Visión y Proposito



Nuestra visión y propósito, en perfecta obediencia al mandato de Jesús Nuestro Señor de "DISCERNIR LOS SIGNOS Y SEÑALES DE LOS TIEMPOS", es el difundir los Mensajes que para este tiempo final, Dios Padre esta recordando y explicitando a su Iglesia y al mundo a través de sus dos Ungidos y Testigos, es decir, los CORAZONES UNIDOS Y TRIUNFANTES DE JESÚS Y MARÍA, y así poder contribuir con su plan en el llamado y preparación de los DISCÍPULOS DEL FIN DE LOS TIEMPOS.


En cuanto a las Revelaciones y Profecías Privadas, que se publica en este Blog, en virtud de la derogación de los cánones 1399 y 2318 del Código de Derecho Canónico y de la vigencia del Decreto del Papa Urbano VIII, SOLO AL SANTO MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA le corresponde determinar sus AUTENTICIDAD Y CARÁCTER SOBRENATURAL, a cuya decisión final dócilmente nos sometemos, sin olvidar, a San Pablo que nos exhorta: " No despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno" 1ra. de Tesalonicenses 5;20 y San Juan Evangelista que nos profetiza: " Pero cuando EL, el Espíritu de la verdad, venga, os guiará a toda la verdad,...... y os hará saber lo que habrá de venir." Jn 16;13.

Sin embargo, ya que, la Iglesia no objeta en principio el difundir estas revelaciones privadas, mientras se las estudia por su contenido y frutos, esperamos que no se las busque por la sola satisfacción de la curiosidad, sino por un deseo VERDADERO DE CONVERSIÓN Y SALVACIÓN para el Alma, traducido en la realización de obras de Misericordia Concretas.

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domingo, 31 de octubre de 2010

María Simma. EL MARAVILLOSO SECRETO DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO (Especial para el día de todos los Santos y los Difuntos)

María Simma fue una simple mujer austriaca que tuvo la gracia de recibir revelaciones sobre las Benditas Almas del Purgatorio. Este libro condensa una entrevista que le realizara Sor Emanuel
 
Referencia Biblica de la existencia del Purgatorio: 2 Macabeos, cap 12, vers 46: "Es, pues, un pensamiento santo y saludable el rezar por los difuntos, a fin de que sean libres de las penas de sus pecados".
 
Maravillosas revelaciones recibidas por una humilde mujer sobre las Benditas almas del purgatorio:
 
María Simma era una anciana mujer que vivió hasta el diá de San José del año 2004 en las montañas austríacas. Desde temprana edad ella recibió de Dios el don de recibir la presencia sobrenatural de las almas del Purgatorio, que acuden a ella en busca de oración y ayuda para acortar su tiempo de expiación. Sor Emanuel, muy reconocida por aquellos que conocen la aparición de María en Medjugorje, tuvo la oportunidad de realizarle un reportaje en su humilde casa en la montaña, el cual fue documentado en un hermoso libro.
 
Extractamos aquí algunas partes importantes de este libro titulado "El maravilloso secreto de las Almas del Purgatorio - Sor Emanuel y María Simma"  (prácticamente la totalidad del libro está reflejada en nuestro artículo).
 
María Simma tuvo desde niña un especial interés por las almas del Purgatorio, y fue esa la misión que Dios le dio para esta vida cuando tuvo la edad de 25 años. Adecuadamente asistida por su confesor y director espiritual, y bajo el cercano seguimiento del Obispo del lugar, María vive una vida donde la Presencia sobrenatural se vuelve cotidiana. Las almas se presentan a ella buscando ayuda, y también dando testimonio de sus sufrimientos, su vida en la tierra y su deseo profundo de llegar cuanto antes a estar en la Presencia de Dios en forma definitiva.
 
Los conocimientos que las almas del Purgatorio le refieren son una hermosa y fuerte confirmación de toda la Doctrina sobre la que se funda la Iglesia Católica, y una invitación a todos nosotros a vivir una activa y sincera práctica de los sacramentos. Pero, por sobre todo, María Simma nos invita a una práctica cotidiana del amor como la puerta más importante para la salvación de nuestra alma. El amor cura y cubre muchos de nuestros pecados, a la hora de nuestro juicio particular.
 
Descubra en este testimonio muchas de las confirmaciones que su corazón estaba buscando, ya que Jesús y María se expresan a través de las palabras de María Simma, invitándonos a una conversión sincera y profunda, basada en el amor por Dios y por todos nuestros semejantes. Nuestra Santa Iglesia florece en las palabras de esta humilde mujer, cuyo amor por Dios la ha llevado a grandes y constantes sacrificios. Un alma humilde puede obrar muchos milagros, ya que agrada a los ojos del Creador, que la toca con la gracia y la convierte en un instrumento de evangelización. Eso es, en breves palabras, María Simma.
 
 
(Los comentarios y las preguntas son realizadas por Sor Emanuel)
 
Sor Emanuel: Henos aquí, María, ¿puedes contarnos ahora cómo fuiste visitada, la primera vez, por un alma del Purgatorio?
 
María Simma: Sí, fue en el año 1940, de noche, a las 3 o 4 de la madrugada. Oí a alguno que iba y venía en mi cuarto. Esto me despertó. Miré para ver quien pudiese haber entrado en mi cuarto.
 
-¿ Tuviste miedo?
 
- No, yo no soy nada miedosa. Cuando yo era pequeña, mi madre me decía que era una niña del todo especial, porque nunca tenía miedo.
 
-¿ Y entonces, esa noche? ¡Cuéntanos!
 
- Oh, vi que era un extraño. Iba y venía lentamente. Le pregunté con tono severo: "¿Cómo has entrado aquí?, ¿qué has perdido?". Pero él continuaba a caminar en mi cuarto, de aquí para allá, como si nada fuese. Entonces le volví a preguntar: "¿Qué haces?". Y puesto que continuaba a no querer responderme, me levanté de un salto para aferrarlo, pero no toqué mas que el aire, y el hombre había desaparecido... Entonces regresé a la cama, y de nuevo comencé a sentir que iba y venía. Me preguntaba por qué veía allí a ese hombre, y por qué no podía aferrarlo. Me levanté de nuevo para asirlo y para hacer que desistiese de caminar. Nuevamente me topé con la nada. Quedé perpleja. Volví a acostarme. No volvió otra vez, pero aquella noche no conseguí adormecerme. Al día siguiente, después de misa, fui a ver a mi director espiritual y le conté lo sucedido. El me dijo "Si todo eso recomienza, no preguntes: "¿Quien eres?, sino, ¿"Qué quieres de mí?".
 
La noche siguiente el hombre regresó. Era el mismo, y yo le pregunté: "¿Qué quieres de mí?". Me respondió: "Haz celebrar tres misas por mí y yo seré liberado". Entonces comprendí que era un alma del Purgatorio. Mi padre espiritual me lo confirmó. Me aconsejó de no rechazar jamás a las almas del Purgatorio, y de acoger con generosidad sus pedidos.
 
- Y después, ¿continuaron las visitas?
 
- Sí, durante algunos años venían tres o cuatro almas solamente, sobre todo en el mes de noviembre. Luego no vinieron más.
 
- ¿Y qué te piden estas almas?
 
- Muchas veces piden de hacer celebrar misas y de asistir a esas misas; piden de recitar Rosarios, y también de hacer el Vía Crucis.
 
- A este punto se nos plantea una pregunta, que es fundamental: ¿Qué es exactamente el Purgatorio?
 
- Diría que es una invención genial por parte de Dios. Y aquí quisiera proponerles una imagen toda mía. Supongan que un día se abre una puerta y aparece un ser extraordinariamente bello, de una belleza tal, nunca vista sobre la tierra. Aquí quedan fascinados, trastornados por este SER de luz y de belleza, tanto más que él demuestra estar locamente enamorado de ustedes (lo que nunca se hubiesen imaginado); se dan cuenta que también él tiene un gran deseo de atraerlos a sí, de abrazarlos; y el fuego del amor que quema ya en sus corazones los empuja seguramente a precipitarse entre sus brazos. Pero ustedes, se dan cuenta, en ese preciso instante, de que hace meses que no se lavan, que huelen mal, que se sienten horriblemente feos; tienen la nariz que chorrea, los cabellos grasosos y pegoteados, horribles manchas de suciedad sobre la ropa, etc., etc.Entonces se dicen a sí mismos: "¡No, no es posible que yo me presente en este estado!. Es preciso que antes me lave, me duche, y luego, rápidamente, regrese a verlo…". Pero he aquí que el amor nacido en sus corazones es tan intenso, tan fuerte, tan abrasador, que este atraso debido a la ducha es absolutamente insoportable. Y el dolor mismo de la ausencia, aunque dure sólo pocos minutos, causa un ardor atroz en el corazón. Y, ciertamente, este ardor es proporcional a la intensidad de la revelación del amor: es una Llama de amor...
 
Pues bien, el Purgatorio es exactamente esto. Es un atraso impuesto por nuestra impureza, un atraso antes del abrazo de Dios, una Llama de amor que hace sufrir terriblemente; una espera, o si quieren, una nostalgia, del Amor. Es precisamente esta Llama, esta ardorosa nostalgia la que nos purifica de todo lo que aún es impuro en nosotros. Me atrevería a decir que el Purgatorio es un lugar de deseo, del deseo loco de Dios, de Dios que ya ha sido reconocido y visto, pero al cual el alma todavía no se ha unido.
 
Las almas del Purgatorio hablan con frecuencia con María sobre ese gran deseo, de esa sed que tienen de Dios, y cómo ese deseo es para ellas profundamente doloroso; es, sin duda, una verdadera agonía. En la práctica el Purgatorio es una gran crisis, una crisis que nace de la falta de Dios.
 
Sobre esto he querido que María nos precisara un punto fundamental:
 
- María, ¿las almas del Purgatorio prueban alegría y esperanza en medio de sus sufrimientos?
 
- Sí, ningún alma quisiera volver del Purgatorio a la tierra, porque ellas ya tienen un conocimiento de Dios infinitamente superior al nuestro, y no podrían nunca más decidirse a regresar a las tinieblas de este mundo. He aquí, entonces, la gran diferencia entre los sufrimientos del Purgatorio y los de la tierra: en el Purgatorio, aunque sea terrible el dolor del alma, la certeza que se tiene de vivir con Dios es tan fuerte e indestructible que el gozo de esta certeza supera aun el dolor; y por nada del mundo esas almas quisieran volver a vivir sobre la tierra donde, al fin de cuentas, nunca se tiene seguridad de nada.
 
- María, ¿ahora podrías decirnos si es Dios quien envía un alma al Purgatorio, o si, en cambio, es el alma misma quien decide de ir allí?
 
- Es el alma misma quien quiere ir al Purgatorio para purificarse, antes de entrar en el Paraíso. Pero aquí es preciso decir también que el alma, cuando está en el Purgatorio, adhiere perfectamente a la voluntad de Dios;por ejemplo, se complace del bien y desea nuestro bien; experimenta tanto amor por Dios, y también por quienes aún estamos en la tierra. Estas almas están perfectamente unidas al Espíritu de Dios o, si quieren, a la Luz de Dios.
 
- María, ¿en el momento de la muerte, se ve a Dios en plena luz, o en manera confusa?
 
- En manera aún confusa; con todo, hay una claridad tal, que basta, ciertamente, para tener nostalgia.
 
¡Es verdad!. Es una luz resplandeciente, en relación a las tinieblas de la tierra; pero todavía es nada con respecto a la Luz que el alma conocerá en el Cielo. Del resto, a tal propósito, podemos hacer una confrontación con las experiencias de las que se habla en el libro "La vida más allá de la vida": muchísimas de esas personas que, de un estado de pre-muerte (por coma, paro cardíaco, etc.), han entrevisto algo del más allá, quedaron tan fascinadas de esa luz, que para ellas ha sido una verdadera agonía retornar a la común existencia sobre la tierra, después de aquella experiencia.
 
