Astrónomos de la NASA se preocupan día tras día según se aproxima el final de 2013, al constatar que se acerca el "máximo solar" relacionado con la inversión de los polos magnéticos del sol, la cual comenzó a mediados de noviembre. Esta inversión afectará al planeta Tierra ocasionando no solamente la interrupción de sistemas eléctricos, GPS y telecomunicaciones, sino también la actividad volcánica y sísmica, destacando el impacto sobre la Falla de San Andrés y las costas del pacífico mexicano. En la Ciudad de México se espera un terremoto devastador de 8.5 grados en la escala de Richter, así como grandes afectaciones en muchos estados del país.
El máximo solar se rige por ciclos naturales de alrededor de 11 años, que están marcados por el aumento en el número de manchas solares. La disminución de éstas, a su vez, indica el período de mínimo solar. Estas manchas son las que se observan de color oscuro en la superficie del Sol o fotósfera.
Las regiones activas del Sol son el origen de las erupciones y tormentas solares, que expulsan eyecciones de masa coronal (CME) y que van dirigidas directamente hacia la Tierra y los demás planetas.
Cuando las CME chocan con el campo magnético de la Tierra, dependiendo de la intensidad y velocidad, se afectan las redes de energía eléctrica y las telecomunicaciones, además de provocar sismos y erupciones volcánicas, pues la llegada de las partículas solares de las CME a los polos terrestres produce un cambio de ionización en los mismos.
Los Estados Unidos han levantado todas las alarmas. El ciclo solar ha empezado a cambiar. El Sol entrará a un nuevo ciclo, y del cambio se espera una gran intensidad, lo que se traduce en mayor actividad magnética, manchas y erupciones solares, con impactos enormes en el planeta Tierra, sobre sus polos y todo aquello que depende de la electricidad.
Los científicos prevén que a finales de 2013 se dará el momento de mayor actividad del cambio de ciclo por lo que la han llamado "la tormenta solar del siglo".
Por su lado, el Ing. Gabriel Curiel Flores, egresado del Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo, envió una carta al presidente Enrique Peña Nieto y a todos los científicos, funcionarios, medios de comunicación y al público en general, en la que predice, basado en la Teoría de las Fuerzas Gravitacionales (TFG), un terremoto de magnitud 8.5 con un 98% de probabilidades de que suceda, en coincidencia con la explosión magnética del sol, antes de que finalice el 2013.
Según explica Curiel, los terremotos son debidos a estructuras cíclicas que afectan a la Tierra, y cuya periodicidad tiene que ver con su ángulo de inclinación del eje terrestre de 23.5 grados.
El terremoto que se espera antes de que termine el 2013 será devastador, advierte, y exhorta a que la población tome todas las medidas posibles para estar preparados. Esto sobre todo para la Ciudad de México.
(Ver carta: Curiel)
Coincidente con "la tormenta solar del siglo", se aproxima el cometa ISON, al que los científicos les ha dado por llamar "el cometa del siglo", por sus características tan peculiares. El meteoro es una gran bola de hielo de aproximadamente tres kilómetros de diámetro, proveniente de la nube de Oort.
El significado de ISON es "purificación", y eso es lo que sin duda estará aconteciendo en México cuando suceda el gran terremoto.
(Ver datos recientes de ISON)
Consideraciones teológicas:
Es un hecho que Dios no quiere el mal, ni físico ni espiritual. El mal es una consecuencia del pecado original, el cual ocasionó desorden en el universo y en la humanidad. Los males se acrecientan en la medida en que se incrementa la maldad humana.
Dios, en su poder absoluto, podría evitar el mal, pero no lo hace debido a que respeta siempre la libertad del hombre y las leyes del cosmos, desordenadas por el pecado.
Dios permite el mal y siempre saca de él un bien mayor, a semejanza del padre que ayuda a reflexionar a su hijo después de que este obró equivocadamente.
De la cruz surge la luz. De un mal enorme, viene un bien enorme. Es de pensar que si Dios permite lo que viene es una purificación, ante tantos abortos, corrupción y culto a la "santa" muerte tan difundidos ya en nuestro país.
¿Qué hacer?
Antes del terremoto:
Lo principal es la oración. Es preciso orar continuamente pidiendo que los mexicanos volvamos a Dios y nos apartemos del mal. Si esto hacemos, y si lo creemos con fe, no sucederá nada en aquellos hogares donde se haya entronizado al Sagrado Corazón de Jesús y a la Santísima Virgen María. Es primordial la confesión y estar en gracia de Dios.
Lo segundo es hacer acopio de agua y alimentos no perecederos y, si es posible, conseguir plantas de luz para mantener en funcionamiento los refrigeradores.
Es conveniente tener avisos de sismo en los teléfonos, y poner alertas de internet para informarse de la explosión magnética solar. Tardará cerca de 7 horas en llegar su impacto a la Tierra.
Durante el terremoto:
Hay que tener localizados lugares seguros, alejados de edificios y cables de luz. Serán lugares de concentración a los cuales acudir de forma inmediata.
La «posición fetal» es la más natural para sobrevivir, en algún hueco vacío, al lado de un sofá o algún objeto grande.
No ponerse debajo de una puerta o en las escaleras.
Es mucho mejor estar cerca de los muros exteriores del edificio que en el interior. Salir inmediatamente de los coches, sobre todo si se está debajo de una estructura vial.
Es preciso mantener la calma y orar, manteniendo en todo momento la confianza en Dios.
Después del terremoto:
Los bancos y los sistemas no funcionarán. Es preciso organizar inmediatamente redes de economía popular solidaria, redes de trueque y autoconsumo.
Es importante seguir atentos a las réplicas del terremoto principal.
Ofrecer a Dios todo el sufrimiento, propio y ajeno, para que éste no se desperdicie, sino que adquiera frutos de redención. Habrá que organizar una gran cruzada para que de la cruz surja la luz que ilumine el mundo entero. México, una vez purificado, adquirirá un liderazgo espiritual.
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