Visión y Proposito



Nuestra visión y propósito, en perfecta obediencia al mandato de Jesús Nuestro Señor de "DISCERNIR LOS SIGNOS Y SEÑALES DE LOS TIEMPOS", es el difundir los Mensajes que para este tiempo final, Dios Padre esta recordando y explicitando a su Iglesia y al mundo a través de sus dos Ungidos y Testigos, es decir, los CORAZONES UNIDOS Y TRIUNFANTES DE JESÚS Y MARÍA, y así poder contribuir con su plan en el llamado y preparación de los DISCÍPULOS DEL FIN DE LOS TIEMPOS.


En cuanto a las Revelaciones y Profecías Privadas, que se publica en este Blog, en virtud de la derogación de los cánones 1399 y 2318 del Código de Derecho Canónico y de la vigencia del Decreto del Papa Urbano VIII, SOLO AL SANTO MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA le corresponde determinar sus AUTENTICIDAD Y CARÁCTER SOBRENATURAL, a cuya decisión final dócilmente nos sometemos, sin olvidar, a San Pablo que nos exhorta: " No despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno" 1ra. de Tesalonicenses 5;20 y San Juan Evangelista que nos profetiza: " Pero cuando EL, el Espíritu de la verdad, venga, os guiará a toda la verdad,...... y os hará saber lo que habrá de venir." Jn 16;13.

Sin embargo, ya que, la Iglesia no objeta en principio el difundir estas revelaciones privadas, mientras se las estudia por su contenido y frutos, esperamos que no se las busque por la sola satisfacción de la curiosidad, sino por un deseo VERDADERO DE CONVERSIÓN Y SALVACIÓN para el Alma, traducido en la realización de obras de Misericordia Concretas.

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lunes, 8 de septiembre de 2014

Descubre algunas de las exigencias que para la confesión el Santo Padre Pio de Pietrecilna establecía a las mujeres, usando para ello un letrero pegado a la puerta de la iglesia, que declaraba: “Por el deseo explícito de Padre Pio, mujeres deben entrar a su confesionario vestidas de faldas por lo menos ocho pulgadas debajo de las rodillas. Es prohibido pedir prestado vestidos más largos en la iglesia y llevarlos por el confesionario.”


Padre Pio sobre modas de hoy día

1 Timoteo 2:9: “Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia…”

Gálatas 5:19: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son fornicación, impureza, inmundicia…”

Padre Pio tenía opiniones muy firmes sobre las modas de vestir femeninas. Cuando empezó la manía de las minifaldas, ninguna se atrevió a venir al monasterio de Padre Pio vestida de moda tan inadecuada. Otras mujeres vinieron no en minifaldas, sino en faldas que fueron algo cortas. Padre Pio se puso muy ofendido por eso también. Una mujer intentó cambiar la falda antes de irse a confesión; le pidió prestado una más larga a una amiga. Cuando ella entró el confesionario, él descorrió el postigo pequeño, y entonces lo corrió otra vez, diciendo: “¿Pues? ¿Hemos sido disfrazados por un carnaval, entonces? Toda mujer que se viniera a su confesionario vestida de una falda que no fue ocho pulgadas debajo de las rodillas fue despachada inmediatamente sin poder ir a la confesión. Otras mujeres, quienes lograron entrar vestidas algo incorrectamente, fueron despachadas por Padre Pio, con él a veces gritando “¡fuera! ¡fuera! ¡fuera!”

Padre Pio no toleraba ni faldas ajustadas ni vestidos cortos o escotados. También prohibió a sus hijas espirituales vestirse de medias transparentes. Su severidad aumentaba cada año. Él despediría a mujeres del confesionario, aun antes que entraran, si percibiera su vestido inadecuado. Muchas mañanas despachó una tras otra – al fin oyendo muy pocas confesiones. Él también tenía un letrero pegado a la puerta de la iglesia, declarando:

“Por el deseo explícito de Padre Pio, mujeres deben entrar a su confesionario vestidas de faldas por lo menos ocho pulgadas debajo de las rodillas. Es prohibido pedir prestado vestidos más largos en la iglesia y llevarlos por el confesionario.”

Padre Pio reprendería a algunas mujeres con las palabras, “Ite y vístete.” A veces añadiría: “¡Payasas!” No le daría a nadie un pase, o si eran personas a quienes les encontrara por la primera vez, o hijas espirituales de tantos años. En muchos casos, las faldas fueron muchas pulgadas debajo de las rodillas, pero todavía no fueron suficiente largas por la severidad de Padre Pio. Chicos y hombres también tenían que llevar pantalones largos, si no quisieran estar echados de la iglesia.


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