- María, ¿puedes decirme cuál es el papel de la Virgen con respecto a las almas del Purgatorio?
 
- Sí, viene frecuentemente para consolarlas y decirles que han hecho bien tantas cosas, y les da coraje.
 
- ¿Hay días especiales en los cuales ella las libera?
 
- Si, sobre todo el día de Navidad, el día de Todos los Santos, el Viernes Santo; las libera también el día de su Asunción y en el de la Ascensión de Jesús.
 
- Pero, María, ¿por qué se va alPurgatorio? ¿Cuáles son los pecados que conducen con frecuencia a las almas al Purgatorio?
 
- Son los pecados contra la caridad, contra el amor hacia el prójimo, la dureza del corazón, la hostilidad, la calumnia; sí, todas estas cosas. Sé que la maldición y la calumnia se cuentan entre las culpas más graves que necesitan una larga purificación.
 
María, al respecto, nos ofrece un ejemplo que la ha impactado mucho, y es un testimonio que quiero contarles. Se trata de un hombre y de una mujer; de ellos se le pidió se informase si estaban en el Purgatorio. Con gran asombro de quienes se lo habían pedido, la mujer ya estaba en el Paraíso y el hombre en el Purgatorio. Pero en realidad esa mujer había muerto después de un aborto, mientras que el hombre iba con frecuencia a la iglesia y llevaba una vida, aparentemente, bastante digna y piadosa. Entonces María se informa nuevamente, pensando que podría haberse equivocado. Pero no, era tal cual: en realidad los dos murieron contemporáneamente, pero la mujer se había arrepentido sinceramente de lo que había hecho, y había sido muy humilde; en cambio el hombre, aunque religioso, juzgaba todo y a todos, siempre se lamentaba, hablaba mal de la gente, y criticaba. Por eso su purgatorio era muy largo. Y María concluyó: "Nunca se debe juzgar según las apariencias".
 
Otros pecados contra la caridad son, por cierto, todos nuestros repudios hacia algunas personas que no amamos, nuestro rechazo en hacer las paces, en perdonar, y todos los rencores que encerramos en el corazón. Al respecto María nos reveló un testimonio que nos hace reflexionar. Es la historia de una persona que ella conocía muy bien. Esta persona había muerto. Era una mujer y se encontraba en el Purgatorio, padeciendo sufrimientos atroces. Y cuando esa alma visitó a María, ella le preguntó el porqué; y el porqué era que ella tenía una amiga, sí, una amiga con la cual surgió una enemistad muy grande; y esa enemistad había sido causada por ella misma y, a pesar de todo, había conservado su rencor por años y años; y cuando su amiga, en varias circunstancias, había venido a pedirle de hacer las paces, de reconciliarse, ella la rechazaba; y cuando cayó gravemente enferma, había continuado a tener cerrado su corazón, a rechazar la paz que se le proponía; y hasta en el lecho de muerte, aquella amiga había venido a suplicarle de hacer las paces; pero aún en su lecho de muerte ella había rechazado reconciliarse. Por ese motivo se encontraba aún en un purgatorio muy doloroso, y por eso había venido a pedir ayuda a María.
 
Este testimonio sobre la gravedad de conservar el rencor es muy significativo. Por lo que se refiere a las palabras, nunca se dirá bastante acerca de cómo una palabra de crítica, una palabra malévola pueda realmente matar, y también cómo una buena palabra pueda curar.
 
- Entonces, María, ¿puedes decirnos quienes son los que tienen mayores posibilidades de ir directamente al Paraíso?
 
- Son aquellos que tienen un corazón bueno, un corazón bueno hacia todos. La caridad cubre una multitud de pecados.
 
Sí, es San Pablo quien nos lo dice.
 
- Y ¿cuáles son los medios que podemos emplear sobre la tierra para evitar el Purgatorio e ir derecho al Paraíso?
 
- Debemos hacer mucho por las almas del Purgatorio, porque son ellas quienes, a su vez, nos ayudan. Hay que tener mucha humildad: ésta es el arma más grande contra el Maligno. La humildad elimina el mal.
 
A este punto no resisto al deseo de referir un bellísimo testimonio del Padre Berlioux (que ha escrito un hermoso libro sobre las almas del Purgatorio), con relación a la ayuda ofrecida por estas almas a aquellos que las ayudan con oraciones y sufragios:
 
"Se cuenta que una persona muy amiga de las almas del Purgatorio había consagrado toda su vida a sufragar por ellas. Habiendo llegado la hora de su muerte, fue asaltada con furor por el demonio que la veía a punto de escapársele. Parecía que el abismo entero, confederado contra ella, la rodease con sus cohortes infernales. La moribunda luchaba desde hacía tiempo entre los esfuerzos más penosos, cuando todo de un golpe vio entrar en su casa una multitud de personajes desconocidos, pero resplandecientes de belleza, que pusieron en fuga al demonio y, acercándose a su lecho, le dirigieron palabras de aliento y de consolación totalmente celestiales. Emitiendo entonces un profundo suspiro, y llena de alegría, gritó: ¿quiénes son ustedes? ¿quiénes son los que me hacen tanto bien?. Aquellos buenos visitantes respondieron: "Nosotros somos habitantes del Cielo, que tu ayuda ha encaminado a la felicidad, y, como reconocimiento, venimos a ayudarte para que cruces el umbral de la eternidad y te libres de este lugar de angustia y te introduzcas en las alegrías de la Ciudad Santa".
 
Con estas palabras una sonrisa iluminó el rostro de la moribunda. Sus ojos se cerraron y ella se durmió en la paz del Señor. Su alma, pura como una paloma, presentándose al Señor de los Señores, encontró tantos protectores y abogados entre las almas que ella había liberado; y reconocida digna de la gloria, entró allí triunfalmente, en medio de los aplausos y las bendiciones de quienes había liberado del Purgatorio".
 
¡Ojalá que también nosotros, un día, podamos tener la misma suerte!. Entonces hay que decir que las almas, sí, las almas liberadas por nuestra plegaria, son sumamente agradecidas. Les aconsejo, pues, que hagan la experiencia; las almas nos ayudan, conocen nuestras necesidades y nos obtienen muchas gracias.
 
- Entonces María, ahora pienso en el buen ladrón, en aquel que estaba crucificado junto a Jesús, y me gustaría saber que hizo para que Jesús le prometiese que, ese mismo día, estaría con él en el Paraíso.
 
- El aceptó humildemente su sufrimiento diciendo que era algo justo. Alentó al otro ladrón a aceptar también él su condición. El tenía el temor de Dios, es decir, era humilde.
 
Otro hermoso ejemplo, que nos contara María Simma, demuestra cómo un gesto de bondad puede rescatar, en poquísimo tiempo, una vida de pecado. Escuchémoslo narrado con sus mismas palabras:
 
"Conocía a un joven de unos veinte años. Vivía en un pueblo vecino al mío. Este pueblo había sido duramente golpeado y destruido por una serie de aludes que mataron un gran número de habitantes. Era en el ano 1954. Una noche ese joven se hallaba en la casa de sus padres. Imprevistamente un terrible alud se abate precipitando cerca de su casa. El oye gritos desgarradores, gritos lastimeros que invocan: "¡Ayúdennos! ¡Sálvennos! ¡Vengan a socorrernos!... ¡Somos arrollados por los aludes!... ". De inmediato el joven se levantó y se precipitó para socorrer a esas personas. Pero su madre, que había oído los gritos, le impidió pasar, cerró la puerta y dijo: "¡No, otros deben socorrerlos, nosotros no!. Afuera es demasiado peligroso. No quiero que haya un muerto más": Pero él, puesto que había sido impactado por esos gritos y quería verdaderamente socorrer a esa gente, empuja a su madre y dice: "¡Sí, yo voy! ¡No quiero dejarlos morir así!': y salió. Pero también él, a lo largo del trayecto, fue embestido por un alud y murió...
 
Dos días después de su muerte, él vino a visitarme de noche y me dijo: "Haz celebrar tres misas por mí, así seré liberado del Purgatorio". Yo fui a dar cuenta de ello a su familia y a sus amigos. Ellos quedaron muy sorprendidos al oír que, solamente con tres misas, se libraría del Purgatorio. Alguno de sus amigos agregó "Yo no hubiera querido estar en su lugar en la hora de la muerte. ¡Si hubiesen visto todas las fechorías que cometió!... ". Pero ese joven, con posterioridad, me declaró: "Yo he cumplido un acto de amor puro poniendo a riesgo mi vida y donándola por aquellas personas; y es gracias a esto que el Señor me ha acogido tan rápidamente en Su Cielo. Es verdad, la caridad cubre una multitud de pecados".
 
En este episodio se ve cómo un solo acto de amor desinteresado ha sido suficiente para purificar a ese joven de una vida de fechorías; y el Señor ha aprovechado de ese instante de amor para llamarlo a sí. María, en efecto, ha dicho que este joven quizás nunca hubiese tenido en su vida la ocasión de realizar un acto de amor tan fuerte, y quizás se hubiese convertido en un hombre malvado. El Señor, en Su Misericordia, lo ha llamado a sí justo en el mejor momento, en el momento más puro a causa de ese acto de amor.
 
Ahora he aquí otro episodio que demuestra cómo el Señor acepta y valoriza también un simple acto de bondad:
 
- El alma de una mujer se presentó, un día, con un balde en mano. "¿Qué haces con ese balde?", le pregunté. Es la llave de mi Paraíso, respondió radiante. No he orado mucho durante mi vida; raramente iba a la iglesia pero una vez, antes de Navidad, he limpiado gratuitamente toda la casa de una pobre anciana. Ha sido mi salvación ". Esta es la prueba que todo depende de la caridad.
 
Es también importante, cuando se está a punto de la muerte, abandonarse a la voluntad del Señor. María me narró el caso muy hermoso de una madre de cuatro hijos que estaba por morir. En vez de rebelarse y de inquietarse ella dijo al Señor: "Acepto la muerte, en el momento que tú lo quieras, y pongo mi vida en tus manos. Te confío mis hijos y sé que tú encargarás de ellos". María me dijo que, a causa de esta inmensa confianza en Dios, esa mujer fue directamente al Paraíso sin pasar por el Purgatorio. Verdaderamente se puede decir que el amor; la humildad y el abandono a Dios son tres llaves de oro que nos hacen entrar directamente en el Paraíso.
 
- María, ¿podrías decirnos cuáles son los medios más eficaces para facilitar la liberación de las almas del Purgatorio?
 
- EI medio más eficaz es la Misa.
 
- ¿Por qué la Misa?
 
- Porque es Cristo quien se ofrece por amor nuestro. Es la ofrenda del mismo Cristo a Dios, la más bella de las ofrendas. EI sacerdote es el representante de Dios y es el mismo Dios que se ofrece y se sacrifica por nosotros. La eficacia de la Misa por los difuntos es tanto mayor cuanto más grande ha sido la estima que ellos tuvieron por la Misa cuando eran todavía en vida. Si en esas Misas han orado con todo el corazón y si han asistido también durante la semana, según el tiempo disponible, ellos sacarán grande provecho de las misas celebradas por ellos. También en esto se recogerá lo que se ha sembrado.Además de ir nosotros, no nos olvidaremos de invitar a nuestros hijos a que asistan a estas Misas, y, si posible, invitemos a los muchachos de las escuelas. Ningún padre, ninguna madre, ningún catequista puede poner en el corazón del niño lo que Nuestro Señor personalmente le da, en gracias, durante la Misa y la Comunión.
 
