Mensaje de Nuestra
Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del
Nuevo Mundo, Palabras de Nuestra Señora
El Tiempo Final de
Preparacion para la Purificacion de la Humanidad
27 de octubre de
2013
Queridos hijos, con
mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Divino Espíritu Santo.
Unidos a las
Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos, hoy, en
este día tan bello dedicado a la juventud, quiero dejar aquí Mi Llamado a todos
los hijos, pero en especial en este momento hablo a los jóvenes de Brasil y de
todos los países, porque todos son Mis hijos y todos en el mundo entero están
siendo atacados por el enemigo, él desea la destrucción de vuestros corazones.
El mundo entero
necesita rezar por la protección de la juventud, ella está en gran
desequilibrio, confusa, vacilante mucho sobre la existencia de Dios y son pocos
los jóvenes que se preocupan en cuidar del alma, muchos no saben ni que la
tienen. Dios no deja a Sus hijos en el abandono, El siempre y en todas las generaciones,
os sustenta con Su asistencia dándoles informaciones, dándoles condiciones para
desenvolverse fácilmente. Dios quiere que todos crezcáis espiritualmente para
que seáis plenamente felices. El hombre en todas las edades tiene la asistencia
de Dios, pero es el propio hombre que se aleja de Dios, se mueve de la casa
paternal para andar en el camino del error, camino que es del Infierno, en él
nada más tiene que la ruina, el pecado.
A los que están
regresando, enderezando los pasos y regresando a Dios, por la conversión,
traigo siempre los Mensajes del Cielo, los cuales vengo todos los días a
traeros a los países de buena voluntad, para el bien de Mis hijos.
No vengo a traeros
un nuevo Evangelio, pero sí avisos, alertas, para que cada uno viva las Enseñanzas
de Mi Divino Hijo Jesucristo. El dejó en la tierra todo para ayudaros a entrar
en el Camino del Cielo. El Camino del Cielo es el propio Jesucristo. El es el
Camino para Dios.
Vos debéis hacer
parte de El escuchándolo y Recibiéndolo en la Santa Eucaristía.
Somos parte de El
por eso Mi participación es verdadera para vuestra Salvación, trabajo junto con
El, Soy la Madre de El y vuestra Madre también. Tengo el Hijo que es Dios y
tengo a vos que sois pecadores, pero Mi Amor es sólo uno, es el mismo tanto por
El como por vos.
Vengo a traeros Su
Palabra de ayuda en este tiempo final de conversión del mundo entero.
Mi venida es por
amor a vos, traigo a vos fuerza, coraje, curas, todo esto son Gracias del
Cielo. El Cielo es el lugar donde viven todos los Santos. Los Santos son puros
y mansos de corazón, están todos unidos a Dios para siempre.
La tierra es lugar
de decisión, pueden ser santos o no los que viven en la tierra hasta que hagan
su escogido, Cielo o Infierno.
Entonces, aquí en
la tierra es lugar de pruebas es en este tiempo final que tendréis pruebas más
difíciles, por esto estoy en el mundo todos los días para ayudar a quien quiere
ayuda. Soy la Madre de Gracia, la Mediadora, la Gracia es Jesucristo, vengo
trayendo la Palabra de El para ayudaros.
Y la Palabra que El
os envía hoy es el coraje, todos necesitáis de la palabra para la decisión
antes de la muerte. El peligro ahora es grande, es devastador, el mundo está
viviendo amenazas de guerras peligrosas, está viviendo un tiempo de violencias
en todo lugar, en las calles, en las ciudades, peligros de muertes súbitas por
causa de la maldad que está comandando, incentivando cada día más al mundo a la
desobediencia a Dios.
¡Cuántos hijos
salen de sus casas por la mañana para hacer desorden y no regresan más, son
asesinados, son accidentados, son llevados lejos como esclavos y cuántos no
están cuidando de sus almas, no están listos para pasar de este mundo para la
Vida Eterna! Son muchos. Pobres hijos, no amaron la vida, no se unirán a Dios.
Por esto Dios Me envía todos los días para despertaros y llamar a la
conversión. Nadie sabe lo que viene en el día.
