13 DE ENERO DE 2013
Hijos Míos, Soy Jesús de Nazaret quien os habla, vuestro Redentor y Maestro. Cuantos de vosotros habéis querido desear vivir en tiempos de Mí vida terrenal para seguirme, y Yo hubiera querido que así fuera. Pero el tiempo no ha permitido que pudiera ser porque las épocas se van sucediendo por años y ciclos y a cada alma le toca vivir en una determinada etapa, aunque hijos, para Mí todo el tiempo es presente. Yo, Jesús, os hablo.
No importa, queridos Míos, que estéis a dos mil siglos de Mí nacimiento, no importa, porque Yo os veo a todos desde el principio de la Humanidad hasta el final y os veo en presente, por eso os digo, aquel que le hubiera gustado seguirme en Mis peregrinaciones apostólicas, que venga místicamente y se una a ellas, porque Yo lo miraré con amor. Aquel que hubiera querido unirse a los pastorcillos para adorarme, que lo haga espiritualmente, que Yo lo tendré presente. Aquel que hubiera querido consolarme en Getsemaní velando una hora Conmigo, que lo haga ante el Sagrario y se una espiritualmente a esa terrible hora de Getsemaní y Me acompañe, porque aunque para vosotros todo será espiritualmente, para Mí será como si de verdad estuvierais a Mi lado. Yo, Jesús, os hablo.
No todos pudisteis vivir en Mí vida terrenal y desde luego que muchos hubierais sido grandes santos yendo tras de Mí, pero hijos, haced lo que os digo y acompañadme en todos Mis pasos desde vuestro tiempo y así Me consolareis de tanta inmundicia que hay en el mundo y, de lo ignorado y atacado que Soy por ser el Hijo de Dios Altísimo, que muchos no quieren nada Conmigo y Me atacan y odian como si Yo les hubiera hecho algún mal. Yo, Jesús, os hablo.
Mi Santa Madre está con todos vosotros, pendiente de vuestras peticiones, de vuestras lágrimas y problemas. Ella no os habla con vuestro lenguaje porque debéis de vivir de la fe y creer que es así, pero Ella es muy sensible a vuestros sufrimientos y os abraza también místicamente y está deseando de recibiros a muchos de vosotros en las moradas celestiales, donde veréis claramente sin la venda de la fe lo que fue Ella para vosotros en vuestra vida y como en muchas ocasiones os solucionó problemas que no supisteis ver que fue Su santa mano quien lo hizo. Yo, Jesús, os hablo.
Uníos a nosotros pasando las fronteras del tiempo, no importa que estéis a dos mil años de distancia, para el Cielo no hay ni espacio, ni tiempo, todo es presente, y si queréis vivir con Mí Santa Madre el misterio de Mí nacimiento, Ella os lo agradecerá. Yo, Jesús, vuestro Hermano divino, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel leyendo este mensaje lo pone en práctica.
Qué hermoso. Muchísimas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo desde España. Isabel.
Benditos los conductos de Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo por permitirnos recibir su palabra para nuestro buen caminar por este mundo bajo su gracia...saludos Gilberto Jesús
ResponderEliminarTodo está muy hermoso, pero el vidente debería escuchar bien las palabras de Jesús y no corregirlas. No hace dos mil siglos que El vino a la tierra. Si mis cuentas me dan, pasaron apenas 20 siglos, que es lo que habrá dicho Jesús. O por el contrario, dijo dos mil años. Dios nunca podría equivocarse.
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