cuando renunciéis al pecado seréis libres, no causaréis más daño a la vida que os di. Entonces así comprenderéis que estáis en Mí porque Yo siempre estoy en vos.
Si sois pecadores, no siempre estáis en Mí, como Soy Dios estoy siempre en vos, no os abandono, porque no peco, tengo amor verdadero por vos y os di la Salvación.
Cuando recibáis la Salvación comprenderéis todo lo que todavía no sois capaces de comprender.
Yo cuido de todos para que ninguno pierda la Salvación.
Para eso encendí en vos, que sois Mis instrumentos, la Luz del Divino Espíritu Santo para que seáis luces
Encendidas en medio de las tinieblas, trayendo a muchos la claridad.
Es en medio de esta claridad que iréis recuperando el tiempo perdido, comenzando un nuevo tiempo con más fe, más esperanza y haciendo más caridad. Así tendréis la certeza de que venceréis el miedo y sentiréis la verdadera seguridad en Mí que Soy vuestro Salvador.
Mi Señor y mi Dios, Luz que ilumina el mundo, dadnos siempre la claridad para librarnos de las artimañas que están ocultas a nuestros ojos para no distraernos. Nosotros queremos librarnos de ellas, pero no sabemos dónde ellas están, solamente Vos podéis mostrarnos dónde ellas están, porque Vos Sois nuestro Dios.
Hijita, confiad en Mí, nada malo te ocurrirá, Yo Soy tu Paz. Todo aquel que cree en Mí tendrá Mi protección, Mi ayuda y Yo le muestro a él los peligros que lo amenazan.
Hoy en el mundo, los hombres se juzgan sabios, no quieren Aceptarme como su Dios, ellos creen que Yo soy anticuado, ellos están en frente, no necesitan más de Mí, son capaces de vivir sin Mí. Pero, este es el siglo de la caída de los 'Pecados Capitales' el hombre va a enderezarse de una vez y por todas.
Nadie podrá evitar detener lo que viene para el mundo. Será como cuando cae la lluvia, nadie puede detenerla ni disminuirla, pero Yo puedo.
El mundo va a enderezarse, pero antes tendrá que caer de su rebeldía, las desobediencias caerán en un cerrar de ojos, en fin, el hombre comprenderá que Yo Soy el Señor.
Mi Señor y mi Dios, Vos Sois nuestro Dios y todos habremos de agradar a Vos, habremos de merecer nuestra purificación aunque tengamos que pasar por tantos sufrimientos Vos nos salvarás.
Hijita, es poco a poco que vais aprendiendo a ser feliz.
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Continuación II del mensaje de Nuestro Señor Jesucristo del 27 de junio de 2011
Toda felicidad de vos es dada, cada vez que vuestros corazones se abren a Mí Yo Me doy a vosotros, Yo Soy Dios, Soy el que Soy, Soy la felicidad, Soy la paz, la armonía, Soy la alegría, entonces ya debéis comprender que Soy la mayor riqueza que existe. Si vuestro corazón se abre a Mí, Yo lo lleno plenamente.
Mi Señor y Mi Dios, Vos Sois infinitamente bueno y amoroso. Mi corazón es Vuestro, pero cuántas veces no Os agrado, porque no se todavía ser siempre bondadosa, ni amorosa, muchas veces erro por el día y termino teniendo un peso en mi corazón. Me gustaría saber Mi Señor, porqué no me doy cuenta de controlar mis sentimientos y fallo.
Hijita, tú eres todavía pecadora, no fuiste purificada y de vez en cuando cierras tu corazón cuando algo te molesta. Es necesario vencer esta prueba, quien no vence va perdiendo los méritos en lugar de creer espiritualmente. Tú no creces, no evolucionas, permanecéis como un poco de agua estancada, porque no derramas amor, no derramas serenidad.