Seáis fieles, seáis
amorosos, seáis todo lo que Dios os enseña, buenos, obedientes, porque no
sabéis la hora que tendréis que estar frente a frente con El.
Vos estáis
distantes de la mayor felicidad. Ya no queréis conocer a Dios. Enderezad, vos
os estáis juzgando como personas que no necesitan de Dios, estáis distantes de
El por la desobediencia, pensáis que sois inalcanzables por el peligro, pero
esto no acontece, todos están en peligro y necesitan de ayuda para sobrevivir.
Regresad al Padre,
sólo en El encontraréis consuelo.
Vuestras almas
tienen un gran valor que vos no conocéis todavía. Una vida es muchas y muchas
veces más importante que los grandes diamantes del mundo entero juntos. Ella es
más importante que un planeta y en ellos están riquezas inmensas, porque Dios
os creó así, pero vos sois criaturas, hijos de Dios, tenéis en vos vida que
sólo Dios tiene el Poder de daros. Todo lo que existe fue creado por Dios, pero
sólo el hombre tiene Vida Eterna, porque Dios le dio a él un alma, recibe los
dones venidos de Dios, sólo el hombre tiene sentimientos especiales, recibidos
de Dios.
Mis hijos, El os
dio parte de El mismo, la Vida Eterna.
Pero, vos fuisteis
contaminados por el pecado, existe en vos la maldad, los Pecados Capitales y
vos amasteis el pecado por esto fuisteis contaminados por la desobediencia a
Dios, y esto os lleva al merecimiento de pasar por la muerte. Todo pecado es
muerte, si vos no estuvieseis contaminados por la muerte, no moriríais, vos no
pasaríais por ella, viviríais sin esta condenación que es pasar por la muerte
para después entrar nuevamente en la Eternidad.
Jesucristo pasó por
la muerte en Su naturaleza humana, porque asumió sobre sí vuestros pecados para
que vos recibierais la Salvación. En la naturaleza Divina El nunca murió porque
es Dios, Dios no muere, El es Eterno. Sólo Jesucristo tiene dos naturalezas, la
Divina y la Humana.
Seáis puros y
santos como El, seáis fieles, dense unos por los otros. Ayúdense unos a otros,
seáis unidos, no debéis cometer la traición, ni a Dios ni a vuestros hermanos.
Permaneced unidos a El por la fidelidad, el amor, el respeto, la obediencia a
todo lo que El os habla, convertíos. Cuidado con el peligro de la muerte
súbita, nadie sabe cuándo ella llega.
Convertíos, la
guerra está a las puertas, no hay más medios para impedirla porque la Palabra
de Dios no se apaga, todo está escrito, con dolores y lágrimas dejareis este
mundo y partiréis rumbo al Cielo, rumbo a la Felicidad Eterna. Vamos a rezar
juntos para la Salvación de todos.
Mis hijos, la Santa
Palabra de Dios os alerta hoy sobre el peligro de la exaltación del hombre.
Vos sabéis que no
debéis nunca querer colocaros en frente de nadie como siendo mejores o mayores,
o más merecedores de la Gracia de Dios que de vuestros hermanos. Todos deben
luchar para merecer y sólo Dios puede juzgar cuál es el que merece. La exaltación
es una gran herida que abrió en el ser humano, porque ella es peligrosa, ella
arruina y sólo Dios puede curarla, no existe remedio humando que cure la herida
que es el pecado. El pecado es la desobediencia, ella es la ruina, ella causa
la muerte. Si no existiese el pecado, nadie moriría. La desobediencia lleva al
alma a la separación del Amor de Dios.
Entonces, sabéis
queridos hijos, que es el propio hombre quien decide sobre su preferencia por
el Cielo o por el Infierno. Dios no obliga, la persona tiene que decidir
solita. Pero, todos los motivos que llevan al hombre a escoger son dados por
Dios, si el hombre no renuncia al pecado él ya sabe, va para el Infierno, si
decide que quiere la Salvación, tiene que obedecer los Mandamientos de Dios, no
puede idolatrar el pecado, no puede apegarse a él, tiene que renunciar. Es sólo
decidir el pedir perdón a Dios y también reparar su error. La muerte llega de
repente.