Agregaré que un alma del Purgatorio ve muy bien el día de sus funerales: si se reza verdaderamente por él o si, simplemente, se hace acto de presencia para mostrar que está allí. Ellas dicen que las Lágrimas no sirven para nada para ayudarlas. En cambio sirve mucho la oración. Con frecuencia esas almas lamentan el hecho de que las personas asisten a su sepultura, pero no elevan una sola plegaria a Dios; derraman muchas lágrimas, pero eso es inútil.
 
Con relación a la Misa, quisiera citarles un hermoso ejemplo narrado por el santo Cura de Ars a sus parroquianos: "Hijos míos, un buen sacerdote había tenido la desgracia de perder un amigo muy querido. Por eso rezó mucho por la paz de su alma. Un día Dios le hizo saber que su amigo estaba en el Purgatorio y sufría terriblemente. Este santo sacerdote pensó que no podía hacer algo mejor que ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa por su querido difunto. En el momento de la Consagración, tomó la Hostia entre sus manos y dijo: "Padre Santo y Eterno, en tus manos divinas está el alma de mi amigo en el Purgatorio y en mis pobres manos de ministro tuyo está el Cuerpo de Tu Hijo Jesús. Pues bien, Padre Bueno y Misericordioso, libra a mi amigo y yo te ofrezco a Tu Hijo junto con todos los méritos de Su Gloriosa Pasión y Muerte". Este pedido fue escuchado. De hecho, en el momento de la elevación, él vio que el alma de su amigo subía al Cielo resplandeciente de gloria. Dios había aceptado la ofrenda".
 
"Por eso hijos míos, concluyó el santo Cura de Ars, cuando querramos liberar a nuestros seres queridos que están en el Purgatorio, hagamos lo mismo. Ofrezcamos al Padre, por medio del Santo Sacrificio, a Su Hijo Dilecto, junto con todos los méritos de Su Pasión y Muerte, así no podrá rechazarnos nada".
 
Otros medios muy eficaces para ayudar a las almas del Purgatorio son el ofrecimiento de nuestros sufrimientos, nuestras mortificaciones y el sufrimiento voluntario, como por ejemplo el ayuno, las privaciones, etc. Y, naturalmente, también los sufrimientos involuntarios como las enfermedades, los lutos, los abandonos...
 
- María, tú fuiste invitada, muchas veces, a sufrir por las almas del Purgatorio para liberarlas. ¡Puedes decirnos qué has vivido y probado en esos momentos!
 
- La primera vez un alma (era una mujer) me preguntó si quería sufrir tres horas, en mi cuerpo, por ella; y agregó que luego yo podría retomar mi trabajo. Yo me dije: "Si es sólo por tres horas, quiero aceptar". Esas tres horas me parecieron que durasen como tres días, tan terribles eran los sufrimientos. Pero, al fìnal, miré el reloj y vi que habían pasado sólo tres horas. EI alma luego me dijo que, habiendo aceptado sufrir con amor esas tres horas, le había ahorrado veinte años de Purgatorio.
 
- María, ¿por qué, una vez llegados al Purgatorio, no se pueden adquirir méritos y, en cambio, mientras se está en la tierra siempre se los pueden adquirir?
 
- Porque en el momento de la muerte los méritos se terminan. Mientras uno vive en la tierra puede reparar el mal que ha cometido antes. Las almas del Purgatorio tienen una santa envidia por esta posibilidad nuestra. Hasta los Angeles son celosos de nosotros, porque tenemos la posibilidad de "crecer" mientras estamos sobre la tierra. Pero muchas veces la aparición del sufrimiento en nuestra vida nos hace rebelar y tenemos dificultad en aceptarlo y vivirlo bien.
 
- Entonces, ¿cómo vivir el sufrimiento para que pueda dar frutos?
 
- Los sufrimientos son la prueba más grande del amor de Dios, y si se ofrecen bien, pueden ganar muchas almas.
 
- Pero ¿qué hacer para recibir los sufrimientos como un don, y no (como se hace con frecuencia) como una punición o un castigo?
 
- Hay que ofrecerlo todo a la Virgen Santa, pues ella sabe mejor que nadie quién necesita esta o aquella ofrenda para ser salvado.
 
Quisiera referir aquí un testimonio que María me ha contado a propósito del sufrimiento. El hecho ocurrió en el año 1954. Una serie de avalanchas muy desastrosas se abatieron sobre un pueblito cercano al de Mana, causando gravísimos daños. Otros aludes se habían precipitado en dirección al pueblito de María. Pero aquí sucedió que los aludes se detuvieron ante el pueblito en modo ciertamente milagroso, sin causar algún daño. Las almas dijeron a María que en ese pueblito había vivido y muerto una mujer que, durante treinta años, estuvo enferma y había sido cuidada muy mal; había sufrido terriblemente durante todos esos años, ofreciendo todos sus dolores por el bien de su pueblito. Las almas revelaron a María que, gracias al ofrecimiento de aquella mujer, el pueblito se había salvado. Ella había ofrecido sus sufrimientos durante 30 años y los había soportado con paciencia. María nos dice que, si aquella mujer hubiese gozado de buena salud, no hubiese podido proteger a su pueblito; agrega que con el sufrimiento, pacientemente soportado, se pueden salvar más almas que con las oraciones. No tenemos que ver siempre el sufrimiento como una punición. Puede ser aceptado como expiación, no sólo para nosotros mismos, sino sobre todo para los demás. Jesucristo era inocente, y fue El quien sufrió más que todos para expiar por nuestros pecados.
 
Sólo en el Cielo sabremos totalmente lo que hemos obtenido por medio del sufrimiento soportado pacientemente, en unión con los sufrimientos de Cristo.
 
- María, ¿se da una cierta rebeldía por parte de las almas del Purgatorio a causa de sus sufrimientos?
 
- No, ellas quieren purificarse y comprenden que los sufrimientos son necesarios.
 
- ¿Cuál es el valor de la contrición y del arrepentimiento en el momento de la muerte?
 
- La contrición es importantísima. Los pecados como sea, son perdonados, pero queda la consecuencia del pecado. Si se quiere obtener la indulgencia plenaria en el momento de la muerte, esto es, ir derecho al Cielo, el alma tiene que estar libre de toda atadura.
 
Ahora quisiera referir un testimonio muy significativo que nos ha contado María. Le habían pedido que se informara sobre una mujer cuyos parientes la creían perdida, pues había vivido una vida muy mala y estaba totalmente inmersa en el pecado. Fue víctima de un accidente: se había caído del tren que, en su marcha, la había arrollado y matado. Un alma dijo a María que esa mujer se había salvado del Infierno porque, en el momento de la muerte, había dicho a Dios: "Tú haces bien en retomar mi vida, porque así ya no podré ofenderte", y eso ha cancelado todos sus pecados. Y esto es muy significativo, porque un solo acto de humildad, de arrepentimiento en la hora de la muerte, nos salva. Eso no significa que esa mujer no haya pasado por el Purgatorio; pero se salvó del infierno merecido a causa de su conducta.
 
- María, quisiera preguntarte en el momento de la muerte ¿se da un tiempo en el que el alma tiene la posibilidad de dirigirse a Dios antes de entrar en la eternidad, un tiempo, si se quiere, entre lo muerte aparente y la muerte real?
 
- Sí, el Señor da a cada alma algún instante para que se arrepienta de sus pecados y se decida si acepta o no acepta llegar a Dios. En ese breve tiempo se ve como en un fìlme la propia vida. Yo conocía a un hombre que creía en los preceptos de la Iglesia, pero no en la vida eterna; un día se enfermó gravemente y entró en coma. Entonces él se vio en una sala con una pizarra en la que estaban escritas todas sus acciones: tanto las buenas como las malas; luego la pizarra desapareció, también las paredes de aquella sala, y todo era infinitamente bello. Luego se despertó del coma y decidió cambiar de vida.
 
Este episodio es semejante a tantos otros refrendos en el libro "La vida más allá de la vida": la experiencia momentánea de la luz sobrenatural es tal que esas personas no pueden vivir más como vivían antes.
 
- Entonces, María, ¿en la hora de la muerte, Dios se revela con la misma intensidad a todas las almas?
 
- A cada alma se le da el conocimiento de su propia vida, y también del sufrimiento futuro, pero esto no es igual para todos. La intensidad de la revelación del Señor depende de la vida de cada alma.
 
- María, ¿el diablo tiene el poder de atacarnos en el instante de nuestra muerte?
 
 - Si, pero el hombre tiene también la gracia de resistirlo y de rechazarlo, porque, si el hombre no quiere, el demonio no puede hacer nada.
 
- María, ¿qué consejos darás a quien quisiera hacerse santo ya en esta tierra?
 
- Ser humildísimo. No debe ocuparse de sí mismo. Debe huir del orgullo, que es la trampa más peligrosa que tiende el Maligno.
 
- María, ¿podrías decirnos si se puede pedir al Señor de hacer su propio Purgatorio en la tierra para no hacerlo después de la muerte?
 
 - Oh, sí. He conocido un sacerdote y una muchacha, los dos estaban enfermos en el hospital. La muchacha decía al sacerdote que ella pedía al Señor de poder sufrir en la tierra tanto cuanto fuera necesario pare ir directamente al Cielo, y el sacerdote respondió que él no se atrevía a pedir eso. Junto a ellos había una religiosa que escuchaba toda la conversación. Luego la muchacha murió antes, y poco después murió también el sacerdote; él se apareció a la religiosa diciéndole: "Si hubiese tenido igual confianza que esa muchacha, también yo hubiese ido directamente al Paraíso '´.
 
- Gracias por este hermoso testimonio, María.
 
Ahora María me pide 5 minutos de descanso pues tiene que dar de comer a las gallinas.
 
 La vuelvo a ver en seguida y continuamos con nuestras preguntas


- Sí, por cierto que es difícil describirlos. Pero, dime, ¿Jesús no va al Purgatorio?

 

- Ningún alma me lo ha dicho. Es la Madre de Dios quien va. Una vez pregunté a un alma del Purgatorio si debía ir ella misma a buscar a las almas de las que pedían noticias. Me respondió que no: es la Madre de Misericordia quien da noticias. Ni siquiera los santos van al Purgatorio; en cambio los Angeles están allí: San Miguel... y cada alma tiene cerca a su Angel Custodio.

 

- ¡Qué estupendo, los Angeles están con nosotros! Pero, ¿qué hacen los Angeles en el Purgatorio?

 

- Alivian y consuelan. Las almas pueden verlos.

 

- ¡Oh, qué bello! .María, si continuas a hablarnos de los Angeles casi me haces venir el deseo de ir al Purgatorio. Otra pregunta: tú sabes que, hoy, mucha gente cree en la reencarnación, ¿Qué dicen las almas sobre este tema?

 

- Las almas dicen que Dios nos da una sola vida.

 

- Pero algunos sostienen que una sola vida no es suficiente para conocer a Dios y para tener el tiempo de convertirse verdaderamente, y piensan que eso no sea justo. ¿Que le respondes a tales personas?

 

- Todas las almas tienen una fe interior; aun si no son practicantes, ellas reconocen a Dios. No existe nadie que no crea totalmente. Cada hombre tiene una conciencia para reconocer el bien y el mal, una conciencia dada por Dios y un conocimiento interior, ciertamente de grados diversos, como sea, sabe distinguir el bien del mal. Con tal conciencia cada ser humano puede llegar a la bienaventuranza.

 

- ¿Qué pasa con las personas que se suicidan?. ¿alguna vez te visitó una de esas almas?

 

- Las almas que vienen a mí son sólo almas del Purgatorio. Por lo tanto, hasta hoy, nunca encontré el caso de un suicida que se haya perdido; eso no significa que no las haya. Pero algunas almas me dicen que con frecuencia son más culpables aquellos que han estado alrededor de ellas, porque han sido negligentes o han difundido calumnias.