Yo te quiero como un río que corre irrigando la tierra para reforestar nuevas familias. Vos sois las flores que planté en la tierra, vos tenéis que crecer, dar flores y frutos para ser recogidos por Mí. Debéis soportar todos los ataques del enemigo en silencio como Yo Me callé delante de Mis verdugos durante Mi Pasión y Muerte.
Tú no sabrías ser bondadosa si no aprendéis Conmigo. Mira siempre hacia Mí, Soy el que más sufrió, pero Soy el que salió victorioso. Yo Soy la Muestra de lo que es real, verdadero y cierto.
El que quiere pasarse por Mi es Mi enemigo, él os enseña a vivir con odio, rabia, chisme y a cometer los 'pecados capitales' y otros. Yo Soy el Amor. Cuando en vuestros corazones surgen estas cosas, es porque vos estáis prestando oídos al mal consejero, él es Mi enemigo, él sólo os enseña cosas malas, cosas destructoras, cosas que perjudican vuestro enriquecimiento espiritual.
¡Oh! Mi Jesús, mi Señor y mi Dios, perdonadme, perdonad a todos nosotros, libradnos de este peligro, tomad mi vida en Vuestras Manos, ella es toda Vuestra, dejáis que mi corazón sea una morada Vuestra.
Dejáis que San Pedro y San Pablo apacienten mi vida para mejorar, ellos que recibieron esta misión de apacentar Vuestras ovejas.
No quiero causar tristeza a Vos, yo sé que sufres por todos nosotros los pecadores.
Haced de mi Señor, un puente para el Cielo, que yo pueda cumplir mi misión de llevar al mundo lo que Vos queréis que yo lleve, Vuestro mensaje. Ellos fueron y son puentes para el Cielo, son ejemplos de fidelidad a Vos, necesito mucho de la ayuda de ellos también para merecer Vuestras Bendiciones.
Hijita, sí, Pedro es la piedra fundamental de la Iglesia en la tierra, él hizo todo lo que pudo para mantener las ovejas de su tiempo en el camino al Cielo y Pablo también hizo porque ambos eran Mis apóstoles. Hoy en día, son muchos los escogidos, pero pocos son fieles como ellos fueron. Así mismo Continúo llamando a más apóstoles a Servirme y ellos deben aceptar Mi invitación y ser fieles en su misión.
Hijita, hicisteis bien en pedir la ayuda a ellos, Pedro y Pablo, porque has estado muy preocupada en cómo enderezar tus sentimientos para equilibrar tu vida y ellos pueden darte las manos y ayudarte a descubrir el tesoro que tienes dentro de tu corazón.
Mi Señor y mi Dios, Vos Sois Fuente inagotable de Consejo para conducirnos hasta el Padre, dame humildad para yo saber escuchar Vuestros Consejos y enderezar mi vida. Quiero aprender a corregir mi manera de vivir. También quiero aprender cómo vivir para Vos dando alegría con mis acciones. Yo sé Señor, que la alegría viene de Vos, es imposible tener cualquier cosa buena fuera de Vos, más quiero causar a Vos alegría cultivando todo lo que Vos me dais, para permanecer en Vos eternamente.
Dadme fuerza para arrancar toda hierba dañina que brota día a día en mi corazón para perjudicarme, para causarme daño. Mi alegría es saber que Vos habitáis en mi corazón, estáis hablando conmigo y te escucho como ahora.
Vos Sois mi compañero, mi alegría, mi felicidad, Sois mi existencia. Vos Sois, Señor, mi mejor Alimento. Cuántas veces la soledad surge en mí, más de repente pienso en Vos y ya no estoy sola, porque Vos Sois el mayor compañero, ya no siento más la soledad.
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Continuación III del mensaje de Nuestro Señor Jesucristo del 27 de junio de 2011
Cómo es de maravilloso el Señor; sentir Vuestra presencia. Este es el mayor premio que una persona puede ganar.
Gracias mi Señor y mi Dios, por darme vida y enseñarme a preservarla. Gracias por ser mi mayor amigo, mi fiel compañero. Vos Sois mi alegría, dadme siempre Señor, Vuestra vida, así viviré en Vos.