Jesucristo ya dejó
en el mundo bien claro, que es necesario cuidar del alma para no perderla, quien
no la cuide no será salvo.
Todo hombre es
pecador, sólo Jesucristo quien nunca pecó y Yo también. Por esto debéis todos
los días enderezar vuestra vida, tenéis que llevarla delante del Juicio Divino
muy en breve, estéis listos, vos no sabéis qué día ni qué hora pero ya estáis
sabiendo que será muy en breve. Preparaos.
Es esto lo que
vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Rezad, rezad, rezad
por los dos Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco, por todo el
Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos
y paganos, ayúdenlos con vuestras oraciones en este tiempo en que todo va
quedando más difícil, por motivo de amenazas de una terrible guerra, la
conversión será más difícil para quien todavía no cree en Dios. Las guerras
causan muerte en masa y todavía vendrán las catástrofes, tragedias, epidemias,
el hambre y otros sufrimientos.
Rezad por la Santa
Iglesia fundada por Jesucristo, permaneced unidos hasta el fin. Todos vos
cristianos, aumentéis vuestras oraciones y vuestros esfuerzos. Vos tenéis poco
tiempo y la oración es para fortaleceros en esta hora.
Cuando vuestro
tiempo es dedicado a Dios vos tenéis la comprensión de que El está con vosotros
conduciéndoos, vos sabéis que no estáis solitos. Quien no tiene tiempo para
Dios, no siente la presencia de El. Es necesario uniros a El porque si no
sufriréis mucho, este es el último tiempo antes del Juicio Particular y él ya
está bien próximo. Cuando llegue aquel día vos habréis de querer que el tiempo
regrese para rezar porque veréis que sólo Dios puede ayudaros. Pero el tiempo
no regresa y vos Lo despreciasteis. Vos despreciasteis todo lo que Dios os dio.
Vos os juzgasteis
más sabios que Dios por lo que debéis aceptar los Avisos y convertiros por amor
a El, pero fue solamente El quien os amó y ahora en cualquier momento
acontecerá la hora de la Justicia Divina, es hora de saber cuál es vuestra
situación delante de Dios, no podréis decir más ninguna palabra en aquel día.
¡Pobres hijos,
cuánto recibisteis antes y cuánto despreciasteis!
Recordéis siempre
que debéis apenas aceptar y nunca imponer vuestra voluntad sobre la Voluntad de
Dios.
Rezad, rezad,
rezad, es tiempo de cada hijo apegaros al Santo Rosario y pedir a Dios la
Salvación. Quien ama a dios Lo obedece y tiene la Gracia de sentir Su
Presencia. El es invisible, pero es la única garantía de que vos no estáis
solitos. El está siempre con vosotros.
Rezad también
ayudando a los Santos Padres los Papas en esta hora tan difícil dentro de la
Iglesia también es necesario que todos los cristianos regresen a la Santa
Iglesia antes de la purificación.
Yo os amo mucho y
os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasil, días
difíciles están llegando, estéis atentos, vuestras oraciones son medios que
Dios os da para comprender lo que debéis hacer en las horas difíciles. No os
engañéis con falsas religiones. Rezando tendréis sabiduría para salir de
cualquier trampa que surja delante de vos. Estoy con vosotros, aunque no Me
podáis ver con vuestros ojos de la carne, porque todavía no ha llegado la hora,
pero podéis sentir Mi Presencia a vuestro lado todos los instantes. Nunca os
abandonaré, estéis tranquilos. Estéis también prevenidos, aseguraos junto a vos
el Santo Rosario, para garantizaros la pérdida del miedo y sentir seguridad
para continuar vuestra jornada de oración hasta el fin.
Por cuanto
solamente a los que Dios llamó a Ayudarme Me pueden ver, pero es con los ojos
del espíritu. Luego vendrá el día en que muchos Me verán. Yo Me manifestaré por
Voluntad del Padre a todos los que El permita. Verme en el Cielo. Será el día
de Mi Triunfo. Si es la Voluntad de El apareceré a todos los brasileños muy
breve. Estéis en oración.