 

A este punto pregunté a María si las almas se arrepienten de haberse suicidado, y María me respondióque si, pero me dijo que, con frecuencia, el suicida es una persona enferma. Con todo, las almas se arrepienten porque, apenas ven las cosas a la luz de Dios, comprenden, en un solo instante, todas las gracias que les estarían reservadas a ellas durante el tiempo que aún les quedaba por vivir, y ven todo el tiempo restante (meses o años), y todas las almas que hubiesen podido ayudar ofreciendo el resto de su vida a Dios; y lo que a ellas les causa mayor dolor por su pasado es ver el bien que hubiesen podido hacer y que, en cambio, no hicieron porque abreviaron su vida. Pero, si la causa del suicidio fue una enfermedad, el Señor, sin duda, no lo tiene en cuenta.

 

- María, quisiera preguntarte si almas de personas de otras religiones, por ejemplo judíos, han venido a visitarte

 

- Sí, y están en la felicidad. Quien vive bien su fe está en la paz; pero es a través de la fe católica que se gana mucho más para el Cielo.

 

- ¿Existen religiones que son malas para las almas?

 

- No, pero ¡hay tantas religiones en la tierra!. Los más cercanos a la fe Católica son los ortodoxos y los protestantes. Hay muchos protestantes que recitan el Rosario; pero las sectas son muy, muy malas. ¡Hay que hacer de todo para salir de ellas!

 

- María, ¿hay sacerdotes en el Purgatorio?. (Aquí veo que María alza los ojos al Cielo como para decir: "¡Ay de mí!...").

 

- Sí, hay muchos. Esos no han colaborado para tener respeto por la Eucaristía, y entonces toda la fe sufre. Con frecuencia están en el Purgatorio por haber descuidado la oración, y su fe ha disminuido; pero es también cierto que muchos de ellos han ido directamente al Paraíso. Un encuentro inolvidable para mí fue aquel con un sacerdote cuya mano derecha era negra. Le pregunté la causa: "Hubiera tenido que bendecir más", me dijo. "Di a todos los sacerdotes que encuentres que deben bendecir mucho más: ellos pueden dar numerosas bendiciones y conjurarían las fuerzas del mal ".

 

- Bien, ¿y qué le dirías a un sacerdote que quisiera vivir verdaderamente según el corazón de Dios?

 

- Le aconsejaría de rezar mucho al Espíritu Santo y de recitar cada día el Rosario.

 

- María, ¿hay niños en el Purgatorio?

 

- Sí, pero para ellos el Purgatorio no es muy largo ni muy penoso, porque a ellos les falta el pleno discernimiento.

 

- Pienso que algunos de ellos han venido a encontrarte. Tu nos contabas la historia de aquella niñita… el alma más pequeña que has visto; era una niñita de 4 años. Pero ¿por qué estaba en el Purgatorio?

 

- ¿Por qué?. Esta niñita había recibido de sus padres, como regalo de Navidad, una muñeca. Tenía una hermana melliza, que también había recibido una muñeca. Y he aquí que esa niñita de 4 años había roto su muñeca y entonces, a escondidas, sabiendo que nadie la veía, fue a poner esa muñeca rota en el lugar de la de su hermana, y a hacer así el cambio, sabiendo muy bien, en su corazoncito, que habría ocasionado muchísimo dolor a su hermana; se daba cuenta que eso era un engaño y una injusticia. Por esta causa pasó por el Purgatorio.

 

Sí, los niños con frecuencia tienen una conciencia más viva que la de los adultos, y es preciso sobre todo luchar contra la mentira; ellos son muy sensibles.

 

- María, ¿cómo pueden los padres ayudar en la formación de la conciencia de sus hijos?

 

- Sobre todo con el buen ejemplo: es lo más importante; y luego con la oración. Los padres deben bendecir a sus hijos e instruirlos bien en las cosas de Dios.

 

- Lo dicho es muy importante. ¿Te han visitado almas que, sobre la tierra, practicaban perversiones?. Pienso, por ejemplo, en el campo de la sexualidad.

 

- Las almas que he conocido (todas del Purgatorio), no se han perdido, pero deben sufrir mucho para purifìcarse. En todas las perversiones está presente la obra del Maligno. En modo particular en la homosexualidad.

 

- ¿qué consejo darías a todas esas personas que son tentadas por la homosexualidad, que tienen en ellos esas tendencias?

 

- Les diría de rezar, rezar mucho, para tener la fuerza de alejarse. Sobre todo hay que orar al Arcángel san Miguel, pues es él, por excelencia, quien combate contra el Maligno.

 

-¡Oh, sí el Arcángel san Miguel! ¿Y cuáles son las tendencias del corazón que pueden conducir a la pérdida de nuestra alma, a la pérdida definitiva de nuestra alma, es decir al infierno?

 

- Es cuando no se quiere ir hacia Dios, es decir cuando se dice decididamente: "¡Yo no quiero!"

 

Te agradezco por esta aclaración. Y aquí te quisiera contar que, sobre este argumento, he interrogado a Vicka, una de las videntes de Medjugorje, que me decía también ella que al infierno (¡y ella al infierno lo ha visto!), van únicamente aquellos que deciden de ir allí, y no es Dios quien los manda. Al contrario, El suplica al alma de acoger Su Misericordia. El pecado contra el Espíritu Santo del que habla Jesús, y que por tanto no es perdonado, es el rechazo radical de su misericordia, y eso en plena luz y en plena conciencia. Yo señalo que Juan Pablo IIlo explica muy bien en su encíclica sobre la Misericordia; pero también en esto podemos hacer mucho, por medio de la oración, por las almas que están en peligro de perderse.

 

- María, ¿tendrías algún testimonio al respecto?

 

- Un día me encontraba en el tren. En mi compartimento había un hombre que no terminaba de criticar a la Iglesia, a los sacerdotes y hasta de ofender a Dios. No cesaba de maldecir, y yo le dije: "Usted no tiene el derecho de decir todo eso, ¡no está bien!". Llegada a mi estación, mientras bajaba los dos peldaños de la escalerita, dije sencillamente a Dios: "¡Señor, que esta alma no se pierda!...". Algunos años después el alma de este hombre vino a visitarme y me contó de haber estado a la orilla del Infierno y de haberse salvado sólo por la oración que yo había hecho en aquel momento.

 

Sí, es extraordinario ver como tan solo un pensamiento, un impulso del corazón, una sencilla oración por alguien, pueda impedirle de caer en el infierno, porque es el orgullo que hace ir al infierno. Y el infierno es eso: es el obstinarse a decir NO a Dios; pero nuestras oraciones pueden suscitar, en quien muere, un acto de humildad; y sólo un impulso de humildad, por mínimo que sea, tiene tanta fuerza como para hacemos evitar el infierno.

 

- Un alma me contó: "No habiendo observado las leyes de tránsito, me maté a causa del golpe, mientras iba en motocicleta en Viena". Le pregunté: "¿Estabas preparada para entrar en la eternidad?". "No lo estaba, agregó, pero Dios da dos o tres minutos para que se puedan convertir a cuantos pecan contra de él con insolencia y presunción. Y sólo quien lo rechaza es condenado". El alma continuó con su comentario interesante e instructivo: "Cuando uno muere en un accidente, las personas dicen que era su hora. Es falso: eso se puede decir sólo cuando una persona muere no por su culpa. Pero según los designios de Dios, yo hubiera podido vivir aún treinta años; entonces hubiese transcurrido todo el tiempo de mi vida". Por eso el hombre no tiene el derecho de exponer su vida a un peligro de muerte, salvo en caso de necesidad. Un médico vino un día a lamentarse que debía sufrir por haber acortado la vida de sus pacientes con inyecciones para que no sufrieran más. Dijo que el sufrimiento, soportado con paciencia, tiene para el alma un valor infinito; se tiene el deber de aliviar los grandes sufrimientos, pero no el derecho de acortar la vida con medios químicos. En otra ocasión vino una mujer. Confesó: "He debido sufrir treinta años de purgatorio porque a mi hija no la he dejado ir al convento".

 

- María, ¿no te parece increíble que alguno pueda llegar al punto de decir NO a Dios en el momento de la muerte, cuando lo ve?

- Bien, por ejemplo un hombre me dijo que no quería ir al Cielo; ¿y saben por qué?. Porque, según él, Dios permite los injustos y las injusticias... Yo le dije que esto lo hacen los hombres y no Dios. Me respondió: Espero no encontrar a Dios, después de la muerte, porque entonces le romperé la cabeza con un hacha". El tenía un odio profundo contra Dios; pero Dios deja al hombre su voluntad libre; podría impedir esta voluntad, pero no, quiere dejar a cada uno su libre elección. Dios da a cada uno, durante la vida terrena y en la hora de la muerte, muchas gracias para convertirse, aun después de una vida transcurrida en las tinieblas; pero si se pide perdón sin cálculo, ciertamente podemos salvarnos.

 

- Jesús dijo que es difícil, para un rico, entrar en el Reino de los cielos. Tú, personalmente, ¿has visto a veces casos de este género?

 

- Sí, si hacen buenas obras, pero obras de caridad, si viven el Amor, entonces pueden llegar a ser como los pobres.

 

- Y ahora, María, actualmente, ¿te visitan las almas del Purgatorio?

 

- Sí, dos o tres veces por semana.

 

- Quisiera saber qué piensas sobre las prácticas de espiritismo; por ejemplo cuando se llaman a los espíritus de los difuntos, se hacen girar las mesas, etc.

 

- ¡No es bueno!. Con frecuencia es el diablo quien hace mover las mesas.

 

¡Oh, si, es importante decirlo!. Hay que hacer saber esto a la gente; pues hoy, por desgracia, estas absurdas prácticas espiritistas aumentan cada vez más...

 

- Ahora, te ruego, acláranos, ¿existe una diferencia entre lo que tú vives con las almas de los difuntos y las prácticas de espiritismo?

 

- No es lícito llamar a las almas. Yo no busco su venida; vienen por sí solas, con el permiso de Dios. En el espiritismo, en cambio, se evocan a los espíritus, se los llaman. Pero es el demonio quien viene, fingiendo ser el alma de ése o de aquél. A veces se presenta bajo falsas apariencias, sin ser llamado.

 

- Tú, personalmente, ¿has sido alguna vez engañada por falsas apariciones?. Por ejemplo, por el diablo que se hace pasar por un alma del Purgatorio para hablarte?

 

- Sí, una vez un alma vino a verme y me dijo: "No recibas al alma que vendrá después de mí, porque te pedirá demasiados sufrimientos. Eso no está a tu alcance. Nunca podrás hacer lo que te ha de pedir ". Entonces quedé turbada. Me acordé de lo que me había dicho mi párroco que había que acoger a cada alma con generosidad, y yo estaba, por cierto, habituada a la obediencia. De repente pensé dentro de mí: "¿Acaso no podría ser el demonio quien esté aquí ante mi, y no un alma del Purgatorio?. ¿No será el demonio que se ha camuflado?...". Dije entonces a aquel hombre: "Si eres el diablo, ¡vete de aquí". En seguida pegó un fuerte grito y huyó. Y efectivamente, el alma que vino luego de él era un alma que tenía mucha necesidad de mi ayuda y era en verdad importante que viniese a verme y que yo la escuchase.

 

- Cuando el diablo aparece, ¿el agua bendita lo hace huir siempre?

 

- Lo molesta mucho y con frecuencia huye.

 

- En la actualidad, María, eres muy conocida, sobre todo en Alemania, en Austria y aun por toda Europa, gracias también a tus conferencias y a tu libro. Pero en los comienzos vivías del todo escondida. ¿Cómo es que, de la noche a la mañana, la gente ha reconocido que tu experiencia sobrenatural era auténtica?

