Visión y Proposito



Nuestra visión y propósito, en perfecta obediencia al mandato de Jesús Nuestro Señor de "DISCERNIR LOS SIGNOS Y SEÑALES DE LOS TIEMPOS", es el difundir los Mensajes que para este tiempo final, Dios Padre esta recordando y explicitando a su Iglesia y al mundo a través de sus dos Ungidos y Testigos, es decir, los CORAZONES UNIDOS Y TRIUNFANTES DE JESÚS Y MARÍA, y así poder contribuir con su plan en el llamado y preparación de los DISCÍPULOS DEL FIN DE LOS TIEMPOS.


En cuanto a las Revelaciones y Profecías Privadas, que se publica en este Blog, en virtud de la derogación de los cánones 1399 y 2318 del Código de Derecho Canónico y de la vigencia del Decreto del Papa Urbano VIII, SOLO AL SANTO MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA le corresponde determinar sus AUTENTICIDAD Y CARÁCTER SOBRENATURAL, a cuya decisión final dócilmente nos sometemos, sin olvidar, a San Pablo que nos exhorta: " No despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno" 1ra. de Tesalonicenses 5;20 y San Juan Evangelista que nos profetiza: " Pero cuando EL, el Espíritu de la verdad, venga, os guiará a toda la verdad,...... y os hará saber lo que habrá de venir." Jn 16;13.

Sin embargo, ya que, la Iglesia no objeta en principio el difundir estas revelaciones privadas, mientras se las estudia por su contenido y frutos, esperamos que no se las busque por la sola satisfacción de la curiosidad, sino por un deseo VERDADERO DE CONVERSIÓN Y SALVACIÓN para el Alma, traducido en la realización de obras de Misericordia Concretas.

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miércoles, 19 de junio de 2013

Las Posesión Demoníaca de los Niños de Illfurth en Francia (Reconocida por la Iglesia)...Todo empezó en el otoño de 1864, cuando los dos hijos mayores de la familia, Thibault (9 años) y Joseph (7 años), empezaron a languidecer a ojos vista sin ningún motivo aparente. Los numerosos médicos que se sucedieron para reconocerlos, no encontraron ningún remedio para este debilitamiento espontáneo. Durante este tiempo, los dos niños continuaron languideciendo hasta septiembre de 1865. Entonces se pusieron a comportarse de una forma extraña. ¡Daban vueltas sobre ellos mismos en sus camas, golpeaban violentamente los muebles que les rodeaban o tenían crisis nerviosas antes de derrumbarse completamente exhaustos! Aún más extraño, sus piernas se enrollaban sin que se las pudiese separar. ¡En otros momentos, aparecía en el abdomen de los niños una gran bola que se desplazaba en todos los sentidos antes de desaparecer! ...



Los hechos han sucedido en la segunda mitad del siglo XIX, en el pequeño pueblo de Illfurth (1200 almas en aquella época) que se encuentra cerca de Mulhouse en Alsacia (Francia).

La familia Burner, que entonces ha visto trastornada su vida, era una modesta familia pobre y sin historia en este pueblo. El padre, Joseph, era un vendedor ambulante de cerillas y yescas (substancias inflamables que servían entonces para encender los fuegos). La madre, Marie Anne era una mujer de su casa que se ocupaba de sus cinco niños.

Los niños de comportamiento extraño

Todo empezó en el otoño de 1864, cuando los dos hijos mayores de la familia, Thibault (9 años) y Joseph (7 años), empezaron a languidecer a ojos vista sin ningún motivo aparente. Los numerosos médicos que se sucedieron para reconocerlos, no encontraron ningún remedio para este debilitamiento espontáneo. Durante este tiempo, los dos niños continuaron languideciendo hasta septiembre de 1865.

Entonces se pusieron a comportarse de una forma extraña. ¡Daban vueltas sobre ellos mismos en sus camas, golpeaban violentamente los muebles que les rodeaban o tenían crisis nerviosas antes de derrumbarse completamente exhaustos!

Aún más extraño, sus piernas se enrollaban sin que se las pudiese separar. ¡En otros momentos, aparecía en el abdomen de los niños una gran bola que se desplazaba en todos los sentidos antes de desaparecer!

Thibault, el mayor, contaba terribles visiones de un ser de pesadilla visible únicamente por él, que tenía el cuerpo cubierto de plumas, sus manos eran garras y tenía un pico de pato. Frecuentemente, se volvía completamente histérico (de veinte a treinta veces al día) y parecía luchar con este ser invisible que trataba, según decía, de estrangularlo.

¡Lo más curioso era que frecuentemente se encontraba en las ropas del niño, tras sus luchas encarnizadas, algunas plumas que desprendían un hedor espantoso, mezcladas con una planta parecida a una hierba acuática!

Con el tiempo, el suelo de la habitación se fue cubriendo de una densa capa de estas plumas diabólicas que hacían la atmósfera irrespirable y que la familia eliminó quemándolas. ¡Sorprendentemente, ellas no dejaban cenizas!

A veces, los dos niños eran víctimas de poltergueits (espíritus dañinos): ¡entonces, eran proyectados violentamente de sus sillas o se ponían a flotar por encima del suelo! Pintaban horribles caras de demonios en las paredes, con las que se ponían a hablar y a jugar.