Todas las naciones,
preparaos también, lo mismo acontecerá con todos vosotros.
Les he revelado
siempre que sois todos iguales para Dios.
Yo siempre os
protegeré, todos son Mis hijos y Yo os amo con igualdad. Siempre cuidaré de
todos Mis hijos.
Ahora os bendigo en
el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre de
Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la
Inmaculada Concepción.
20 de octubre de 2013
Queridos hijos, con
mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Divino Espíritu Santo.
Unidos a las
Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos, en este
día dedicado a las misiones, Yo quiero felicitar a todos los que comprendieron
cuál eran sus misiones y las asumieron con responsabilidad y amor en obediencia
a Dios.
Es tiempo de cada
hombre hacer lo que Dios quiere que sea hecho, cada misión tiene su valor, más
todas tienen una misma recompensa, no importan que ellas tengan diferencias.
Servir a Dios es
tener fe y garantía que recibirá de El la Salvación.
Para ser misionero
el hombre necesita de la ayuda de Dios, porque primero falta el coraje del
hombre para decidir por su misión, es criticado y humillado, muchos fueron
mártires por causa de la misión y por eso hoy muchos cristianos tienen poco
coraje para asumir sus misiones. Nadie puede imponer una misión a alguien,
solamente Dios dice en el corazón de cada cual la misión que ellos tienen.
El Padre escoge la
misión y da a cada uno. Cada hijo sólo necesita agradecer a El por la misión
que recibió.
Ahora la misión de
la generación final es la más difícil de ser aceptada por muchos, porque no
será fácil vencer las persecuciones.
Por esto debéis
buscar ayuda en Dios, sin la Ayuda de El no conseguiréis vencer las
dificultades de este tiempo. Vos veréis que todo lo que os avisé fue con mucho
tiempo para buscar la ayuda de Dios. Vos estáis entrando en un tiempo de muchas
pruebas, esta es la gran dificultad que ya está comenzando en el mundo entero.
El hombre perdió el
amor y respeto por Dios y por los hermanos. Nadie tiene tranquilidad. Son
tantos los peligros que cada día van surgiendo, todo esto porque el hombre no
tiene más preocupación de que es visto por Dios porque no quiere reconocer que
El existe y que necesita de El.
El hombre, en mayor
parte, sólo se interesa por las cosas materiales. Si todos creyeran en Dios, la
situación del mundo sería más agradable, está faltando fe, humildad y buena
voluntad en hacer la Voluntad de El. ¡Cuántas personas hoy, aun creyendo en
Dios, no creen que serán capaces de hacer lo que El quiere que sea hecho por
ellas!
Procuréis cumplir
la misión que Dios os dio, esto sólo os hará bien.
Mis hijos, la Santa
Palabra de Dios os revela hoy sobre la fidelidad de vuestros compromiso con
Dios, de hacer todo por el bien de unos a otros.
Muchos hombres,
después de concluir sus estudios, usan la profesión que escogieron para pisar y
humillar a las personas. Tantos de ellos tuvieron muchas dificultades para
completar sus estudios y no son capaces de ayudar hoy a los que tienen
dificultades. La persona formada se engrandece, pisa a los más pobres y no
hacen nada por el bien de ellos.
Jesucristo os dio
ejemplos a través de las parábolas para que vos comprendierais. Vos oísteis hoy
la historia del hombre que se volvió un juez vanidoso, injusto, que no cumplía
con su deber. Pero, Dios está siempre defendiendo a Sus hijos, Dios es Justo, no
consiente las injusticias.
Estéis atentos Mis
hijos, con vuestra manera de trabajar para ayudar a alguien, Dios ve todo y El
no dejará de hacer Justicia, quien fuera deshonesto en la manera de comportarse
unos con otros, va a tener que corregirse antes que sea tarde.
Dios no deja de
cuidar a los hijos que El creó. El escucha los pedidos de todos y sabe cómo
ayudaros.
La fe en el mundo
es tan poca que sólo la Misericordia de Dios puede socorrer a todos Sus hijos
de toda la persecución.
