Debemos siempre vigilar contra el engaño del demonio, dijo el Papa Francisco en la Misa de esta mañana en Casa Santa Marta. El Pontífice subrayó que no se puede seguir la victoria de Jesús sobre el mal “a medias” y reafirmó que no debemos confundir, relativizar la verdad en la lucha contra el demonio. Jesús expulsa a los demonios, y alguien empieza a dar explicaciones “para disminuir la fuerza del Señor”. El Papa Francisco habló en la homilía, tomando el Evangelio de hoy, sobre la tentación de disminuir la figura de Jesús como si fuese “como mucho un curador”, pero sin tomarle “del todo en serio”. Una actitud, observó, que “ha llegado hasta nuestros días”.
“Hay algunos sacerdotes que cuando leen este pasaje del Evangelio, este y otros (sobre expulsión de demonios, n.d.r.), dicen: ‘Jesús curó a una persona de una enfermedad psíquica -mental-. No se lee esto aquí, ¿no? Es verdad que en aquel tiempo se podía confundir una epilepsia con la posesión del demonio; ¡pero es también cierto que existía el demonio! Y no tenemos derecho a simplificar tanto las cosas, diciendo: ‘Todos estos no estaban endemoniados; eran enfermos psíquicos -mentales-’. ¡No! La presencia del demonio está en la primera página de la Biblia y la Biblia acaba también con la presencia del demonio, con la victoria de Dios sobre el demonio”.
Por esto, advirtió, “no debemos ser ingenuos”. El Papa, por tanto, observó que el Señor nos da algunos criterios para “discernir” la presencia del mal y para ir por el “camino cristiano cuando hay tentaciones”. Uno de los criterios es “no seguir la victoria de Jesús sobre el mal” solo “a medias”. “O estas conmigo – dice el Señor – o estás contra mí”. Jesús, añadió, vino a destruir al demonio, “a darnos la liberación” de la “esclavitud del diablo sobre nosotros”. Y, advirtió, no se puede decir que así “exageramos”. “En este punto – dijo – no hay medias tintas. Hay una lucha, y una lucha en la que se juega la salud, la salud eterna, la salvación eterna” de todos nosotros.
Está después el criterio de la vigilancia. “Debemos ser vigilantes siempre – exhortó el Papa – vigilar contra el engaño, contra la seducción del maligno”.
“Y podemos preguntarnos: ‘¿Yo me vigilo a mí, mi corazón, mis sentimientos, mis pensamientos? ¿Guardo el tesoro de la gracia? ¿Guardo la presencia del Espíritu Santo en mí? ¿O lo dejo estar, seguro, creo que voy bien?’ Si tu no guardas, viene el que es más fuerte que tu. Pero si llega uno más fuerte que él y le gana, le quita las armas en las que confiaba y se reparte el botín. ¡La vigilancia! Tres criterios, ¡eh! No confundir la verdad. Jesús lucha contra el diablo: primer criterio. Segundo criterio: quien no está con Jesús, está contra Jesús. No hay enseñanzas a medias. Tercer criterio: la vigilancia de nuestro corazón, porque el demonio es astuto. ¡Nunca se le expulsa para siempre! Sólo lo será el último día”.
Cuando el espíritu impuro sale del hombre, recordó el Papa, “vaga por lugares desiertos, buscando alivio, y al no encontrarlo, dice: ‘Volveré a mi casa, de donde he salido’. Y cuando la encuentra “barrida y en orden”. Entonces va, “toma a otros siete espíritus peores que él, vienen y moran en ella”. Y así, “la última situación de ese hombre se vuele peor que la primera”.
“La vigilancia, porque su estrategia es esa: ‘Tu te has hecho cristiano, sigue adelante en tu fe, yo te dejo, te dejo tranquilo. Pero después, cuando te has acostumbrado y no vigilas tanto y te sientes seguro, yo vuelvo’. El Evangelio de hoy comienza con el demonio expulsado y termina con el demonio que vuelve. San Pedro lo decía: ‘Es como un león feroz, que gira a nuestro alrededor’. Es así. ‘¡Pero, Padre, usted está un poco anticuado! Nos asusta con estas cosas …’. No, ¡yo no! ¡Es el Evangelio! Y esto no son mentiras: ¡es la Palabra del Señor! Pidamos al Señor la gracia de tomar en serio estas cosas. Él ha venido a luchar por nuestra salvación. ¡El ha vencido al demonio! ¡Por favor, no hagamos tratos con el demonio! Él busca volver a casa, tomarnos en posesión … ¡No relativizar, vigilar! ¡Y siempre con Jesús!”
Muy bien por el Papa, hay muchos sacerdotes que no hablan del mal ni del pecado, menos del demonio. Y todavía hay algunos que desconfían del Papa y de su fidelidad a Cristo y a la sana doctrina.
ResponderEliminarAlvaro
Alvaro ¿Tu crees que por hablar del Demonio el Papa demuestra su fidelidad a la sana doctrina? ¿Entoces los Satanistas y masones que tambien creen en el demonio?
ResponderEliminarCuando en las Escrituras se nos dice que si los tiempos no fueran acortados hasta los elegidos se perderian nos quiere decir que la sofisticacion del engaño va a ser tan aguda y tan perfecta, que hasta los mas perfectos catolicos quedarian en el error, si no fuera porque Dios intervendra.
Recordar que la Bestia hablara como un Dragon, pero tendra aspecto de Cordero, y su principal labor no sera hacer burdos engaños, sino realizar sofisticadas confusiones, asique andaros con ojo.
Un saludo
Esta homolía es del 11 de octubre, no del 11 de septiembre.
ResponderEliminarAquí se puede ver
http://www.youtube.com/watch?v=do090pvfH_M&list=PLvrf9BMegg5ypwVyloPD9PKaOu16u_AiG