 

- ¡Oh! Fue cuando las almas comenzaron a pedirme que suplicara a sus familias para que restituyeran un bien mal adquirido.

 

A este propósito, María me contó varias testimonios. Sería demasiado largo referirlos. Pero, muchas veces, diversas almas han venido a verla para decirle: "Ve a mi familia, en tal pueblo (y ese pueblo ella no lo conocía), para decir a mi padre, a mi hijo, a mi hermano que restituyan tal propiedad, tal suma de dinero, tal objeto que, en tal lugar y en lo de fulano, me he procurado de mal modo, y así yo seré liberada del Purgatorio cuando ese bien sea restituido". Entonces María refería todos los detalles de ese campo, de aquella suma de dinero, de tal objeto, de aquel vestido así y así, y las personas quedaban sorprendidas viendo que ella conocía todos esos particulares, porque algunas veces las mismas familias no estaban al corriente de que aquel bien hubiese sido mal adquirido por sus parientes. Fue por tales hechos que María comenzó a ser muy conocida.

 

- María, ¿existe un reconocimiento oficial de la Iglesia con respecto al carisma que ejerces hacia las almas del Purgatorio, y también hacia aquellos que son alcanzados con tu apostolado?

 

- Mi Obispo me ha dicho que, hasta que no haya errores teológicos, yo debo continuar: Mi párroco, que es al mismo tiempo mi guía espiritual, confirma también él estas cosas.

 

- Te quiero hacer una pregunta, que puede parecer indiscreta. Tú has hecho tanto por las almas del Purgatorio que, sin duda alguna, cuando te toque morir, miles de almas te escoltarán hasta el cielo. Imagino que tú ciertamente no habrás de pasar por el Purgatorio, ¿No es así?

 

- ¡Oh!. No creo que iré al Cielo sin Purgatorio, porque yo he tenido más luz, más conocimiento, y por tanto mis culpas son más graves. Pero espero igualmente que las almas me ayudarán a subir al Cielo.

 

- Si, por cierto. Y tú, María, ¿estás contenta de tener este carisma, o bien es para ti una cosa pesada y fatigosa todos esos continuos pedidos por parte de las almas?

 

- No, no me lamento de las dificultades, porque sé que puedo ser de mucha ayuda para ellas; puedo ayudar a tantas almas, y soy feliz de poder hacerlo.

 

- María, te agradezco, también en nombre de los lectores, por esos hermosos testimonios. Pero consiénteme de hacerte una última pregunta, Para que podamos conocerte mejor, ¿podrías contarnos, en pocas palabras, algo de tu vida?

 

- Cuando era niña, quería entrar en un convento. Mi madre me decía de esperara a que tuviese 20 años. No quería casarme. Mi madre me hablaba mucho de las almas del Purgatorio y, ya, desde cuando frecuentaba la escuela, esas almas me han ayudado mucho. Entonces yo me decía que debía hacerlo todo por ellas. Terminada la escuela, pensé ir al convento. Entré en las Hermanas del Corazón de Jesús, pero, luego me dijeron que era demasiado débil de salud para poder permanecer con ellas. En verdad, cuando era pequeña, había tenido una pulmonía y una pleuritis. La Superiora confirmó que yo tenía vocación religiosa, pero me aconsejó que entrara en una orden más fácil y esperara algún año más. Yo, en cambio quería ingresar en una orden claustral y en seguida. Después de otros dos intentos, la conclusión fue la misma: era demasiado débil de salud. Entonces me dije que para mí entrar en el convento no era la voluntad del Señor. He sufrido mucho, moralmente, y me decía: "El Señor no me ha mostrado lo que quiere de mí".

 

Esta espera duró para mí hasta la edad de 25 años, es decir hasta el momento en que Dios me ha confiado esta tarea de orar por las almas del Purgatorio. ¡Me había hecho esperar 8 años!. En mi familia éramos 8 hijos. Yo trabajaba en casa, en nuestra estancia, desde los 15 años. Luego fui a Alemania, como doméstica en la familia de un campesino, y después he trabajado aquí, en la estancia de Sonntag. A partir de los 25 años, cuando comenzaron las visitas de las almas, he tenido que sufrir mucho por ellas. Ahora estoy mejor físicamente.

 

Habla su confesor y director espiritual


Habiendo leído, recientemente, un informe sobre María Simma enviado por el Padre Alfonso Matt (director espiritual de la vidente) al Obispo de su Diócesis, considero útil agregar, para los lectores, estas otras breves noticias.


María Simma (la segunda de ocho hijos), ha nacido el 5 de febrero de 1915 en Sonntag (Vorarlberg), en Austria, de una familia pobrísima. El padre, José Antonio (18 años mayor que su esposa, Luisa Rinderer), por varios años se ganó la vida como cuidador y campesino de su hermano. Durante la primera guerra mundial fue cartero, luego obrero vial y bracero, luego jubilado. Con su mujer y sus ocho hijos fue a vivir en una vieja casa que había recibido en herencia de un buen anciano, maestro carpintero. A causa de la gran pobreza de la familia, los hijos, desde muy jóvenes, trabajaron y se ganaron el pan: los varones como obreros y las muchachas como niñeras. María Simma desde su juventud fue muy piadosa y frecuentó asiduamente los cursos de instrucción religiosa organizados por su párroco. Luego debió alejarse de su pueblo para trabajar en varios lugares.

 

Quería hacerse religiosa pero, como ya sabemos, el Señor ha tenido otros proyectos sobre ella. En el informe del párroco se lee que ella "consagró su virginidad a la Virgen e hizo esta consagración a María en favor sobre todo de los difuntos"; se ofreció a Dios, haciéndolo con voto "como alma víctima, víctima de amor y de expiación". El párroco refiere que en varias ocasiones, y por diferentes modos, ella se ofreció como víctima para ayudar a los difuntos, con sufrimientos voluntarios a veces terribles, gracias a los cuales abrevió las penas de innumerables almas. Además de los sufrimientos ofreció a Dios continuas oraciones, misas y penitencias.

 

Desde la muerte de su padre, acaecida en 1947, vive sola en la casita paterna y, para proveer a las necesidades de la vida, continúa, a pesar de la edad a cultivar su huertita. Vive así en pobreza, ayudada por la gente caritativa. No pide nada, todo lo hace gratuitamente; y si alguno le deja ofrendas, las envía íntegramente a la Curia, para la celebración de misas, para obras caritativas y, sobre todo, para las Misiones.

 

Formas de ayudar a las almas del Purgatorio


El párroco, en su informe, hace resaltar que la acción desarrollada por María Simma no es sólo ayudar, ella misma, a los difuntos, como siempre lo hizo, sino también hacerse celosa promotora de la ayuda de los vivos a las almas del Purgatorio y a los moribundos. En todos sus encuentros con la gente, y también en las páginas de su diario, siempre indicó, con insistencia, los medios de ayuda, pedidos también por las mismas almas: misas, Rosarios, ofrecimiento de los sufrimientos, Vía Crucis, obras caritativas; entre estas, sobre todo, ayuda a las Misiones que, a decir de las almas, son de grandísima eficacia para los difuntos. Se indican luego medios menores de ayuda que s suscitan nuestra sorpresa y curiosidad, y por eso quiero referirlos, en parte, textualmente:

 

"EI encender velas ayuda a las almas: ante todo porque esa atención de amor les da una ayuda moral: luego porque las velas son benditas y disipan las tinieblas en las que se hallan las almas. Un niño de 11 años, de Kaiser, pidió a María Simma que orase por él. Estaba en el Purgatorio porque, el día de los fieles difuntos, apagó en el cementerio las velas encendidas en las tumbas y robó la cera para diversión. Las velas benditas son de mucho valor para las almas. El día de la Candelaria, María Simma debió encender dos velas por un alma, mientras soportaba por ellas sufrimientos expiatorios "."Echar agua bendita mitiga los sufrimientos de los difuntos. Un día María Simma pasando echó agua bendita por las almas. Una voz le dijo: "¡Mucho más aún! ".

 

"Todos los medios no ayudan a las almas de la misma manera. Si durante su vida alguno tiene poca estima por la Misa, no le aprovechará mucho cuando estará en el Purgatorio. Si alguno no tuvo corazón durante su vida, recibe poca ayuda. quienes pecaron difamando a los demás deben expiar duramente su pecado. Pero quien en vida haya tenido un buen corazón, recibe mucha ayuda ".

 

"Un alma que había descuidado de asistir a Misa, pudo pedir ocho Misas para su alivio, porque durante su vida mortal había hecho celebrar ocho Misas por un alma del Purgatorio".

jueves, 28 de octubre de 2010

Revelador Mensaje del Amor Santo sobre EL FUEGO DEL PURGATORIO y sus Tremendas Realidades...

 
26 de Octubre del 2010
Mensaje Público

 
(Una Pobre Alma)
 
Llega Raquel, la pobre alma.  Dice:  "Alabado sea Jesús."
 
"Por favor, comprende y ayuda a los demás a comprender, que si bien hay sufrimiento emocional y espiritual en el Purgatorio, también hay sufrimiento físico muy intenso.  En el nivel más inferior, las llamas son tan intensas como las llamas eternas del Infierno.  Satanás, que es el enemigo de todas las almas, siempre quiere lo peor para cada alma.  Si él no puede arrastrar al pecador a su fuego infernal, entonces intenta influir en el alma para que se gane mucho tiempo en el fuego del Purgatorio."
 
"Sabiendo esto, las almas deben esforzarse en superar la más leve imperfección a fin de obtener una pronta recompensa en el Cielo para toda la eternidad.  Coopera siempre con la gracia, y no permitas que el mal ejerza influencia sobre ti.  Que el Señor tome dominio de cada momento presente."
 
27 de Octubre del 2010
Mensaje Público

 
(Raquel, antes una Pobre Alma)
 
Llega Raquel y está vestida toda de color blanco.  Se ve radiante.  Dice:  "Alabado sea Jesús."
 
"Por favor, permíteme agradecerle a las personas que rezaron para que llegara al Cielo.  Estuve en el Purgatorio muchos años por el pecado de no examinar los errores en mi corazón y por no esforzarme en corregirlos.  Hay miles, hasta millones, que todavía están confinadas ahí por la misma razón.  A ellas, como a mí, se les dio la gracia de reconocer sus errores, pero no tomaron en serio el llamado a la conversión.  Sus palabras y acciones hicieron que se extraviaran muchas almas."
 
"Por favor, que la gente sepa que el examen de conciencia es muy importante."
 
"¡Gracias!"
 
27 de Octubre del 2010
Mensaje Público

 
(Raquel, antes una Pobre Alma)
 
Raquel dice:  "Alabado sea Jesús."
 
"Si hay una sola cosa –un fruto– de mis visitas a ti, quisiera que fuera este:  el conocimiento de que cada pensamiento, palabra y acción está supeditado al juicio de Dios, y es digno de Su misericordia.  Las almas tienen que hacer algo más que reconocer sus fallas y sus faltas.  Ellas deben, con su libre voluntad, ocuparse en superarlas.  Esta falla en buscar la perfección ante los Ojos de Dios es lo que envía a un sinnúmero de almas a los confines del Purgatorio."
 
"Jesús desea que se propague la siguiente oración:"
 
"Querido Jesús, concédeme la gracia del conocimiento propio para que al examinar con humildad mi propio corazón, descubra mis debilidades en el Amor Santo.  Después, dame la gracia de la valentía para esforzarme en superar mis fallas a fin de que no tenga que purificarme de ellas en el Purgatorio.  Amén."

¡VISÍTANOS!: www.amorsanto.com 

A proposito de los recientes acontecimientos en el hermano pais de la Argentina, publicamos de nuevo esta Visón del pasado marzo de este año. Casualidad, Verdad o Simbolismo ???