El es fiel, no deja
a nadie al abandono. Es por esto que Jesucristo os pregunta si habrá fe en el
mundo cuando El regrese.
Mis hijos, creáis
en Dios, solamente creyendo iréis en dirección a la Felicidad Eterna. Es
necesario cultivar la fe para ella crecer, vos estáis a pocos pasos del gran
sufrimiento cuando la persona no tiene fe ni esperanza en Dios, se vuelve un
peso muy fuerte, es imposible el hombre, que no las tiene, soportar.
Dios hace todo por
amor, El os ama con verdaderísimo Amor. El no falla, no engaña, no hace mal a
nadie, El no quiere librarse de nadie. El quiere la Salvación de todos, quiere
apenas que todos crean en El, en Su Poder. El puede socorrer a todos los hijos,
basta que vuestra fe sea fuerte, verdadera. Dios os consuela en vuestras
tristezas, os da alegría, os da la Felicidad Eterna, pues El es el
Todopoderoso. Escuchéis Mis hijos, los Consejos que os traigo, cambiéis vuestro
comportamiento. Escuchéis con fe, vos estáis en tiempo que seréis probados con
el fuego y con el agua, tendréis que prepararos ahora porque este es el tiempo.
No hubo en el mundo
un tiempo de pruebas tan difíciles de vencer como ahora, porque sólo venceréis
si tuvierais fe en Dios.
Es esto lo que
vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Rezad, rezad, rezad
por los dos Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco, por todo el
Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos
y paganos, no olvidéis que rezando estáis ayudándolos a despertar y buscar la
ayuda de Dios.
Rezad por la Santa
Iglesia fundada por Jesucristo, solamente quien se convierta hace parte de esta
Iglesia, por eso sólo recibirá la Salvación aquel que se convierte. Esta es la
Iglesia que prevalecerá por toda la eternidad. Confiad en el Amor que El tiene
por vos.
Seáis fieles a
Dios, seáis justos todos los días de vuestra vida.
Quien os libra del
peligro del Infierno es Jesucristo. Mis hijos, debéis hacer de vuestros
corazones un templo para El. En breve tendréis señales en el Cielo, que fueron
reveladas por los profetas y entonces sabréis que llegó el tiempo en que el
Hijo Unigénito de Dios está en la hora de regresar.
Dense prisa en
vuestra conversión, estéis listos y ayudéis a los Santos Padres los Papas en la
batalla contra la apostasía que ya está comenzando dentro de la Santa Iglesia y
también en el mundo.
El mundo se volvió
en un mar de lágrimas con tantos sufrimientos, la causa es solamente una, la
falta de amor, de fe y de esperanza en Dios.
Yo os amo mucho y
os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños, no
continuéis haciendo tumultos, confiéis que Dios es Justo y va a sorprender a
los deshonestos, los injustos, los infieles, no es necesario tumultos, sólo
necesitáis rezar con más fe, El vendrá muy en breve a corregir todo error
humano.
Nadie puede huir de
la Justicia Divina, será muy en breve el Juicio Individual, preparaos.
Todas las naciones,
preparaos para el día de la Justicia Divina. Está bien próximo el día, estéis
listos todos vos.
Ahora os bendigo en
el Nombre del Padre, del Hijo, y del Divino Espíritu Santo, la Madre de
Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la
Inmaculada Concepción.
19 de octubre de
2013
En esta linda noche
el Señor viene a alimentaros con Su Santa Palabra, para que tengáis Vida
Eternamente.
Es grande Mi
alegría en poder todavía revelaros el mensaje del Cielo, para que todos quedéis
preparados para el día de la Purificación. Será de repente, a cualquier
momento, será el momento que Dios va a sorprender a la humanidad,
principalmente a los incrédulos.
Mis hijos, estoy
feliz en poder estar aquí con vosotros nuevamente, pues ya podría ser imposible
este encuentro, si no fuese la Misericordia de Dios, El quiere la Salvación de
todos y todavía ahora el número de no creyentes está muy grande.
Dios no forza a
nadie a convertirse, pero El sabe qué permitirle al mundo para que todos los
pueblos se apresuren en echar fuera el orgullo y reconocer que necesitan pedir
ayuda a Dios.