Si, hijita, si permanecieres en Mi hasta el último segundo de tu decisión por Mí, no te revelaréis a causa del sufrimiento, Yo te daré de Mi Cuerpo y de Mi Sangre por toda la eternidad. Pero, quien decida por el infierno, no tendrá más parte Conmigo.
Yo Soy el Amor y quien no Me quiere conocerá el infierno. Allí es un lugar reservado para los que no quisieron Mi Amor, son personas que no aman la vida, no se arrepintieron de vivir en odio y pisaron la Salvación. Esos no continuarán viviendo en Mí porque Yo no viviré más en ellos, serán condenados a la infelicidad para siempre.
Mi Señor y mi Dios, Fuente de misericordia para nosotros, libradnos del fuego del Infierno, purificad nuestras vidas y dadnos la Salvación.
Yo amo a Vos, Vos adoro, quiero hacer esto por toda mi existencia.
Hijita, Yo te amo con Amor Eterno, nunca te abandonaré. Yo cumplo Mi Promesa, Soy Dios. Se fiel en tu 'sí', cumple con tu misión independientemente que alguien crea o no en lo que haces cumpliendo Mis Órdenes.
Tú Me amas porque recibes este amor de Mí y los valoras, pero los que no Me aman no hacen esto porque no valoran el amor que va de Mi para ellos.
Amor ellos tienen, pero no se aman ellos, ni a ninguno. Son condenados al infierno.
Ahora hijita, ve la visión que te doy este día, mira a Mi Corazón.
Mi Señor y mi Dios, Corazón Santo, infinitamente Santo, ahora veo a Vuestro Sacratísimo Corazón fuera de Vuestro Cuerpo envuelto en una llama de Fuego que no quema. Una corona de espinas pasa en el centro de Él y allí, encima de la corona veo una cruz. Esta vez ella es toda luz no es de madera.
Hijita, estáis viendo dos cosas que sucederán en el mundo de aquí en adelante.
La corona significa el sufrimiento que tendréis que pasar de aquí en adelante frente a la luz que será vista por todos en el Cielo. De ella recibiréis gracias especiales, estéis atentos.
Ahora continúa escribiendo lo que te mostraré.
Mi Señor y mi Dios, Sacratísimo Corazón de Jesús lleno de amor y perdón por nosotros. Veo ahora Vuestro Corazón abriéndose y dentro de Él una gran destrucción en nuestro planeta.
¡Mi Dios! Bombas y más bombas, guerra. El suelo está lleno de cuerpos, aves negras descienden sobre ellos. ¡Qué horror!
Siento un mal olor muy fuerte. No hay nadie cerca, veo que todos están muertos. ¡Qué horror!
Ahora esta visión se desvanece. Veo un campo verde, veo ahora aguas puras y cristalinas. Veo ahora personas con vestiduras hermosas, transmitiendo luz, están llegando felices y cantado alabanzas a nuestro Dios que los espera, pero no puedo Verlo, sólo percibo que están mirando, todos hacia un lugar que los encanta. Ahora esta visión fue retirada. Veo Vuestro Sacratísimo Corazón cerrándose, volviendo a lo normal y entrando en Vuestro Cuerpo. No hay nada más expuesto. Veo Vuestra túnica blanca.
Gracias Jesús por la fuerza que me diste para esta visión. Creo que si Vos no estuvieseis conmigo, no sobreviviría a ella.
Hijita, todo lo que viste sucederá dentro de poco tiempo. En la última parte tú viste la 'Tierra Prometida', para allá irán todos los que esperan la Salvación. Pero, antes tendréis que vencer las pruebas finales, guerra, enfermedades, hambre, revueltas de la naturaleza en contra de las ofensas humanas. En fin, tendréis que vencer el pecado para recibir la herencia que Mi Padre reserva para vosotros.