Un caso comprobado de posesión

El cura del pueblo, el Sr. Briey, considerado como un hombre santo, concluyó que se trataba de un caso de posesión, porque, además de las extrañas manifestaciones que golpeaban a los dos niños, estos se ponían a blasfemar frecuentemente, entraban en cóleras espantosas a la vista del crucifijo o del agua bendita. ¡Cuando se pronunciaba el nombre de la Virgen María, de Jesucristo o de la Santa Trinidad, los niños se ponían a gritar de terror! Si estando dormidos se les ponía un rosario sobre su cama, se despertaban de sobresalto y se escondían en lo más profundo de su cama.

Para el buen reverendo, no había lugar a dudas. Los dos niños estaban poseídos.
Además, los dos niños, pese a no haber estado muy escolarizados, se ponían a hablar en diferentes lenguas: en francés, inglés, en latín y en varios dialectos de otras provincias francesas o españolas cuando, en realidad, jamás habían salido de su Alsacia natal ni escuchado estas lenguas. El don de las lenguas es un fenómeno bastante habitual en los casos de posesión.

Niños en las garras de cuatro demonios

El caso acabó por atraer a Illfurth a numerosas luminarias de la Iglesia y del mundo científico, que quedaban perplejos ante este fenómeno excepcional. No obstante, a fuerza de preguntar a los niños, acabaron por saber que los dos estaban poseídos por dos demonios cada uno.

Thibault estaba poseído por dos seres maléficos que pretendían llamarse Ypès y Orobas, el primero declaraba que mandaba 71 legiones demoníacas.

En cuanto a Joseph, era la víctima de un demonio cuyo nombre era Solalethiel, mientras que el segundo ser demoníaco que poseía al infortunado niño, no reveló jamás su nombre.

Su punto en común era tener un terror al nombre de la Virgen María y que se lamentaban de haber sido expulsados del Paraíso.

Sorprendentes dones de videncia

Los niños manifestaron también, en varias ocasiones, ciertos dones de videncia. Entre los científicos y los eclesiásticos desplegados al lado de los niños, el profesor Lachemann, de la Congregación de los Frailes de María, de Sankt Pilt, jugó un papel importante. Cuando le preguntaba a Thibault sobre el Abad Jean Bochelen, nativo de Illfurth, fusilado en 1798 por los revolucionarios colmarienses, oye decir por la boca del niño: « Yo no quiero saber nada de él. ¡En treinta años, se hablará mucho de él cuando se le exhumará! » ¡Efectivamente, en 1897, o sea, treinta años exactamente más tarde, saldría un libro escrito por el cura Soltner, tirulado « Jean Bochelen, último mártir alsaciano de la gran revolución » y será erigido un monumento en su memoria en el mismo Illfurth!

Del mismo modo y en varias ocasiones, anunciaron las muertes de algunos habitantes del pueblo. En una ocasión, justo antes de la muerte de una cierta Sra. Müller, Thibault se arrodilló a los pies de su cama para tocar las campanas invisibles de la muerte. En otra ocasión, cuando repite la misma ceremonia, se le preguntó la razón.

El declaró « Yo toco las campanas para Gregor Kunegel : » Cuando la hija de este le respondió con escepticismo y enfado que su padre no estaba enfermo, él replicó: « ¡Acaba de tener una caída! Ve a verlo tú misma ». Esta sombría predicción se reveló exacta. El hombre acababa de caer de un andamio.

¡Demonios muy difíciles de desalojar!

Tras una primera tentativa infructuosa de exorcismo en Suiza, el Obispo de Estrasburgo, Monseñor Raess, envió en abril de 1869 tres teólogos a Illfurth. Ellos confirmaron el caso de posesión y aconsejaron aislar a Thibault en un monasterio. En septiembre del mismo año, el Obispo de Estrasburgo decidió enviar al niño al orfanato de Saint-Charles de Schiltigheim en las afueras de Estrasburgo.

Uno de los demonios que afirmaba habitar en el infierno después de que el Arcángel San Miguel lo echase, presumía de haber estado presente en la crucifixión de Cristo. El 3 de octubre de 1869 empezó un exorcismo que duró dos días y que precisó la presencia de once religiosos. Sólo después de una última invocación a la Virgen Maria, el pequeño Thibault cayó al suelo, liberado para siempre de la influencia maléfica.

En cuanto al exorcismo de Joseph, siempre en Illfurth, se desarrolló el 27 de octubre de 1869 en la capilla de Burnkirch, uno de los más antiguos santuarios de Alsacia, bajo la dirección de Sr. Brey, el cura de Illfurth. ¡Como en el caso de Thibault, los demonios no soltaron presa más que después de numerosas horas y siempre con la evocación de la Virgen María!

Finalmente, se precisaron no menos de cuatro años para que los dos hermanos fuesen liberados de la influencia demoníaca. Los dos hermanos no pudieron sobrevivir mucho tiempo a las terribles pruebas físicas y psicológicas que habían padecido. Thibaut murió en 1871 a la edad de dieciséis años. Joseph sobrevivió hasta 1882.

Hacia 1870, los feligreses de Illfurth cotizaron para erigir una columna de piedra coronada por una estatua de la Virgen María enfrente a la antigua granja de los Burner, hoy destruida.


1 comentario:

  1. No estoy convencido que los niños sean poseidos por el demonio, las tinieblas son el panorama y el area donde satanas asiste, la conciencia de un niño y su libre albedrio de conocimiento pleno de pecado absoluto es algo que ira madurando hasta llegar hasta su adultez, entonces comu el diblo lo puede posser tan facilmente, los niños NO SON TIERRA DE LAS TINIEBLAS. Los efectos que apreciamos en las supuestas posesiones responden a otro orden, desbarío, o desajuste generalmente hablando.

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