Nosotros estamos
rezando como hoy aquí vos estáis presentes para rezar, pero es necesario más
calor en vuestras oraciones para que ellas puedan llegar a todos como llegan
los rayos del sol.
Mis hijos, ni Yo sé
el día en que el mundo va a quedarse paralizado por el Poder de Dios, para
solamente meditar sobre el desprecio que tuvo por la vida que recibió de Dios.
La vida es sagrada, nadie puede despreciarla y salir victorioso, es necesario
que el hombre reconozca que necesita humillarse, pedir perdón a Dios y hacer la
reparación de todo lo que hizo errado.
Dios va mostrando a
cada uno de vos que cualquier cosa está para acontecer en el mundo, que causará
un susto muy grande. En aquel día será derrotado el orgullo y el hombre doblará
su rodilla y nunca más hará una ofensa a Dios.
Convertíos Mis
hijos, no os quedéis esperando que acontezca primero para después convertiros.
Cuando llegue aquel
día, vos que ya estáis cuidando de vuestra conversión, veréis que Dios tuvo
compasión de vos y os invito a prepararos para salir airosos, pero los que
hasta aquel día permanecieron insistiendo en no acoger las Señales de Dios,
estos llorarán lágrimas de sangre y tendrán un arrepentimiento tardío.
Mis hijos,
preparaos, vos no sabéis cuánto podéis soportar, es mejor asegurarse firme en
las Manos de Dios, porque la hora de la Justicia Divina llamar al hombre para
rendirle cuenta de sus errores esta próxima, así dice Jesucristo el Salvador
del mundo. El prometió que derramaría sobre los convertidos el Espíritu Santo y
ya se está acabando el tiempo de espera.
Convertíos,
convertíos, antes que llegue el día.
Queridos y amados
hijos de Mi Inmaculado Corazón, os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y
del Divino Espíritu Santo, que os ilumina conduciéndoos para siempre con Su
Luz.
Soy la Sierva del
Señor, María, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo, el Cordero de Dios
que quita los pecados el mundo. Soy la Inmaculada Concepción de María, Soy la
Mensajera de Dios y en el mensaje de hoy El os agradecer por el momento de
oración y os alerta:
“Mis hijos, estéis
atentos, veáis cuántas veces Yo quise mostraros el color de vuestras almas,
para que vos vieseis que ellas ya están sucias demás, más todavía no juzguéis
vuestros pecados. Soy paciente y misericordioso, quiero que cada uno mire para
dentro de vuestros corazones, ellos son los espejos donde podréis ver vuestra
alma ahora y percibir que descuidasteis de ellas y ellas están sucias.
Límpienlas Mis hijos, ya os enseñé cómo cuidar de vuestras almas. No dejéis que
cada día la suciedad las impacten y así vos estaréis corriendo el riesgo de que
ellas se pudran y sean lanzadas al Infierno. Para limpiarlas comencéis
arrepintiéndose de vuestros pecados y Pidiéndome el perdón.
No os quedéis
juzgándoos mejores ni mayores que nadie, no os coloquéis en los primeros
lugares en el camino del Cielo.
No os quedéis
también desanimados, creyendo que no conseguiréis la Salvación. El tiempo que
doy para todos es el mismo. Cuando todos se esforzaren Yo los ayudaré. No
podéis desistir de llegar al Cielo, por más que estuvierais sucios, existe la
esperanza. Estoy esperando vuestra decisión. Yo os amo con Amor Eterno.”
Queridos hijos,
unidos vamos a meditar las Palabras de Dios nuestro Padre Eterno, el
Todopoderoso, que hoy una vez más os invita a ser perseverantes en vuestra
lucha contra la pereza de cuidar de vuestras almas.
Dios sabe que vos
no estáis muy interesados en cuidar de vuestras almas, por esto El va a dar al
mundo Señales más fuertes para sentir que ya están próximas las pruebas
finales. Quien continúe despreciando las Señales va a perder la Salvación.
Estéis atentos.