Sábado 6 de marzo de 2010

Sueño/Visión recibido por una persona de nuestro hermano país Argentina y enviado a nuestro correo.

Nos informaron que en este sueño la reina es Cristina Fernández y el dictador es Néstor Kishner ambos de nuestro hermano país Argentina.

La muerte del dictador:
 
Una profecía inquietante Escribo esto porque estoy angustiado, mejor dicho, aterrorizado. Simplemente no hay palabras para describir lo que siento. Desde hace varios meses, noche tras noche, tengo lo que yo llamo la misma visión. Si bien no podría explicar la diferencia no es un sueño común, ordinario… Es tan vívido, tan chocante, que temo despertar con manchas de sangre en mi cuerpo, así de espantoso es. Es por eso que necesito dejarlo asentado, para que no me tomen por loco. Pero, además, para que la culpa no carcoma mi conciencia. De que no digan que no advertí de lo que estaba por suceder en las narices de todos y nadie, sin embargo, quiso ver. Como cada noche, no bien me duermo, la visión se apodera de mí y me encuentro, de repente, en una gran plaza extrañamente familiar. Cuando de pronto, lo que comienza como un tenue murmullo alrededor mío se transforma en un estruendo infernal de miles que gritan y luchan entre sí. Hasta acá todo es agobiante para mí que no entiendo qué hago ahí. Es entonces, como si no me hubiese percatado antes, cuando oigo nítidos disparos de armas de fuego entre la multitud. Mientras varios caen heridos fatalmente, la multitud se dispersa y alcanzo a ver lo que jamás imaginé. ¡En los postes de alumbrado público veo a personas ajusticiadas colgando de los mismos! En mi desesperación, necesito hablar con alguien pero es como que nadie nota mi presencia. Es angustiante. Escucho decir que "se hizo justicia por mano propia". Que los que cuelgan son los más genuflexos del séquito que se olvidaron de la gente. "Por suerte la Reina pudo escapar", dice alguien por ahí como con tristeza, "le correspondía el mismo lugar que al Dictador" y señala con el dedo. Es entonces cuando advierto la extraña fascinación que ejerce en la masa uno de los colgados. Si bien está irreconocible por la sangre y los magullones, puedo distinguir con dificultad los rasgos del Dictador que gobernaba en las sombras y que sólo recién ahora refleja paz en su rostro inerte. En ese momento la "película mental" se detiene y una voz sin sonido en mi conciencia me dice que "todo esto es necesario que acontezca para abrir las puertas del Amor y la Paz no sólo a nuestro pueblo sino al mundo. Que cuando se fomenta la división y el odio, se recibe, más temprano que tarde, lo mismo que sembramos. Que las cicatrices que llevamos como nación harán que seamos más humildes y que nos convirtamos en un faro de luz en el mundo ante los hechos que se avecinan"… De ese modo, cada vez que finaliza la visión, me despierto en las mañanas empapado en un sudor frío, temblando. ¡Es como si hubiese estado allí! Trato de convencerme a mí mismo diciendo que es sólo un sueño, nada más; pero cuando prendo el televisor y veo a la Reina y al Dictador hablando y gesticulando ajenos a la realidad que los circunda, la piel se me eriza…


Espero que no sea demasiado tarde para publicar este mensaje...

Mensajes a Luz de María "...El hombre volverá a sus orígenes, sin adelantos tecnológicos ni avances científicos. Esta es la hora de entrar en el Espíritu y el que así lo desee que se esfuerce por alcanzar la meta..."

MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU HIJA AMADA LUZ DE MARÍA

24 DE OCTUBRE DE 2010

 

 

CON LA MIRADA EN LA VOLUNTAD DE DIOS,

ASÍ CAMINA EL PUEBLO DE MI HIJO:

SEDIENTOS, PERO REFRESCADOS; CANSADOS, MAS NO ABATIDOS.

 

Amados hijos, busquen la luz de Dios, no den pasos a oscuras. Yo estoy al lado de cada uno.

 

ABRACEN LA CRUZ: Cuando la miren en el cielo sabrán que la oscuridad se aproxima. No teman porque la luz contenida en la Cruz no cesará. Seré lámpara en el corazón de Mis hijos.

 

Amados hijos: Mi Corazón sangra por cada alma que se extravía, que sucumbe ante el inexorable peso de la mutilación espiritual, que pasa sin piedad derrumbando a los que van por la vida sin Dios.

 

El demonio azota las conciencias, inundándolas con un modernismo basado en la degradación total del ser humano. La mente humana enloquecida instaurará su falsa ley: "humanidad unida".

 

Se ha levantado el imperio del terror, la máscara de "libertad para los pueblos" se abrió camino en este instante de lucha entre la Luz y la oscuridad. El hombre ha traspasado las Leyes Divinas. El sol se oscurecerá, la oscuridad imperará.

 

LLAMO A MIS HIJOS PREDILECTOS A RETOMAR LA FUERZA DE LA PALABRA DIVINA.

 

Amadísimos hijos, la ciencia tendrá su fin y la humanidad retornará a tiempos antiguos.

 

Oren por Israel: la muerte llegará.

Oren por Chile: sufrirá.

Oren por Centroamérica.

Oren por Brasil: su pueblo padecerá.

 

Amados, en este instante en que la Creación gime en una sola voz, busquen a Dios y no se separen de Su Amor Misericordioso. Yo sufro por cada uno de los Míos.

 

ES TIEMPO DE PREPARARSE.

LES OFREZCO MI CORAZÓN, MI VIENTRE ES ARCA DE SALVACIÓN.

 

Recen el Rosario, y ofrézcanlo por la humanidad. No desfallezcan, no decaigan, no se alejen.

 

INTERCEDO POR TODOS, LLÁMENME, ACUDO PRESUROSA.

LES ALEJO DE LAS INSIDIAS DEL MAL Y LES GUÍO HACIA MI HIJO.

YA VENDRÁN LOS TIEMPOS DE BENDICIÓN.

 

Hijitos, LES AMO Y LES BENDIGO.

No teman, esta Peregrina de Amor, no les abandonará. SOY MADRE DE LA HUMANIDAD.

No teman, como Madre, les protejo.

Mamá María.

 

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

 

 

COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE

 

Hermanos (as):

 

VEMOS LA CRISIS ACELERARSE EN TODOS LOS ASPECTOS.

El hombre que ama a Dios, gime dentro de sí, con dolores de parto junto a la Creación.

Hay quienes en su ignorancia quieren sacar a Dios de Su Creación e imponen falsas ideologías.

La humanidad no despertará hasta ser purificada.

 

El hombre volverá a sus orígenes, sin adelantos tecnológicos ni avances científicos.

Esta es la hora de entrar en el Espíritu y el que así lo desee que se esfuerce por alcanzar la meta.

Este es el instante para llenar la lámpara de aceite.

 

El anticristo prepara su aparición. El comunismo le respalda.

El hombre de Dios no debe dejar de orar, porque el que ora no duerme, y al que no duerme el mal no le hace presa fácil.

 

La Mujer Vestida de Sol con la luna bajo sus pies es Nuestra Madre y no descansa.

 

ELLA LUCHA POR SUS HIJOS Y USTED QUE LEE ESTE MENSAJE, ES SU HIJO (A), NO TEMA.

DIOS VENCERÁ, Y NUESTRA MADRE NO NOS DEJARÁ.

 

Amén.

 

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MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA.
21 DE OCTUBRE DE 2010

 

 

Amadísimos hijos:

 

SON LA CORONA DE ESTE REY.

 

MI MANO MISERICORDIOSA SOSTIENE A MI PUEBLO.

 

CADA UNO DE MIS HIJOS ES ÚNICO ANTE MÍ.

 

Es esta la razón por la que les llamo constantemente a retomar el sendero, a permitirse a sí mismos encontrar la verdadera felicidad, la que no termina, la que no es de un día: la Vida Eterna.

 

LES SACIO LA SED CON MI PALABRA, LES MANTENGO DENTRO DE CADA UNA DE MIS LLAGAS.

 

MI SANGRE LLEVA IMPRESO EL NOMBRE DE CADA UNO DE USTEDES, SON MI GRAN TESORO.

 

Hijitos, con gran sutileza el mal ha trenzado sus redes sin que la humanidad lo perciba así. Este instante es producto de un largo proyecto del mal, el que se ha introducido en las mentes humanas para mantener al mundo bajo su dominio temporal.

 

MIS MANDAMIENTOS son pisoteados una y otra vez.

 

EL AMOR es tomado con un peligrosísimo libre albedrío.

 

LA FAMILIA  fue utilizada por los poderosos aliados del mal. La han llevado a caer, ya no es necesaria en los pueblos. No es necesaria ni política ni económicamente, el mal no necesita de ella.

 

Un profundo silencio se apodera de los inocentes. Las sombras avanzan sin detenerse. Aparentando avances, la humanidad se autodestruye.

 

La Creación mantiene su orden, el hombre cree haberla superado. La Creación lucha por sobrevivir, el hombre no reacciona.

 

Hijos, no pueden mover el sol de su lugar, no pueden mover la luna de su lugar. El hombre, criatura Mía, se ha propuesto desterrarme de Mi Creación.

 

Hijos, reducen el sendero, opacan la luz, retroceden, atraen dolor y hambrunas.  No miran que el mal ha usurpado el poder en las naciones para controlarlas. La humanidad padecerá lo que por voluntad ha elegido.  La juventud enloquecida es utilizada. Miro con dolor el padecer sin medida de ella misma.

 

MI IGLESIA SUFRIRÁ HASTA SUS CIMIENTOS PARA SER PURIFICADA Y RENOVADA.

 

Les convoco a la oración: fuerza de Mi Pueblo, unión indisoluble con Mi Casa.

 

Amados hijos, oren por sus hermanos de Estados Unidos, de Méjico y de Indonesia. El dolor se asoma.

 

Amados hijos, oren por la juventud: su sangre será derramada sin medida.

Amados hijos, oren por Mis predilectos: la persecución ya no se disfrazará.

Amados hijos, oren por Mi Vicario: no le dejen sin oración.

 

MI MADRE SUFRE POR CADA UNO DE USTEDES.

BENDITOS LOS QUE SE MANTIENEN EN EL VIENTRE DE MI MADRE.

 

Hijos, no teman.

Mi Sangre Redentora levanta a Mi Pueblo triunfante.

 

LA CREACIÓN RECLAMA A SU REY, Y YO VENGO POR MI PUEBLO.

 

Amados hijos, en la oración encuentran Mi Paz.

En el Sacramento de la Reconciliación, reciben Mi Perdón.

Aliméntense de Mi Cuerpo y Sangre en el Sacramento de la Comunión.

Les amo.

Su Jesús.

 

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

 

COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE

  

Hermanos (as):

 

LA HUMANIDAD SE HA UNIDO A LA BESTIA.

DE AHÍ EL CAOS EN EL MUNDO Y EL GRAN PADECER QUE SE ACERCA.

 

La humanidad ha permitido que el demonio tome parte activa en el proceder humano y esto ha dado excesivo poder a quienes se han aliado a las élites dominadoras del mundo, para unificar a toda la humanidad bajo el poder del mal. Un astuto plan urdido por satanás para que el anticristo tome el lugar que se le ha preparado.

 

Nuestro Señor Jesucristo nos llama a reflexionar sobre las limitaciones del hombre, sobre la finitud del hombre. No puede mover el sol de su lugar, así no puede negarle a Dios Su Creación, sin que el mismo hombre sufra por ello y sufra en demasía. 

 

Bendice a quienes no se desprenden de Mamá María, los que se mantienen en el Vientre de Ella, los que se alimentan del Amor de la Madre, los que siguen Sus Pasos, a los que reconocen a la Corredentora, a los que se Consagran a Su Corazón Inmaculado, porque de la mano de la Madre se levantará la Iglesia Remanente.