Mi Señor y mi Dios, Sacratísimo Corazón de Jesús, Vos que Sois el Sagrario que guarda el Amor del Padre, enciende en nosotros el Fuego del Divino Espíritu Santo salvándonos. Perdonad nuestros pecados y dadnos luz, dadnos la Salvación.
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Continuación IV del mensaje de Nuestro Señor Jesucristo del 27 de Junio de 2011
Hijita, Yo Soy vuestra Salvación, estoy en vos.
Ahora haz tu oración por los agonizantes de este tiempo final.
Mi Señor y mi Dios, sea hecha Vuestra Voluntad. Dadme antes luz para que, con esta oración, alcancemos la paz para todos los que agonizan antes de la muerte. Permanece con nosotros, Vos Sois la Paz.
Hijita, te doy todo lo que tú Me pides en este momento. Yo Soy la Luz que habita en tu corazón y en todos los que creen en Mi. No obligo a nadie a creer, pero doy a los que creen un conocimiento mayor.
Haz la oración con el corazón y con el alma y con tu espíritu elevado al Cielo.
Gracias Jesús, soy toda Vuestra. Vos Sois todo para mí, yo amo a Vos y adoro a Vos por toda mi existencia. Escuchad señor mi oración.
Oración
"Mi Señor y mi Dios, Bendito Sois Vos que naciste en el medio de nosotros pecadores para darnos la Salvación.
En este momento en que todos nosotros estamos agonizantes, cerca está la hora de dejar este mundo de pecado y atravesar la cortina de la Eternidad. Nosotros suplicamos a Vos, mira hacia nosotros y ve nuestras debilidades, nuestros errores, nuestros pecados, nuestras enfermedades, nuestra hambre, nuestra sed, nuestra pérdida total de todo lo que poseemos perdonadnos.
¿Quiénes somos nosotros para decir que estamos bien, que merecemos el Cielo, que valorizamos Vuestro Amor por nosotros? Vos sabéis que no hacemos nada bien, pero aquí estamos mendigando Vuestro Perdón y esperamos entrar en la 'Tierra Prometida'. Que Vuestra Bondad se derrame sobre nosotros, para que podamos ser aceptados por Vos con nuestro arrepentimiento.
No tenemos más que una vida, no podemos comenzar todo de nuevo para hacer lo correcto, pero esperamos Vuestra Bondad, Vuestro poder trasforma nuestros defectos perdonándonos y dándonos el derecho de entrar en la eternidad.
Libradnos de entrar en la amargura del infierno.
Mira hacia nosotros y ve, este es el tiempo de nuestro pasaje de este mundo de pecado para el mundo de la santidad. Hacednos santos con Vuestro Perdón y Vuestra Bondad de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén."
(1 Credo, 1 Padre Nuestro, 1 Ave María y 1 Gloria.) Amén, Jesús.
Hijita, tu oración Me agrada. Ahora reza siempre para que todos se arrepientan y Me pidan el perdón, antes que sea tarde.
El día del Juicio Final está bien cerca y vosotros, en aquél día permaneceréis sabiendo para donde irán.
Ahora quiero que profetices a Jerusalén, Mi Iglesia, Mi pueblo, este pueblo que es toda la humanidad y que Yo quiero salvar.
Sí, mi Señor y mi Dios, Vos me llamasteis a servir como profeta de este final del tiempo para el pecado del mundo. Nada puede impedírmelo de atender a Vos. Haced de mí según Tu Voluntad, yo profetizaré.
Hijita, Me agrada tu 'sí' te cubro con Mi Amor. Haz Mi Voluntad y serás bien aventurada en el Cielo. No tengas miedo a nadie.
Mi orden es para ser obedecida por todos.
Gracias mi Señor y mi Dios, soy toda Vuestra.
Profecía:
"Jerusalén, Jerusalén, he aquí una profecía más para ti.
Levántate, permanece de pie y escucha con el corazón abierto. Planta en él lo que te hablo para que no digas mañana que Yo no te alerté antes de castigarte por tus rebeldías.