Mis hijos, la Santa
Palabra de Dios os revela hoy sobre la responsabilidad que cada cristiano tiene
en defender el cristianismo. Muchos mártires os dieron ejemplos con la
aceptación del martirio para no traicionar a Jesucristo. Fueron fieles.
Hoy vos estáis para
pasar estas mismas pruebas. Veréis dentro de poquitito tiempo la traición
dentro de la Iglesia. Son muchos los que se hacen cristianos, pero en verdad
son instrumentos del mal y entró a la Iglesia con deseo de arruinarla.
Pero, Dios conoce
Sus ovejas y ellas tendrán la marca con Fuego que descenderá del Cielo. No
quedarán confundidas, ellas regresarán para Dios, no se perderán.
Infelices son
aquellos que se vistieron de corderos, pero son lobos, estos recibirán el
castigo del Cielo. Lo que es de Dios no será confundido. Vos seréis engañados,
pero Dios os mostrará que no seréis destruidos, los destruidos serán aquellos
que quisieron engañaros. Todo saldrá a la luz muy breve. Nadie engaña a Dios y
Dios no deja que los hijos de El sean destruidos.
Es esto lo que
vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Ahora os pido la
Santa Misa, la Santa Eucaristía con Fidelidad a Dios.
Rezad, rezad, rezad
por los dos Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco, por todo el
Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos
y paganos, perseverad en la caridad, no olvidéis de que con oración podéis
ayudar en la Salvación de ellos.
Rezad por la Santa
Iglesia fundada por Jesucristo, llegó la hora del hombre conocer el valor de la
oración. Hasta hoy tenéis dudas terribles, pero ahora, muy breve, veréis que la
oración es el mejor remedio que tenéis a vuestro alcance. Ahora Dios va a dejar
al mundo entero descubrir el valor de la oración, hasta ahora estuvisteis
aprendiendo a rezar con más fe y amor. Ahora veréis que la oración realiza el
gran milagro delante de vuestros ojos. Muchos sacerdotes no creen en los
milagros y ahora verán delante de sus ojos muchos milagros conseguidos con
oración.
Ayudéis a los
Santos Padres los Papas en este tiempo de apostasía dentro de la Iglesia y en
todo lugar.
Yo os amo mucho y
os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasil, mantenidos
despierto, muchas tempestades peligrosas están aproximándose.
Todas las naciones,
estéis atentas, cambios repentinos en el tiempo, los científicos no sabrán
explicar.
Es la naturaleza
reaccionando en contra de las ofensas del hombre a ella.
Ahora os bendigo en
el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre de
Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la
Inmaculada Concepción.
Gracias por corresponder
al Llamado de Dios.
Vos que dedicasteis
un poco de vuestro tiempo al servicio de Dios, seréis bien recompensados. Los
que hoy todavía se están haciendo los sordos, ciegos, cojos y mudos, estos
tendrán gran arrepentimiento. Solamente Dios puede socorrerlos.
Ahora os ofrezco Mi
Inmaculado Corazón como Refugio en la hora del gran castigo que se aproxima
para el pecado.
Un gran castigo se
aproxima, cuidéis de vuestras almas.
Con todo el cariño
y amor de Madre os deseo la Paz y llevo hasta Dios vuestros pedidos.
La Paz de Nuestro
Señor Jesucristo esté con vosotros ahora y para siempre. Amén. ¡La Paz!
¡Paz! ¡Paz! ¡Paz! ¡Amén! ¡Amén!
¡Amén!
Bendito sea Dios,
Bendito sea Su Santo Nombre.
Debéis meditar
sobre el Santo Evangelio de hoy: Lucas 18: 18 – 12.
Para los que están
presentes:
Agradezco vuestra
presencia, tendréis pocos encuentros de aquí en adelante, esforzaos en
comparecer.
Esta es la hora en
que todos los que hacen parte de Mi ejército van a recibir las últimas
instrucciones para cuando Yo no esté más orientándoos, vos recordareis que ya
os dejé preparados para la batalla y vos saldréis victoriosos.
Yo os cubriré con
Mi Manto.
Yo os amo mucho Mis
hijos.
Vos sentiréis cómo es
grande Mi Amor por vos.
La Madre Celestial,
María, la Inmaculada Concepción.
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