 

Y ES QUE NUESTRA MADRE RETORNARÁ LA TIERRA Y LOS HOMBRES, A SU CREADOR.

 

Amén.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Las Posibles Consecuencias de la Participación en Ritos Satánicos...

La participación en sectas y en cultos satánicos deja al hombre cada vez más indefenso frente a Satanás. Aún convencidos por la fe de que el diablo no tiene poder sobre la salvación eterna del hombre, no podemos considerar que la libertad (de modo particular, la libertad en estado de pecado) es omnipotente frente a las insidias del diablo. Cuanto más participa una persona en las prácticas aludidas, tanto más débil e indefensa se encuentra.
En este sentido se puede suponer que los afiliados a sectas satánicas corren el riegos de convertirse más fácilmente en víctimas de realidades como, el "hechizo", "el mal de ojo", las "vejaciones diabólicas" y las "posesiones demoníacas".

De diversa naturaleza son las acciones extraordinarias de Satanás contra el hombre, permitidas por Dios por razones que sólo El conoce. Entre éstas podemos citar:

- trastornos físicos o externos (basta recordar el testimonio de la vida de tantos santos).

- intervenciones locales sobre casas, objetos o animales; obsesiones personales, que ponen al sujeto en estados de desesperación.

- vejaciones diabólicas, que se manifiestan en trastornos y enfermedades que llegan a hacer perder el conocimiento, a realizar acciones o a pronunciar palabras de odio contra Dios, Jesús y su Evangelio, la Virgen y los santos.

- finalmente, la posesión diabólica, que es la situación más grave porque, en este caso, el diablo toma posesión del cuerpo de una persona y lo pone a su servicio sin que la víctima pueda resistirse[35].

Todas estas formas por misteriosas que sean, no pueden considerarse sólo situaciones de tipo patológico, como si fueran todas y siempre formas de alteración mental o de histerismo. La experiencia de la lglesia nos muestra la posibilidad real de estos fenómenos. Frente a estos casos, la Santa Iglesia, siempre que haya certeza de la presencia de Satanás, recurre al exorcismo. La celebración de este sacramental, reservado al obispo o a ministros elegidos por él para ese fin, consiste en la reafirmación de la victoria del Resucitado sobre Satanás y sobre su dominio.

Junto con los exorcismos, el nuevo Ritual incluye también bendiciones que manifiestan el esplendor de la salvación del Resucitado, ya presente en la historia como un principio nuevo de transfiguración de la vida del hombre y del cosmos. Estas bendiciones son apropiadas para confortar y ayudar a los fieles, sobre todo cuando no se tenga certeza de una acción satánica sobre ellos. Se incluyen, por lo tanto, en la práctica normal de oración de la comunidad cristiana.

Pero el recurso fundamental contra las asechanzas de Satanás es la vida cristiana en su realidad diaria: la celebración frecuente de los sacramentos (sobre todo de la penitencia y de la Eucaristía); la oración; la caridad acompañada de obras, el testimonio gozoso frente a los demás, la pertenencia fiel a la comunidad eclesial; etc.

La psicología y las verdaderas o falsas posesiones

Trastornos físicos, embrujos de casas, objetos o animales; obsesiones e impulsos personales hasta el conato de suicidio; vejaciones que llevan a la pérdida de la conciencia y a acciones deplorables, o a pronunciar frases de odio contra Dios o lo sagrado: son sólo algunas de las manifestaciones ante las que cabe preguntarnos si la persona está realmente poseída por Satanás o más bien padece disociación psicológica o histeria.

Frecuentemente los comportamientos atribuidos a un influjo demoníaco pueden interpretarse, sin duda, como situaciones con raíces patológicas; mientras que en otros casos se pueden presentar como una clara antítesis al proyecto de salvación que Dios tiene sobre sus criaturas y, por tanto, no encuentran una explicación suficiente y convincente con los instrumentos psicológicos y psicosiquiátricos normales.

Los límites entre las situaciones psíquicas y la efectiva influencia demoníaca están poco identificados y son difícilmente identificables, por lo que puede fácilmente pasar por posesión diabólica lo que, en realidad, es sólo expresión de profundos trastornos psicológicos.

Al mismo tiempo, no se puede descartar que, a veces, nos encontremos ante manifestaciones que excluyen las explicaciones de índole psicológica o psiquíatrica y que no encuentran fundamento en los contenidos de lo ya conocido en el mundo científico. En tal caso tendría sentido el recurrir a la hipótesis de la existencia de fuerzas externas al sujeto, que ejercen sobre él un influjo nefasto y destructor.

El aspecto clave del problema, que la investigación psicológica y psiquiátrica todavía no han resuelto, consiste en la correcta distinción entre un comportamiento patológico de índole psíquica y una verdadera posesión diabólica. En tal perspectiva, obviamente, sólo un científico serio, con una mente capaz de superar el reducido campo de su competencia, es capaz de reconocer la posibilidad de posesiones diabólicas[38].

Consideraciones finales

Entre las diversas preguntas que muchos se hacen en relación con el problema del satanismo, está la que tiene por objeto la posibilidad de ver en él una acción explícita del maligno, por ejemplo, mediante la posesión diabólica de quien participa en ritos satánicos. Considero que tal acción no consiste tanto en la manifestación de fenómenos preternaturales, cuanto en una exasperada aversión hacia Dios, Jesucristo, la Virgen María, la lglesia y todas las cosas santas.

Los posibles casos de posesión diabólica que se pueden encontrar entre quienes participan deliberadamente en actividades satánicas, se pueden considerar casos de tipo -por así decir- activo y no pasivo, que derivan del hecho de que son las mismas personas las que voluntariamente se ofrecen al demonio.

De todos modos, el principal problema social, ético y cultural de la aceptación de las ideas y prácticas satanistas consiste en que con ello se llega a aprobar una completa inversión de los valores: lo que objetivamente es equivocado, malo y moralmente desordenado, se asume como modelo justo y liberador para proponerlo a los demás. Es lo de Isaías: "Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal; que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad; que dan amargo por dulce, y dulce por amargo!" (Is.5,20). El lema crowleyano era: "hacer lo que quieras será toda la ley".

Para concluir, después, con la constatación de que el hombre que diviniza la materia, que se considera dios y así se sitúa en el lugar del Creador, inevitablemente va al encuentro de la amarga e inevitable realidad de la propia finitud y de la impotencia humana, sufriendo contragolpes que pueden arrastrarlo a serias consecuencias psicofísicas con caídas de tipo depresivo.

El satanismo muestra, sin duda, una fuerte carga emocional y de evasión hacia lo irracional, que en algunos aspectos es encubierta por una paradójica apariencia pseudoracional que se busca como justificación.

El mal profundo que proviene de todo esto asume aspectos y motivaciones personales y oscuras; y tiene como común denominador de los diversos ritos, símbolos, prácticas y creencias, la negación de la recta razón y una herida profunda a la integridad de la persona humana, cosa que se manifiesta en las aberraciones sexuales, en la sed de poder, en la búsqueda desmedida de dinero o de éxito, en un narcisismo exasperado, todos esos elementos alejan del amor a Dios y al prójimo y de la búsqueda del verdadero bien personal y común. En este mundo donde se tiene la impresión de que el mal vence al bien, cabe recordar "No tengáis miedo". Esta tranquilidad sólo puede surgir de la convicción de que la liberación del mal y la salvación pasan a través de la obra redentora de Jesucristo Único Salvador del hombre.
Aspectos Legales y Jurídicos del Satanismo.

Un análisis de tipo jurídico del fenómeno de las sectas impone una reflexión sobre algunos principios. Así enseña la Iglesia: "el derecho a la libertad religiosa no se funda en la disposición subjetiva de la persona, sino en su misma naturaleza. Por lo cual, el derecho a esta inmunidad permanece también en aquellos que no cumplen la obligación de buscar la verdad y de adherirse a ella y su ejercicio no puede ser impedido con tal que se guarde el justo orden público ". Por lo tanto:

"En el ejercicio de sus derechos, cada uno de los hombres, y grupos sociales están obligados por la ley moral a tener en cuenta los derechos de los otros, los propios deberes para con los demás, y el bien común de todos. Con todos hay que obrar conforme a la justicia y al respeto debido al hombre.

- La Sociedad: "la sociedad civil tiene derecho a protegerse contra los abusos que puedan darse so pretexto de libertad religiosa, corresponde principalmente a la autoridad civil prestar esta protección".

La intervención de la Magistratura se impone, entonces, cuando una secta -satánica o no- realice a través de sus fundadores, de sus sacerdotes o de sus adeptos, acciones penalmente relevantes, es decir, delitos.

Algunas clases de delito que, de forma sumaria, podríamos dividir en: a) delitos de naturaleza patrimonial; b) delitos de naturaleza sexual y, por lo tanto, relativos a la esfera de la libertad de la persona; y c) delitos contra el respeto a los difuntos.

a) Delitos de naturaleza patrimonial: Las sectas satánicas llevan a cabo su actividad antijurídica de naturaleza -económica- mediante la perpetración de estafas, es decir, de actividades que se concretan en trucos o engaños hechos por el agente, que inducen a error a la persona agraviada, llevándola a realizar un acto de disposición patrimonial que para el estafador implica la obtención de un beneficio injusto.

El delito de estafa es consecuencia psicológica del ofrecimiento, por parte de la secta, de prácticas mágicas para la obtención de fines muy diversos en el campo del amor, de la familia, del trabajo, etc.

Con frecuencia, a la estafa le siguen delitos más graves, como la extorsión realizada mediante una acción violenta y amenazadora, que obliga a la víctima a hacer o adquirir algo, proporcionando al agente un beneficio injusto, con el correspondiente daño para la persona perjudicada.

Esta acción criminal se realiza cuando la víctima, al darse cuenta de haber sido engañada, se niega a entregar la suma acordada por la magia prometida, pero no obtenida. En tal circunstancia, el carácter peligroso de la secta se manifiesta por medio de la pretensión violenta de una suma de dinero, produciendo en los sujetos una verdadera situación de "miedo" con respecto a los satanistas.

Las carencias de los adeptos, que acabo de explicar, y que los convierten en presa fácil de los satanistas, tienen un efecto negativo importante sobre las investigaciones que eventualmente se realizan. En efecto, tratándose de personas ligadas a la secta por un vínculo muy fuerte (a veces se habla de un juramento de sangre), la colaboración con la Magistratura y, en general, con los órganos investigadores, se reduce a niveles mínimos, perjudicando el proceso de las investigaciones y la adquisición de elementos de prueba contra los satanistas.

Para personas tan débiles, el haber sufrido los delitos no es, evidentemente, un factor suficiente como para inducirlas a recurrir a los órganos de investigación con las oportunas denuncias.

Por tanto, en el ámbito de las investigaciones sobre el satanismo se puede constatar un verdadero pacto de silencio, análogo al que se puede encontrar en los delitos del ambiente de la mafia, con efectos absolutamente negativos sobre la evolución de las investigaciones.

Esa fuerza de intimidación del vínculo asociativo y de la consiguiente condición de sujeción y de silencio al cometer delitos (asociación de tipo mafioso), parece que puede aplicarse bien al satanismo, considerando las condiciones particulares en que se encuentran sus adeptos, instrumentos en manos de los satanistas, como ya he explicado.

b) delitos de naturaleza sexual: delitos que se pueden relacionar con una secta son los que atañen a la libertad personal sexual, en el sentido que, en el ámbito del rito, con el fin de lograr la relación con Satanás, es necesario realizar actos sexuales.

Las víctimas de tales acciones son, por lo general, mujeres, frecuentemente en estado de incapacidad para entender y querer, porque se les han suministrado bebidas adulteradas o sustancias estupefacientes, o bien son menores, incluso de poca edad.