Este es el día que te doy para que medites sobre la hora de tu agonía.
Tú ya estas agonizando y sabes que el existe el Cielo, el Purgatorio y el Infierno.
En todos los días de tu vida te doy enseñanzas sobre el bien y el mal. Tú eres libre para decidir cuál camino quieres para tu vida.
Pero, te advierto, el castigo caerá sobre todo mal y solamente quien no practica la maldad estará fuera de él.
Es tiempo de decisión, reparación es tiempo de conversión. Si tú quieres el Cielo, repara tus errores, arrepiéntete de tus pecados y regresa a Mí.
La maldad compromete al alma y la lleva al peligro del infierno.
Te estoy advirtiendo Jerusalén, llegó el momento final para tu decisión. Voy a derramar la taza de la amargura sobre la tierra, sufrimientos, guerras, enfermedades peores de las que tú conoces, hambre, frío y calor. Entonces tú recordaras que despreciaste el tiempo que te di para suavizar tus sufrimientos, lo gastaste en lo inútil. Te preguntas porqué María Santísima vino al mundo en este tiempo para ayudarte. Te recordaras que te burlaste de Ella y no La acogiste en amor y gratitud. Tu escogiste ser castigada, pero Jerusalén, estoy una vez más advirtiéndote, quien desprecia a Mi Madre me desprecia a Mí también, porque Soy Hijo de Ella. Yo no permito desprecio a Ella.
Conoce Jerusalén, tú te burlas hoy y llorarás mañana, no tengas duda. El mañana del que te hablo está a las puertas para corregirte.
Renuncia a tus libertades, llegó el momento final para tu decisión. Yo perdono a quien Me pide con verdadero arrepentimiento. Sólo con verdadero arrepentimiento tendrás la Paz.
Te lo aconsejo, es mejor Pedirme el perdón. Yo perdono a quien Me pide con verdadero arrepentimiento. Sólo con verdadero arrepentimiento tendrás la Paz.
Es necesario reparar los pecados ahora, porque el Purgatorio no es eterno, él se extinguirá cuando yo regrese al mundo.
Sólo existirán dos lugares para tú decidir hacia dónde quieres ir, para el Cielo o para el Infierno.
Estoy dándote tiempo, Mi Iglesia, Mi pueblo, pero él se acabará y entonces vendrá el día del 'Juicio Final'. En aquel día te llamaré de la tumba como llamé a Lázaro y tú recibirás tu sentencia. No te olvides que quiero darte la felicidad, la alegría verdadera, el tiempo es corto.
Tu Jerusalén, eres Mi Iglesia, Mi pueblo, quiero purificarte para la vestidura de nuestras nupcias.
Y tú resplandecerás después de ser glorificada por Mí. Tú serás siempre Mía y Yo Soy tu Dios, tu Salvación.
Ven Mi amada y mira lo que quiero darte. Ven Mi amada para Mis Brazos y nunca más tendrás mancha de pecado sobre ti. "
Hijita, ahora ve y lleva al mundo este aviso que ya es tarde y luego viene la noche, y el mundo está próximo a atravesar las tinieblas que se avecinan.
Sí mi Señor y mi Dios, Fuente de misericordia para nosotros, ten piedad de nosotros, no miréis nuestros pecados, mira hacia nosotros, somos sólo criaturas y necesitamos de Vuestro Perdón. Perdonadnos.
Hijita, confiad en Mi Poder de salvaros, y a todos vosotros les será dado según la humildad de vuestros corazones.
Te bendigo y os bendigo a todos.
Yo Soy Dios. Soy el que Soy.
Soy Jesucristo, el Salvador del mundo.
Las desobediencias humanas hieren el Sacratísimo Corazón de Jesús. El castigo será total no hay como evitarlo, ya que la mayoría se burló de la Santísima Virgen María, la Madre de Dios, que vino a traernos las advertencias del Cielo.