Estos últimos delitos, en el rito satánico, tienen una peculiaridad propia, pues el producir dolor a un niño -por definición puro y cercano a Dios- significa hacer sufrir a Dios mismo y, por lo tanto, agradar a Satanás.

Es evidente que en tales situaciones, siempre que existan elementos suficientes para actuar, se pone inmediatamente en marcha la intervención de la Policía judicial y de la Magistratura. Se han dado casos criminales de notable gravedad.

c) delitos contra el respeto a los difuntos: Otra clase de delitos que pueden realizar los satanistas son "delitos contra el respeto a los difuntos"..

Se pueden citar, en particular, violación de sepulcros, profanación de tumbas, profanación de cadáveres, destrucción, supresión o sustracción de cadáveres. El uso de cadáveres es esencial en el ámbito del rito satánico; por eso, también en estos casos se produce la intervención represiva y punitiva de la Magistratura.

Ante esta situación, a mi parecer, la tarea más difícil no es la de la Magistratura y de la Policía judicial, que se limitan a realizar una función investigadora y represiva, sino, más bien, la de la familia y la sociedad, que de algún modo deben sostener a los jóvenes y, en general, a las personas que se encuentran en dificultad, a fin de evitar el inútil recurso a sectas satánicas.
Exorcismo

El tema del Demonio y de los exorcismos goza, en este fin de milenio, de una morbosa actualidad: desde hace años es abundantemente tratado en cine, televisión, publicaciones de toda índole, y es tan tomado en cuenta en algunos sectores de la Iglesia, que mereció una llamada de atención formal de parte de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe.

Además, este interés no se limita a discusiones teóricas o a emociones baratas en quien va a ver una película, sino que, con alarmante frecuencia, los medios de comunicación nos informan de crímenes horrendos, con lujo de sadismo, perpetrados por sectas satánicas.

Todo esto ha llevado a mucha gente a pensar que estamos enfrentando la "batalla final" contra el Malo que de tantas formas describe el Apocalipsis, y que hay que enfrentarlo con todas las armas a nuestra disposición, es decir, no sólo con las normales e infalibles de todo cristiano, que son el amor a Dios y al prójimo en una vida recta apoyada en la oración y los Sacramentos, sino que la Iglesia debe facilitar y multiplicar sus exorcismos, puesto que la presencia de ese mal es tan funesta y extensa.

Sin embargo, para un Pastor que quiera considerar responsablemente esos tan aparentemente imperiosos "signos de nuestro tiempo", el tema del exorcismo, no resulta tan fácil de ser hoy abordado con objetividad, y conviene, por tanto, compartir algunos criterios:

¿Qué es un exorcismo?

El exorcismo, o sea , "el mandato imperativo, mediante la invocación del nombre de Dios, hecho por un ministro legítimo para ahuyentar al demonio de alguna persona, animal, lugar o cosa", la Iglesia lo considera un "acto de culto divino", con categoría de Sacramental.

Esto podemos comprobarlo, porque en el Código vigente del Derecho Canónico en su título: "De los Sacramentales" define éstos en el canon 1166 como: "signos sagrados, por los que, a imitación, en cierto modo de los sacramentos, se significan y se obtienen, por intercesión de la Iglesia, unos efectos principalmente espirituales"..

El canon siguiente, el cc.1167, especifica que "sólo la Sede Apostólica puede establecer nuevos sacramentales, interpretar auténticamente los que existen y suprimir o modificar algunos de ellos", y que "en su celebración o administración deben observarse diligentemente los ritos y fórmulas aprobados por la autoridad de la Iglesia"..

¿Quién puede hacerlos?

En cuanto al ministro que pueda realizarlos, el canon 1168 los reserva "al clérigo provisto de la debida potestad", aunque acepta que, "según lo establecido en los libros litúrgicos y a juicio del Ordinario, algunos sacramentales pueden ser administrados también por laicos que posean las debidas cualidades".

El canon 1172 menciona expresamente a los exorcismos en sus dos parágrafos:

1. "Sin licencia peculiar y expresa del Ordinario del lugar, nadie puede realizar legítimamente exorcismos sobre los posesos".

2. "El Ordinario del lugar concederá esta licencia solamente a un presbítero piadoso, docto, prudente y con integridad de vida".
Ahora bien, no toda invocación del poder divino contra el Maligno es un sacramental: Los exorcismos se dividen en privados y públicos, y éstos a su vez, en solemnes y simples.

Privado es el hecho individualmente, en secreto, por cualquier fiel, Sacerdote o no; Público el que hace el ministro legítimo, por autoridad oficial de la Iglesia y de acuerdo a los ritos previstos.

Simple es el exorcismo público que va unido a otro rito, como son los de Bautismo o de algunas bendiciones; Solemne, en cambio, es el exorcismo público previsto para casos de posesión u obsesión diabólica, de que habla el canon 1172, y el único al que compete la categoría de sacramental.

Condiciones

Por tanto, para el exorcismo público solemne se requieren estas condiciones:

1- Un auténtico caso de posesión diabólica;

2- Licencia expresa y peculiar del Ordinario del lugar;

3- Un ministro presbítero;

4- Que esté dotado de cualidades de auténtica ejemplaridad, puesto que debe distinguirse por su "piedad, ciencia, prudencia e integridad de vida".

La primera condición: un auténtico caso de posesión diabólica, es, hoy por hoy, la más difícil de comprobar, de modo que antes de abordarla, empecemos por las restantes, que no representan otro problema que el de precisar los términos:

Por lo que toca a quien debe examinar y autorizar, queda claro que sólo el Obispo local o quien haga legítimamente sus veces (no el Ordinario religioso ni ninguna otra autoridad), puede permitir un exorcismo público solemne, y no puede suponerse su licencia, sino que ésta tiene que ser peculiar (es decir: para cada caso) y expresa. Esta no puede él otorgarla sino a quien está investido del Orden del Presbiterado, y además que sea ejemplar, no sólo por su piedad e integridad de vida, sino también por una sólida ciencia y prudencia.

En la práctica, pues, no deberá pensar sólo en un Sacerdote piadoso y fiel, sino en alguien especialmente calificado por sus conocimientos teológicos y su prudencia ante los conflictos (podría decirse que el Vicario General o el Episcopal podrían ser los exorcistas más calificados, puesto que el canon 478 ' 1 pide para ellos precisamente esas cualidades).

Puede existir un Oficio de Exorcista, por el que el Sacerdote que lo recibe no requiera de un permiso peculiar para cada caso, sino que quede facultado para hacer exorcismos en general, pero esto requiere un procedimiento mucho más serio, pues es la Conferencia Episcopal (no el Obispo individual), quien debe solicitarlo a la Santa Sede.

Estas normas, lejos de haberse derogado o mitigado, fueron expresamente urgidas por la Congregación de la Fe el 29 de septiembre de 1985, en un documento que conviene transcribir integro:

Se recuerdan las normas para los exorcismos[42]

"Excelentísimo Señor:

Ya hace algunos años, entre ciertos grupos eclesiales, se multiplican las reuniones de oración con el preciso objeto de obtener la liberación del influjo de los demonios, aunque no se trata de exorcismos en sentido estricto; tales reuniones se desarrollan bajo la guía de laicos, incluso si está presente un Sacerdote.

Dado que ha sido consultado a la Congregación para la Doctrina de la Fe qué se debe pensar de estos hechos, este dicasterio considera necesario informar a los obispos de la siguiente respuesta:

I) -El canon 1172 del Códice de Derecho Canónico declara que nadie puede proferir legítimamente exorcismos sobre los obsesos si no ha obtenido especial y expresa licencia del Ordinario del lugar (Parágrafo 1), y establece que esta licencia debe ser concedida por el Ordinario del lugar sólo a presbítero dotado de piedad, ciencia, prudencia e integridad de vida (Parágrafo 2). Por lo tanto, se ruega vivamente a los obispos que urjan la observancia de estos preceptos.

2) -De éstas prescripciones se sigue que a los fieles ni siquiera es lícito usar la forma del exorcismo contra Satanás y los ángeles rebeldes, extraída de la publicada por orden del Sumo Pontifice León XIII, y mucho menos les es lícito usar el texto íntegro de este exorcismo. Los obispos, en caso de necesidad, procuren advertir a los fieles de este asunto.

3) -Finalmente, por las mismas razones, se ruega a los obispos que vigilen para que -aún en los casos en que se excluya una verdadera posesión, pero parezca revelarse un cierto influjo diabólico- quienes carecen de la debida facultad, no dirijan reuniones durante las cuales se recitan oraciones para obtener la liberación, en cuyo decurso se interroga directamente a los demonios y se trata de conocer su identidad.

El recordar estas normas sin embargo, de ninguna manera debe alejar a los fieles de orar para que, como nos ha enseñado Jesús, nos liberemos del mal (Cfr. Mt 6,13).

En fin, los pastores podrán aprovechar esta ocasión para recordar cuanto la tradición de la Iglesia enseña acerca de la función que tienen los sacramentos y la intercesión de la Santisima Virgen María, de los ángeles y de los santos en la lucha espiritual contra los espíritus malignos.

Aprovecho la ocasión para manifestarle los sentimientos de la más viva consideración.

"Afectísimo en el Señor, José Card. Ratzinger, Prefecto. Alberto Bovone, Secretario"

Verdadera posesión diabólica

La condición más difícil para proceder a un exorcismo es la "verdadera posesión diabólica". Resulta fácil sentirse inclinado a pensar en una presencia demoníaca cuando se está frente a horrores como las matanzas colectivas sin sentido, las crueldades con que se tortura a seres humanos inocentes, los crímenes cometidos por narcosatánicos. En todos estos casos parecería que estamos frente a una maldad sobrehumana.

Pero un espíritu sereno no debe guiarse por opiniones ni por impresiones. Ya el Ritual Romano, aunque data de hace casi 400 años y que sus conocimientos médicos eran tan primitivos que aún hablaba de la "bilis negra", como posible explicación natural de los trastornos que solían atribuirse al demonio, se mostraba sumamente cauto.

En su norma tercera ordenaba no creer fácilmente: "en primer lugar no crea fácilmente que alguien sea atacado por el demonio"; exigía signos evidentes, tales como: "hablar una lengua desconocida por medio de muchas palabras, o entender al que lo habla, descubrir cosas distantes y ocultas, exhibir una fuerza superior a la situación natural de su edad o de su condición; y otras cosas de esta especie".

El mismo Ritual no consideraba todavía definitivos estos signos, sino sólo "maiora indicia" (indicios mayores) y por eso en el caso de que se dieran varios juntos: "los cuales, cuando concurren muchos, entonces serán mayores las manifestaciones".

Entre estos -id genus- (n.e.-. de esta especie) apuntaba en su norma 16 la aparición de convulsiones o de tumores anormales: "cuantas veces vea al atacado que es perturbado en alguna parte del cuerpo, o lesionado, o aparecer un tumor en alguna parte, ahí haga el signo de la cruz, y rocíe agua bendita, la cual por tanto tenga al alcance".

Estos criterios, que parecerían ser suficientemente claros en el tiempo en que se redactó el Ritual Romano, resultan insuficientes ahora, porque a la luz de las modernas ciencias, sabemos que pueden tener explicaciones naturales.

No podemos afirmar que nunca se dan casos de verdadera posesión diabólica, sin embargo, en acatamiento a las normas de la Iglesia, no se debería pensar en facilitar o multiplicar el recurso de los exorcismos, sino por el contrario, ser doblemente cautos.

El obispo, solicitado a conceder el permiso para proceder a un exorcismo, tome en cuenta que es riesgoso concederlo en casos de pseudo-posesión (n.e.: falsa posesión) porque la víctima puede afirmarse aún más en su convicción de estar poseída y puede descuidar las precauciones del caso y de un tratamiento médico adecuado.